No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

martes, 19 de diciembre de 2023

Hezbolá y la frontera Líbano-Israel, mucho más que seguridad, por Jorge Navarro Cañada.

Benjamín Netanyahu siempre ha entendido que la frontera de Israel con Líbano era un estorbo que no debía ser respetado, de ahí que exija moverla. Partamos de la base que el Estado defensivo -es el caso de Israel- entiende todo límite como una amenaza, pero también como una pérdida de oportunidad; y la explotación libanesa como la palestina, no solo terrestre, diría que incluso más la marítima, es prueba de ello. A título de ilustración, un ejemplo.

En 2022 Israel anunciaba el acuerdo con Líbano para la delimitación de la línea de explotación de los yacimientos de gas en el Mediterráneo. Aquel acuerdo fue costoso en tiempo, Hezbolá acabó aceptándolo con dudas de cumplimiento israelí pero anunció que lo respetaría, no así Netanyahu todavía en la Oposición pero esperando, como así sería, gobernar pronto. Dijo, “es una rendición histórica”.

“Hemos alcanzado un acuerdo histórico sobre la línea marítima con Líbano (…) Fortalecerá la seguridad de Israel, inyectará miles de millones en la economía israelí y garantizará la estabilidad de nuestra frontera norte”, decía el entonces primer ministro israelí, Yair Lapid. Por su parte, Hasan Nasrala, el líder de Hezbolá, anunció su respaldo al Estado libanés al respecto.  El presidente de EE UU, Joe Biden, telefoneó a Lapid y Aoun, presidente libanés para felicitarlos. La clave estaba en la línea divisoria de los 850 kilómetros cuadrados del Mediterráneo que abarcan los yacimientos de Karish y Qana. Israel explotaba el primero y Líbano, el segundo. (También intervenía el gigante petrolero francés TotalEnergies). Hasta el hallazgo a partir de 2010 de gas en aguas de Israel, Chipre, Líbano y Egipto, la línea marítima no era causa de disputa. Israel con ello sumaba a su explotación de gas, tiene reservas operativas en los macroyacimientos de Tamar y Leviatán, y gasoductos en funcionamiento hacia Jordania y Egipto. Y es importante para la Unión Europea por una alternativa al gas ruso (la UE impulsa un proyecto de gasoducto para conectar —a través de Chipre, Grecia e Italia— los yacimientos marítimos del Mediterráneo Oriental).

Por su parte la explotación por parte de Líbano era inviable entonces, inmerso desde 2019 en una brutal crisis económica pedía a la francesa TotalEnergies comenzar las exploraciones, el gas era imprescindible para el país.

Cuento esta historia porque es ilustrativa de la relación que mantiene Israel con su espacio “vital” y la complejidad que tiene, de enorme importancia más allá de la propiamente de Seguridad por la que goza a nivel geopolítico, geoeconómico y estratégico, se trata de una región donde tanto la explotación como su lugar “de paso y ruta” es trascendente.

Estos días asistimos a la constatación de la amenaza que supone el “Eje de la Resistencia” de Irán, con elementos importantes como son el triángulo que forman Hézbola (Líbano)-Siria, Yemen y el propio Irán. A ello se suman capacidades de actuación armada en el Mediterráneo y sus conexiones con el Índico.

Este asunto y el futuro al respecto se ha tratado en El Polemista varias veces, la última respecto a los huties como anticipo de lo que es un cambio global de la navegación y el transporte, no solo marítimo. Y aunque las primeras respuestas serán flotas de defensa formadas por coaliciones internacionales el futuro a medio plazo será regional cambiando por completo las relaciones comerciales en todo el mundo. Más de ello:

http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/huties-amenaza-hoy-anticipo-de-la.html

HEZBOLÁ:

Hezbolá (también escrito como Hizbulá, “Partido de Dios”) es un grupo paramilitar yihadista de origen chiita con representación política en el gobierno de Líbano, además líder de una alianza que casi alcanzó la mayoría en las elecciones nacionales parlamentarias. La Liga Árabe, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros países, lo tienen designado como una organización terrorista.

Surgido de la Guerra del Líbano de 1982 e inspirados en la Revolución iraní del ayatolá Jomeiní, clérigos musulmanes en el Líbano obtuvieron el respaldo económico y militar de Irán y Siria.

Inicialmente secretario general fue Subhi al-Tufayli, en 1984 Abbas al-Musawi que desarrolló las tácticas de guerrilla, terrorismo y secuestro, hasta que en 1992, fue asesinado junto con su familia por un ataque del ejército israelí. Le sucedió Hassan Nasrallah, quien hasta la fecha mantiene el cargo. Este celebró la retirada de las fuerzas israelís del sur de Líbano en el año 2000, libró una guerra con Israel en 2006 que le dio prestigio y aura de vencedor antes de involucrarse en la guerra civil de Siria, combatiendo a favor del régimen de Bashar al-Assad. Consolidó su poder en el parlamento nacional libanés desde 1992 y formando parte del gobierno desde 2005 en alianza con otros partidos. Su poder hoy equivale al del “Estado dentro del Estado”, por poner un ejemplo ha logrado en gran medida sofocar una investigación judicial sobre la explosión del puerto de Beirut que arrasó amplias zonas de la ciudad en agosto de 2020.

En la actualidad a Hezbolá se le suponen 60 mil elementos que integran su brazo militar, ellos aseguran cien mil, 200.00 misiles almacenados, de todo tipo de rangos incluidos los lanzadores múltiples rusos Katiusa, también los drones Shahed 136 de origen iraní. Se cree que Corea del Norte habría ayudado a establecer una red de galerías subterráneas en el sur del Líbano como método de guerrilla parecido al de Hamás http://elpolemista.blogspot.com/2023/10/introduccion-hamas-que-es-y-origen-por.html

Hezbolá goza gracias a los conflictos en los que lleva participando desde su fundación de gran entrenamiento, como dato no menor sus enfrentamientos incluyen desde fuerzas convencionales a guerrillas y otros grupos terroristas, Hassan Nasrallah declaró a Daesh como un enemigo de la fe musulmana, cuyas fuerzas han intentado cruzar la frontera entre Siria y Líbano.

En El Polemista encontrarán numerosos artículos y reseñas que analizan todas estas cuestiones, especialmente en los últimos meses respecto a la crisis Palestina-Israel http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html



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