No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

martes, 14 de julio de 2020

La verdad de la pandemia, quien ha sido y por qué de Cristina Martín Jiménez, y, la revolución “conspiranoica”.



Sábado de julio en pleno centro de Madrid, un grupo de “conspiranoicos” antivacunas que niegan los efectos de la COVID-19 rodean e increpan a la periodista de divulgación científica Rocío Vidal al grito de "Eres una agente del Nuevo Orden para destruirnos". Y es que en España ya ha llegado este movimiento lamentable que ya había tenido alguna expresión grotesca, por ejemplo, en boca del artista Miguel Bosé (vean la reseña anterior de El Polemista https://elpolemista.blogspot.com/2020/06/el-antitodismo-la-diarrea-del-populismo.html ) y ahora ya tiene también el libro llamado a ser el catecismo del movimiento. Y es que ya sabemos, los teóricos de la conspiración parten de la premisa de que aquellos que están en el poder son falsos, malévolos, conspiradores…por tanto cualquier explicación oficial está en desventaja por falsa, cualquier explicación alternativa será más creíble. Y tenemos multitud de teorías de la conspiración a lo largo de la historia, sabemos incluso el mecanismo mental del individuo que se entrega a ellas, normalmente compulsivo, autodidacta. Lo malo es el peligro que suponen en muchas de sus causas, en este caso cuestionando la ciencia.

La verdad de la pandemia (MR Ed.) parte de la idea que el miedo es el arma que utiliza quienes quieren controlar el planeta, lo que la autora llama “la táctica de pandemia”, “por eso, cuando en los medios empezaron a hablar de la COVID-19, supe que habían vuelto a activar el plan” y ha escrito este libro para entender por qué y cómo unos pocos han decidido declararnos la guerra y robarnos la libertad. Según esto, hay una operación de guerra psicológica diseñada en los laboratorios sociales de la élite para que “nos arrodillemos y nos convirtamos en esclavos de su nuevo mundo feliz, que no es más que un Nuevo Orden Mundial deshumanizado y bárbaro”. Inevitablemente aquí aparece Bill Gates o la OMS entre otros como no podía ser de otra manera. Y va a seguir, Cristina Martín Jiménez advierte que el virus seguirá entre nosotros mutando hasta la eternidad y los líderes globalistas aseguran que vendrán más virus, una pandemia cada década atacando nuestra salud para lograr a través de la economía y la política cambiar el modo de organización social “Nuevas compras de deuda, nuevos préstamos y rescates se avalarán con nuestro futuro y el de nuestros hijos, llevándonos a una esclavitud sin límites”. Y estos sucesos geopolíticos no serán aislados, siguen fases temporales definidas.

Las fases serían:
1-Crear la pandemia.
2-Atemorizar a la población.
3-Forzar el endeudamiento y el empobrecimiento de los países.
4-Apropiarse de su soberanía y recursos.

Como prueba irrefutable de todo ello la autora nos recuerda que Bill Gates predijo el coronavirus hace diez años, y hace unos meses, en plena pandemia, anunció que tuviésemos esperanza porque su fundación conseguiría la vacuna para todos. Tampoco podía faltar la OMS que “desde los años setenta del siglo pasado, aconseja vender la esperanza de un futuro mejor a través de las vacunas”. Y es que si la incertidumbre es el arma de control, la vacuna tiene el objetivo “salvador”.
Y cita a Diwight D. Eisenhower en la década de los cincuenta del siglo pasado: “Nuestro objetivo no es conquistar o someter por la fuerza un territorio. Nuestro objetivo es más útil, más penetrante, más completo. Estamos intentando, por medios pacíficos, que el mundo crea la verdad. […] A los medios que vamos a emplear para extender esta verdad se le suele llamar «guerra psicológica”. Y es que la “globalización de las élites” viene de lejos y ha conseguido eliminar el pensamiento crítico entre otros medios a través del control absoluto de la información, y atención, la Cuarta Revolución Industrial por su desarrollo tecnológico ha hecho que la humanidad sufra el mayor y más agresivo ataque de la historia.
“El virus existe, pero es la excusa para conducirnos a la aceptación de las reglas de una nueva sociedad para cuya implantación llevan décadas trabajando. ¿Cuál es mi principal objeción a ese nuevo gobierno mundial? Pues que abandona los valores por el camino. Se focaliza en la producción, en el mercado y, en el fondo, está manejado por la codicia y la psicopatía de la élite que trabaja para implantarlo. Nos somete, en el sentido espiritual de la palabra, pues considera al ser humano un simple productor y consumidor, un número, un esclavo. Enredados en sus ambiciones y soberbias personales, las élites han desatado sus pasiones más oscuras de los políticos y pseudointelectuales. Y han despertado al dragón antiguo de siete cabezas, esparciendo la guerra, la muerte, la desolación y el hambre por todo el planeta. Su guerra va en serio. Se trata del futuro del ser humano.”
¡Pero hay esperanzas! Ya no logran engañar a todos y desde las redes sociales se desafía la condena de censura “de la misma forma que surgieron voces discordantes en el pasado — Kennedy, Gandhi, Jesús, Juana de Arco— que cambiaron el rumbo de la Historia, ahora, entre la erróneamente considerada masa esclava, surgen voces que horadan la autoridad de los aspirantes a tiranos”. La autora se sitúa entre los rebeldes con autoridad moral que no pertenece ni tiene vinculación con partidos políticos, ONG, sindicatos, fundaciones u organismos internacionales que puedan controlarlos en su causa contra el totalitarismo global.

Cristina Martín Jiménez en este La verdad de la pandemia plantea una visión absolutamente conspiranoica del mundo que desgraciadamente tendrá quien se la crea, en España en este sentido vamos por detrás pero es cuestión de tiempo. En el caso de esta autora ya había “desmantelado” el plan del Club Bilderberg con varias publicaciones, entre sus logros está que el Ministerio de Comunicación de Venezuela quiso que escribiera la biografía de Hugo Chávez y estuvo con Fidel Castro en la Feria del Libro de la Habana, durante un encuentro privado con intelectuales seleccionados.

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