No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

jueves, 28 de diciembre de 2023

Ucrania, una obligación de Occidente frente a la amenaza Vladimir Putin, 2024 será un año violento, por Jorge Navarro Cañada.

Termina 2023 y se abre un 2024 incierto en lo que a la situación bélica del mundo se refiere: Ucrania y Palestina en ebullición, con riesgo de extensión evidente, y otros conflictos abiertos, algunos de ellos evolucionarán a problemas mayores, incluso permanentes. Pero si cabe tan inquietante como ello será la predisposición defensiva de la Comunidad Internacional como reacción a cambios que se avecinan de manera irreversible, la crisis del transporte marítimo en zonas sensibles para el comercio y la comunicación en general es solo un anticipo de lo que viene.

El caso de Ucrania lo he trabajado profesionalmente desde 2014, tienen desde entonces varios artículos aquí, incluidas las distintas crisis rusas y lo que sin duda es una visión “paranoica” del exterior que corresponde en cierta manera a la concepción rusa del contexto internacional y que con Putin alcanza niveles superiores. Ciertamente el criminal del Kremlin ha generado una situación de alto riesgo, no solo por el frente de Ucrania, es que el “patio trasero” ruso se va a complicar sobremanera en 2024 con sendas amenazas de desmembramiento y segura pérdida de influencia y control de varias ex repúblicas soviéticas. Algunos de esos conflictos como el que persigue a Azerbaiyán y Armenia, es también susceptible de extensión a terceros países como Irán, Turquía… pero especialmente a la propia Rusia. Igualmente en el índice de El Polemista lo encontrarán http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html

Volviendo a Ucrania: el país se encuentra en un riesgo inminente de quiebra del propio Estado y cese de pagos, con la amenaza de estos más allá del momento actual por la congelación de ayudas que ejercen los Republicanos en EEUU o la Hungría de Orban en la UE. Con una economía destinada en buena parte a la guerra la ayuda internacional se hace imprescindible para la supervivencia del propio Estado, a la agresión rusa se suma la de convertirse un Estado fallido sumido en la quiebra sistémica. Y no deja de ser paradójico, Ucrania es hoy el primer “escudo” de protección real para Polonia y los Estados bálticos, su quiebra sería tener a Putin ante sus propias narices. Igualmente incluye a Finlandia y a los escandinavos, siendo estos los más afectados para una amenaza que realmente engloba al conjunto de la Unión Europea.

Es de suponer que la llegada de armamento previsto para el inicio de 2024 que incluye material de defensa aéreo en forma notable podrá cambiar el rumbo de la guerra que en los últimos meses se presentaba mejor para Rusia, pero en ningún caso se pueden pasar por alto escenarios como en los que en este sentido presenta la actualidad internacional: escasez de munición y material por estar este destinado a Israel y como antes mencionaba el siempre abierto riesgo ruso a la aparición de nuevos frentes que hoy no estarían previstos de forma inminente pero que son reales.

Afortunadamente Occidente ya ha asumido la amenaza rusa como real y permanente, ello incluye neutralizarlo también en terceros países. Veremos como intromisiones de Putin en terceros Estados, puede ser actualmente el caso del fraude electoral en Serbia, son respondidos por Europa; otros, por ejemplo el Sahel africano, tendrá en 2024 su momento de máxima tensión, otra región en la que Rusia se siente concernida, incluso en conflictos que le afectan directamente y que pueden reanimarse en cualquier momento, sea Siria o Libia por poner dos ejemplos.

Estos días Rusia amenaza a Japón; este, de manera abierta entra en la guerra de Ucrania cediendo misiles Patriots a Kiev y responde a la llamada de EEUU de sistemas interceptores de misiles tierra-aire tras la escasez de estos debido a la asistencia militar prestada a Ucrania. Para ello, Tokio cambia su legislación militar incluida la flexibilización de la normativa exportadora nipona al respecto. Un actor que tiene potencial determinante en el mapa geomilitar mundial da un paso al frente.

Otro aparentemente “dormido” como Alemania reconoce su récord en venta de armamento, fundamental a Israel; la cuestión no es menor, como parte del acuerdo Tel Aviv y EEUU dotarán a los germanos del sistema de defensa Arrow 3, diseñado para interceptar misiles con un alcance de hasta 2400 km, como parte de su programa de rearme tras la invasión rusa de Ucrania.

2024 no será un año pacífico, a buen seguro mantendrá los conflictos abiertos y aparecerán algunos que estaban latentes, otros van a comenzar a percibirse; no es menor el hecho de la situación electoral que se viene encima, tendrá gran influencia, más de la mitad de la humanidad está llamada a las urnas y hay casos como el Taiwán, India y EEUU que pueden generar tensiones por extensión de gran importancia.

Es otro tema pero un aumento de la amenaza terrorista no va a ayudar a la hora de evitar que la sensación de peligro y amenaza sea creciente a nivel mundial, no solo hacia el Exterior, también hacia el Interior de las diferentes sociedades de la Comunidad Internacional.

Todas estas cuestiones las podrán encontrar en el índice de El Polemista http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html

 

Foto: Misiles Patriot de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón. DW - US LATM



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