No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

miércoles, 19 de abril de 2023

Yolanda Díaz, la seducción del poder de Luca Costastini, y, ambición e inteligencia de riesgo.

Escribo estas líneas cuando se han producido cambios importantes desde esta publicación, la lideresa de Sumar abiertamente ha optado por “matar” a Pablo Iglesias y Podemos librándose así de esa atadura con el pasado. Es posterior a la entrevista que ofrecía a Jordi Évole donde acusa a los políticos de moverse en función del poder y el dinero (ella no se considera política a este respecto) por encima de programa y propuestas, también pasando por alto que Yolanda Díaz hoy es una incógnita en este sentido, ha sabido mantenerse al margen de toda concreción evitando así dañar su personaje. También señala machismo en políticos que curiosamente han sido sus mentores y quienes la han situado donde está, es el caso de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Decía ella: “He de decir que la única persona que me podría hacer llegar a mí que estaba en una terna sería Iglesias y aprovecho para decir que esto nunca ha pasado. Había una convicción entre todos los medios que lo daban por cierto. Yo misma me he quedado sorprendida, pero tengo claro que cualquiera de las personas que estamos trabajando está preparada para formar parte de un Consejo de Ministros”.

Costantini: “Iglesias había alcanzado una popularidad indudablemente mayor. Pero Yolanda Díaz no se quedaba atrás. Era una dirigente con experiencia, experta y con ciertos conocimientos técnicos. Pero era demasiado solitaria, sin un respaldo fuerte de ningún partido. En ese sentido, cumplía a la perfección con el perfil de la dirigente manejable por la dirección. O eso era lo que ingenuamente siempre había pensado Iglesias. La apodaba «Yolandiña». Y su mujer, Irene Montero, ya número dos del partido, también ponía la mano en el fuego por ella. Díaz contestaba a esa confianza con ataques públicos a Sánchez cuando, por ejemplo, parecía que anteponía a Ciudadanos para sus pactos de gobierno”.

Luca Costantini ya había tratado, también en la Ed. Esfera de los libros, el fenómeno Podemos (Aquí mando yo o Al olor del dinero). Su visión es claramente crítica, no lo es menos con la figura de Yolanda Díaz, ciertamente este libro es una crónica que sufre la velocidad de los acontecimientos. El tamaño y repercusión del personaje tratado es mucho mayor hoy tras entrevistas e intervenciones que cuando se escribe esta obra, pero aun así es valiosa para hacer un retrato de Yolanda Díaz, política que está llamada a ocupar un lugar importante tras el verano y la cercanía de las Elecciones Generales a finales de año.

Costantini en este Yolanda Díaz. La seducción del poder nos muestra a alguien sintetizable: pragmatismo y seducción. Pero tiene elementos novedosos en su día, por ejemplo, haber sido capaz de unificar elementos que venían fundamentalmente de Izquierda Unida con el nacionalismo gallego. Esta vía luego será clave en Podemos en toda España. En el caso de Díaz la seducción la hará desde Esquierda Unida y con Xosé Manuel Beiras (nacionalista histórico de referencia en Galicia), el libro profundiza en esta época nada amable en sus conclusiones, después desde esa posición con Pablo Iglesias y Podemos, para finalmente lograrlo con Pedro Sánchez como Sumar, en este caso con el aliciente de hacerse imprescindible para que este pueda repetir mandato. Su populismo, simpatía, encanto, y sobre todo la adaptación y la capacidad de moldearse a cualquier situación lo han hecho posible. Esta es la cara amable, también tiene la inteligente: mientras Podemos se mostraba como una guerrilla hostil con los medios, Yolanda Díaz ponía su cara más afable y agradable levantando un gran interés alcanzando así un notable espacio mediático. “Díaz rompía, además, con un modus operandi muy suyo. Hasta aquel momento, si detectaba un conflicto interno prefería siempre ponerse de perfil y dejar que pasara la tormenta. La excusa siempre era que a los ciudadanos no les interesan esas rencillas. Lo fundamental era no quemarse y seguir por su camino.” Esto trae un primer choque importante: La relación de Díaz con Montero es llamativa porque pasa de protegida a la persona encargada de enterrar todo lo que ha sido el ciclo de Podemos.

El autor indaga en el aspecto más negativo de la de Sumar: las traiciones: primero a Esquerda Unida y a Cayo Lara, a las Mareas, y vaticina otras, o se podría entender de su tesis a Ada Colau, a los errejonistas varios, a Alberto Garzón e Izquierda Unida… y finalmente al propio Pedro Sánchez. No aparece en este libro Yolanda Díaz como un personaje fiable, desde luego, aunque sí con una gran capacidad para competir y ganar espacios, Irene Montero sería muestra de ello como perdedora en la pugna que desde su capacidad de organización ha visto como la gallega ocupaba espacios y desunía a su formación.

“…cuando Montero, Garzón, Iglesias y hasta Castells entran en el Gobierno de la nación, los ministros de Podemos siguen pensando en esa máxima. Todos, menos una. Es Yolanda Díaz, y es consciente de que, una vez más, deberá lidiar con la soledad. Es una comunista (el carné del PCE es lo único que tiene en el bolsillo), pero quiere presentarse como un mirlo blanco. No tiene un partido detrás, pero sí el ministerio de mayor peso. Quiere construir.”

Yolanda Díaz lo tiene claro, “España dentro de poco va a necesitar a una presidenta, esa quiero ser yo”. Es más que probable que desde su inteligencia sepa que ese es un lugar poco probable, pero sí tiene claro que puede ocupar lugares importantes y que aspira a que estos sean cada vez mayores. ¿Sería capaz Yolanda Díaz de dar un salto de la magnitud de absorción de toda la Izquierda en España? No es descartable que ella tenga en mente el caso de Syriza griega, pero también los es que pronto caiga en la cuenta que muchas de sus capacidades también las tiene Pedro Sánchez, y me temo que al mismo tiempo este será lanzadera y freno de la líder de Sumar.

Tienen temas relacionados con la actualidad política española, por ejemplo el recientísimo Porque me da la gana (sobre Isabel Díaz Ayuso) de Alicia Gutiérrez http://elpolemista.blogspot.com/2023/04/porque-me-da-la-gana-ayuso-la-nueva.html en el Índice completo de El Polemista http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html



jueves, 13 de abril de 2023

Mamá, soy Trans de José Errasti, Marino Pérez y Nagore de Arquer, y, un problema sin solución.

Traigo este libro a El Polemista sin ningún ánimo concreto, de hecho, me encantaría que quien lo crea preciso opine, pero sí con intención de poner encima de la mesa el derecho a la exposición teórica desde principios científicos más allá de ser compartidos. Y es que un blog para la difusión de libros que no tiene ningún ánimo de lucro ni de beneficio personal alguno no puede dejar de sentir incomodidad ante la persecución de ninguna obra, sea la anterior a esta, Nadie nace en un cuerpo equivocado, que generó gran polémica y problemas, incluso físicos, en su presentación y difusión.

No tengo una opinión definida al respecto de la Ley Trans aunque si diversas objeciones, pero creo que de la experiencia se aprende y que habrá tiempo -como ya se está haciendo en algunos países europeos- de pulir y matizar las cosas, especialmente de concretar auténticos vacíos al respecto por la improvisación y rapidez con la que se ha hecho. En ningún caso me atrevería a cercenar el derecho de nadie y no es en absoluto el hacer reseña de este libro nada más que una exposición que por alternativa y, quiero pensar, bien intencionada, desde luego sí documentada y realizada con criterio, merece lectura.

Mamá, soy Trans, Una guía para familias de adolescentes con conflictos de género (E. Deusto) es un texto contundente, no omite elementos que pueden ser considerados ideológicos, “Puede que más adelante veas lo «imbécil» que eras — diría G. K. Chesterton—, pero mientras estás en la adolescencia, y ésta hoy dura mucho tiempo, te crees más sabio y woke que nadie. Lo cierto es que estás en el limbo: entre la infancia y la vida adulta, adultescentes incluidos, sin enterarte mucho de lo que ocurre. En este contexto, la disforia de género viene a ser hoy por hoy una «salida» para muchos y muchas adolescentes, la epifanía de la nueva alma: un sentimiento indiscutible que te pone en el centro del escenario, sin menoscabo del sufrimiento que implica (…) La ideología queer es retrógrada, al reintroducir los estereotipos sexuales, el dualismo alma/cuerpo y la medicalización de la disforia de género. Así mismo, borra a las mujeres como los sujetos políticos del feminismo. La ideología queer es opresora, al imponer la terapia afirmativa, una neolengua abstrusa e impedir el debate bajo la acusación de transfobia a todo el que discrepe de sus posturas.» «El transgenerismo queer se ha impuesto socialmente como resultado de su abanderamiento de una nueva justicia social demagógica, apoyada por una situación de ganancia mutua para la derecha neoliberal y la izquierda identitaria.”

Los autores, José Errasti, profesor titular en la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo, Marino Pérez Álvarez es psicólogo especialista en Psicología Clínica (antes catedrático), y Nagore de Arquer, mujer «desistidora» de un proceso de transición de género, plantean una diferenciación clara entre Transexualidad y trasngenerismo, este ha sido el elemento principal del debate, el sexo lo otorga la naturaleza, el género nos lo adjudicamos. Estos reconocen la primera como un “trastorno” que aparece en la primera infancia, supone un rechazo radical a la genitalidad propia y por una negativa tajante a asumir el propio sexo, es un “problema” con una bajísima incidencia -en el orden de 1 por cada 2.000 nacimientos -y se llama desde mediados del siglo pasado transexualidad. Esto excluye por completo a una chica o chico adolescente que declara haber descubierto que en realidad es de un sexo diferente. Se trata de una cuestión de género, no de sexo. Y los autores, insisten, están de parte de las personas que sufren lo que ellos consideran un problema que se puede deber a diferentes causas. No se escatima en este libro en ello, incluidos casos concretos, se tratan sin miedo circunstancias que van desde el suicido a otros traumas, “Varias investigaciones han encontrado entre los jóvenes que presentan disforia de género una frecuencia especialmente alta de esos problemas que suelen agruparse como “trastornos del espectro autista.” Las cifras no son unánimes, y van desde un 20 hasta un 70 por ciento, pero en ambos casos están muy por encima de las cifras que se encuentran entre la población estándar de referencia.”

Estaríamos ante el “boom transgenerista” más común en chicas que en chicos una desproporción de en torno al 80-20 por ciento. Esta mayor incidencia en chicas se debería a las peculiaridades corporales de su adolescencia, la presión a la que someten las redes a las mujeres o la irrupción del porno como agente de educación sexual de chicos y chicas.” Como ven Mamá, soy Trans no elude posible polémica alguna. “Para el adolescente atrapado en el movimiento trans, su transición es mucho más que un cambio en alguno de sus atributos. Es toda una transfiguración, una renovación existencial de la que retornar radiante. Es, por encima de cualquier otra cosa, el triunfo del yo, la victoria de la voluntad sobre la realidad, supone ingresar en una comunidad de elegidos exclusiva y selecta.”

Los autores consideran un verdadero atraso científico aplicar a los fenómenos psicológicos la lógica del transgenerismo, aunque en ningún caso niegan el derecho de todo adolescente a ser tratado, protegido y comprendido en cualquiera de estas circunstancias, pero también defienden “su derecho a que el Estado imponga ciertos límites a su explotación comercial por parte de la industria farmacéutica y a que supervise con lupa cada caso en donde se vaya a convertir a una persona sana en un paciente crónico o cuando se les pretenda extirpar órganos sanos.”

Hago esta reseña el mismo día que Errasti añade en El Mundo (https://www.elmundo.es/papel/lideres/2023/04/11/64357cf3e4d4d8a7478b45d4.html): "Lo que sucede en realidad es que nuestra sociedad, en los últimos 20 ó 30 años, está sufriendo una desvalorización de la realidad y la verdad, en favor del subjetivismo y el deseo. Está en todas partes: nunca dejes de soñar, el cielo es el límite, que nadie diga que tus sueños no son posibles, búscalos porque en algún sitio están... Cuando yo era joven, ese narcisismo adolescente acababa chocando con la realidad, con los hechos, que eran una cosa dura. Hoy, cuando el deseo choca con los hechos y la realidad, a los chicos se les dice algo muy claro: que le den morcilla a los hechos y a la realidad. Y eso mismo dice la doctrina 'queer': puedes ser lo que quieras. Pero la biología está ahí".

La edición de Deusto incluye el correspondiente glosario siendo un manual en toda regla.

Poco más se puede decir de un texto tan claro y preciso, de ahí que haya hecho uso de la cita para ello, y más allá de la posición que se tenga al respecto, tanto desde la puramente psicológica, sociológica, sexual, política… es un tema que se quiera o no genera problemas y discrepancias lógicas que no pueden ser abordadas desde la mala fe del discrepante en un sentido o en otro. Y desde luego sí tengo claro que el tiempo las va a matizar todas y que lo que hoy se tiene “claro” no se tenía antes ni se tendrá después.

El Polemista está abierto a toda opinión, en un blog de temas tan diversos, pueden encontrarlos en su índice general http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html



lunes, 10 de abril de 2023

Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa de Alicia Gutiérrez, y, la Donald Trump española.

No es fácil hacer reseña de un libro sobre un fenómeno político cambiante y de gran adaptación -más que un personaje o una ideóloga o líder- porque es antes que todo eso un torrente permanente de noticias, de hecho, está creado por Miguel Ángel Rodríguez para ello imitando muy bien las técnicas de comunicación que utilizó en su día Steve Bannon para fabricar a Donald Trump. Obviamente cada cual en su contexto. Es por ello que me permito hacer introducción propia antes de ir al libro de Alicia Gutiérrez, periodista por su parte muy adecuada para ello por, no lo olvidemos, tener en su cuenta éxitos en la investigación de la trama Gürtel y lograr antes de las elecciones a la Comunidad de Madrid (CAM) de 2021 forzar a Isabel Díaz Ayuso con sus informaciones rectificar su declaración de bienes tras años de omisiones revelando el nombre de la empresa cuyo 50% posee.

No se puede tampoco pasar por alto a un mes de las elecciones Autonómicas y Municipales la extraordinaria posición en la que la estrategia política y electoral de Miguel Ángel Rodríguez ha situado a Isabel Díaz Ayuso: si como hoy parece probable las gana, habrá sido ella quien lo haya logrado, no Alberto Núñez Feijóo al que aspira a sustituir si este no lograr la victoria a finales de año en las Elecciones Generales. Quizá ello hace más necesario el análisis de un personaje llamado a ser clave en la política española de los próximos años. Traigo esto porque al escribir estas líneas el líder del Partido Popular aporta en el desayuno informativo, organizado por Forum Europa, algunas perlas sobre ella: "una mujer que es valiente en lo que hace y dice y que desafía sin recato a los que quieren apropiarse de la juventud y el feminismo, que lucha con éxito contra esos tópicos en un doble frente, el de las ideas y el de los hechos". Feijóo admirado por la que sabe su probable competencia nada amistosa: "liderazgo con bravura, pero también lo que a mi me importa, un liderazgo con resultados” refiriéndose a la bajada de impuestos en 40.000 millones en la legislatura, que ha hecho que ya no haya ningún impuesto propio en Madrid. Frente a ella, un gobierno de España que busca" deshacer y desunir Madrid".

Y es que como sostiene la autora en este Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa (Ed. Akal), la presidenta de la CAM ha sido subestimada por sus ocurrencias y aparente torpeza e ingenuidad muy calculada y nada inocente. Está claro a estas alturas, y ahora lo tiene claro, que Pablo Casado no se imaginaba lo que iba a suceder cuando presentaba en 2019 a la gran novedad Ayuso como una política “sin complejos”.

Justo escribo estas líneas cuando sabemos que en la gran cantidad de controversias, incluso algún escándalo, hay cuestiones que nunca serán aclaradas o entre los suyos genera gran desconfianza. Hoy queda constatado, por ejemplo, que en el caso “mascarillas” en que la justicia no ha encontrado delito aunque sí evidencia del beneficio que obtenía el hermano de la presidenta Tomás Díaz Ayuso y su socio Alcaraz mientras la situación en la CAM era dramática y tampoco se ha podido constatar elementos clave como si la empresa china estaba acreditada para la operación o si la calidad del producto era aceptable en un contexto de caos como el que se generó en el peor momento de la COVID. Tampoco es posible pasar por alto la gestión de las residencias y el inasumible, para muchos, número de muertes y negación de traslados, atención… de las víctimas. Una responsabilidad que apunta directamente a Isabel Díaz Ayuso.

No es el único contexto en el que la gestión del gobierno de la CAM está en cuestión y abarcan desde obra pública de nefastas consecuencias como el Metro en San Fernando, hasta polémicas impositivas (descarada intención de hacer de Madrid una “paraíso fiscal” incluso llegar a afirmar su deseo de equiparar el modelo fiscal madrileño al vasco) o hacer del insulto y la descalificación de la Oposición todo un modelo de acción, a veces grotescos con su famoso “matadlos” telefónico. Quizá más discutible sea su prioritaria oposición al gobierno nacional de Pedro Sánchez sobre la gestión autonómica que le compete y que explica consecuencias nefastas de su gestión como es la desolación del sistema sanitario madrileño entre otros “logros”. Sin embargo, la particularidad de Ayuso en ser mucho más conocida por su histrionismo que por todo ello. Es aquí donde el libro de Alicia Gutiérrez tiene especial interés por ser un valioso análisis al respecto.

Isabel Díaz Ayuso ha logrado generar un constante efecto bumerán en todas las críticas que recibe por justificadas que estén, la autora lo sitúa en “La técnica del disco rayado” que consiste en repetir una vez y otra la misma frase, negando una respuesta a nada que se le plantee más que a la de la afirmación inicial. Simplemente no responde hasta lograr el agotamiento de su interlocutor. Ello le protege de las evidencias, de los datos, simplemente de los hechos incontrovertibles. Y lo eficaz y “gracioso” de la cuestión es que en el peor de los casos pasa por inocencia, aunque está previamente calculado. En materia impositiva la permanente denuncia de lo confiscatorio de lo impositivo y la obviedad de la suerte de invertir en Madrid frente a otras CCAA es ejemplo de ello. Así puede llegar a defender la salida de empresas o capitales de España como última opción que le queda a la gran empresa o al gran empresario ante el trato que recibe del gobierno de España o de los territorios que no gobierna el Partido Popular, la libertad económica que ella representa supera siempre al comunismo, mantra que los sectores más duros de la Derecha española han hecho suyos como argumento infalible, incluso defendiéndolos desde la arbitrariedad o el dato falso o la manipulación histórica. En este punto, y esto lo afirmo yo, es uno de los grandes éxitos de Miguel Ángel Rodríguez, lograr que cualquier afirmación de Ayuso, sea real o simplemente disparatada, se acepta por ser ella quien lo dice. Ese es uno de los paralelismos en las técnicas de comunicación que aportó Steve Bannon en la creación del “producto” Donald Trump. Mensajes breves, concretos, que calan y hacen al ciudadano encontrar una verdad simple, capaz de atraer su atención, de darle la razón en su enfado y de generar así un proceso de afirmación y liderazgo en quien la dice: eso es Isabel Díaz Ayuso. Ejemplos de la “incomunicación programada” aparecen en este libro, respecto al simplismo y a lo fácil de apelar sin complejos a la bondad -si le interesa- del paraíso fiscal, Ayuso contesta “Madrid es un paraíso en muchas cosas y yo no creo que un paraíso sea algo negativo para los ciudadanos” (2019, entrevista de Ana Terradillos). Esa simplicidad en la cuestión impositiva, su favorita, “Llevamos ahora mismo 17 años bajando los impuestos de manera consecutiva, hemos eliminado todos los impuestos propios y, sin embargo, recaudamos más y gestionamos los servicios públicos de la misma manera y encima con superávit y sin deudas para las generaciones futuras.” Repite una vez y otra hasta hacer válido cualquier argumento, aunque desgraciadamente sea imposible saber por qué si ello es cierto el gasto por habitante en educación, sanidad y servicios sociales no creció.

Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa es una notable crónica periodística con lo que ello implica, es un libro de emergencia, probablemente los acontecimientos en poco tiempo lo hagan insuficiente y deba ser actualizado, pero informa al lector y le ofrece un análisis sosegado a un fenómeno de naturaleza cambiante, rápido, aparentemente simple pero con sus complejidades, sin duda un ejercicio necesario.

ÍNDICE COMPLETO DE EL POLMISTA http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html