Asistimos
al ataque brutal y ajeno a toda norma bélica, terrorismo en toda regla, de
Hamás (como grupo de poder en Palestina) "Harakat
Al-Muqawama Al-Islamia”, (Movimiento de Resistencia Islámica) contra
Israel. Desde el punto de vista del agresor se defiende como una respuesta a la
ocupación ilegal de su territorio por parte de Israel, el trato de violencia
extrema e indiscriminada que sufren los palestinos del Estado israelita, y un
contexto internacional en el que el conflicto de Palestina ha pasado al olvido
y conceptuado como ahora se trata, Sur Global, hay una clara discriminación en
trato y atención a la situación de Gaza y Cisjordania con respecto a otros conflictos
como es especialmente Ucrania.
Desde
el punto de vista de Israel este ataque terrorista se enmarca en un contexto de
“normalización” ante el mundo árabe, relaciones de acercamiento y tolerancia
mutua (incluida nuclear) con potencias como Arabia Saudí y reconocimiento de
otras potencias regionales como Marruecos.
A
esta hora la reacción Occidental es unánime en favor del país agredido, Israel,
la deriva dictatorial del gobierno ultra de Netanyahu pasa a un segundo plano
ante el ataque terrorista de Hamas como no podía ser de otra forma. Se suma a
estos países Ucrania.
Desde,
volvamos al concepto de Sur Global, las reacciones son más ambiguas. Los países
árabes llaman al cese de las hostilidades. Otros no condenan el ataque de
Hamás. Escribo casi un día después de los ataques y la prensa China ni trata la
cuestión. En El Polemista se trató Resentimiento
del Sur ; razones y contradicciones, por Jorge Navarro Cañada, http://elpolemista.blogspot.com/2023/09/resentimiento-del-sur-razones-y.html
Una lectura desde la distancia apunta a un contexto mucho más amplio; como reflexión de emergencia ¿Veremos una escalada donde otros actores como Hezbolá entren en escena? ¿Se está adelantando Irán a lo que era una intervención de Israel apoyada por los saudíes anunciada? La salida masiva de EEUU de todos los escenarios donde antes imponía un orden corre como la pólvora y surgen conflictos de momento regionales que “ordenan” el nuevo mundo. Veremos cómo acaba esta crisis pero es de altísimo riesgo. En este sentido remito a artículos anteriores en este blog, especialmente a Acaba la globalización, comienza el desconcierto, por Jorge Navarro Cañada http://elpolemista.blogspot.com/2023/10/acaba-la-globalizacion-comienza-el.html donde El fin del mundo es solo el comienzo. Cartografía del colapso de la globalización de Peter Zeihan tiene un papel importante.
La realidad es que Israel acepta como precio para ocupar un papel de socio determinante sin EEUU en Oriente Medio la nuclearización de Arabia Saudí y la debilidad rusa tras su colapso en Ucrania, sumado a la incapacidad militar de China era un buen momento para reducir el papel de Irán. No olvidemos que otros conflictos, hoy ajenos, pero como el caucásico Azerbaiyán-Armenia que podría involucrar a Irán y Turquía, sumado a la extensión de la guerra de Ucrania en el Mar Negro tras potenciar Rusia su posición en Abjasia… son elementos inconexos que generan un clima de tensión generalizado. También sabemos que las preocupaciones energéticas en Siria por la debilidad rusa y la intervención, otra vez, turca contra los kurdos… en fin, repito, son parte de cómo se recoloca una región del mundo de alto voltaje que está llamada a moverse como respuesta al abandono de EEUU de su papel de garante del “orden”.
En el índice de El Polemista encontrarán
numerosas reseñas y artículos relacionados. http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html
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