El escenario se complica por horas, ya no por días; se han producido incidentes como la movilización militar de Egipto, el desafío de Erdogán hace solo unas horas proclamando a Hamas como un “movimiento de liberación no una organización terrorista” que responde a la ocupación israelí, país al que Occidente “le debe por lo sufrido” pero no Turquía. (La ONU ahora otro blanco de Netanyahu). Ello complica una situación hasta hace poco diferente, los turcos -que estaban acostumbrados a ser el beneficiado por los conflictos en el Golfo - intentaban alejarse de sus protegidos Hermanos Musulmanes (a los que está ligado Hamás) en busca de un acercamiento a los árabes y a Egipto, enemigo “mayor”, también en Libia. Y es que el aislamiento de Turquía es obvio, pero sus intereses energéticos también y su posición podría sumarse a la lista de emergencias para Irán y para Rusia si consuma directa o indirectamente con los azeríes la que parece decidida invasión de la región del corredor de Zangezur armenio, de importante consecuencias energéticas y comerciales.
Y
por si fuera poco la posición en Siria de varios de estos actores hace que para
Erdogán su mayor problema inminente podría ser Irán, eso no descartaría a Rusia
que se mantiene de momento al margen del conflicto palestino. Incómoda, su no
condena de Hamás molesta a un Israel que hasta ahora se había mantenido al
margen de la guerra de Ucrania pero a su vez es importante aliado de Azerbaiyán
y comparte intereses, otra vez energéticos pero también como gran cliente de
los israelíes, por ejemplo en armamento que ha desestabilizado el Cáucaso.
Podría ser una buena oportunidad para Zelenski de lograr en Israel apoyo.
¿Y
todo esto como afecta a Israel y Palestina? Poco si todo lo anterior no se
mueve, pero es difícil ignorar el contexto. Se podría citar alguna situación de
riesgo más.
Parece
ya seguro que fuera del mundo chií (no lo son ni Hamás ni Líbano, pero sí de
facto en esta guerra) nadie se va a sumar directamente a una guerra perdida para
los palestinos (incluyo a la Autoridad Palestina) y desde Occidente se le pide
pragmatismo a Israel, neutralizar la capacidad de fuego real de Irán en Yemen
es muy interesante para los países del Golfo, dejarle “fuera” de Siria y Líbano
les gusta a todos menos a Rusia, la definitiva anexión de Cisjordania cierra el
círculo de un Israel mucho más fuerte para un futuro inmediato de
regionalización de la geopolítica internacional. El precio a pagar es un
empobrecimiento de las democracias occidentales y un rearme generalizado, ese
es un efecto secundario, pero se podría poner el ejemplo francés que pierde la
que era una posición positiva en el mundo árabe y corre riesgos de incendio
social en su interior.
Mientras
China aumenta la tensión en el Mar de China sabedor que EEUU no puede estar en
tantos conflictos al mismo tiempo, pero alianzas como Quad, que reúne a Estados
Unidos, India, Australia y Japón sí, obviamente directamente afectados como
Taiwán, Filipinas, Indonesia… también. Es poco probable que China, dado sus problemas
interiores y el ya definitivo fracaso de su proyecto para el siglo XXI, principalmente
Franja-Ruta quiera un conflicto.
Me
he limitado solo a citar algunos ejemplos de la situación de riesgo bélico a
escala superior de mayor importancia una vez terminada la Guerra Fría.
Encontrarán numerosas reseñas y artículos míos en el índice de El Polemista:
No hay comentarios:
Publicar un comentario