No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

lunes, 13 de noviembre de 2023

Milei; suicidio evitable aceptando el mal menor, por Jorge Navarro Cañada.

Por fin llega la segunda vuelta de las elecciones argentinas y desde fuera el espectáculo es un absoluto delirio, pero es necesario ponerse en la piel de un país agotado y decepcionado con todo lo que ha conocido para pensárselo antes de juzgar la decisión que puedan tomar. Ese es el punto de partida que entiendo necesario desde el exterior.

Ciertamente no hace falta ser un experto en ninguna ciencia social para atisbar la catástrofe que supone un personaje imposible como Javier Milei al frente de un país que ya sabe que está a puertas de una quiebra en toda regla y duda en si agarrarse a un peronismo transformado -si cabe más que nunca- en un partido de Estado que puede gestionar los desastres que tanto ha contribuido a generar o a un auténtico “psicópata” social que asegura salvar a los pobres de sí mismos con una motosierra sobre sus cabezas. De otra forma no se explica que un candidato que basa lo esencial de su programa en algo empíricamente imposible como es la dolarización de Argentina pueda sentir un completo desprecio por su votante hasta llegar a humillarlo con sus excentricidades y hacer inevitable su voto. Pero tampoco nos engañemos, la opción de Sergio Massa consiste en que la ciudadanía acepte su destino de “perdedor” y se deje seguir siendo un espectador del desastre. Que me perdonen mis queridos argentinos, pero que nadie los juzgue en la comodidad de la distancia sin preguntarse qué haría uno en su lugar. Y es que a estas alturas no creo que ninguno tenga ninguna duda a que su obsesión material máxima, el Dólar, la moneda en la que calcula absolutamente todas las variables materiales de su vida al margen de Peso, no puede ser la moneda de Argentina: sencillamente no hay dólares suficientes para ello como primera premisa salvo que se acepte el valor cero del país por la vía de la expropiación de facto, la volatilización así de un mínimo del 10% del PIB  y hacer literalmente a las clases más desfavorecidas dependientes de la caridad. Y todo ello sin Banco Central y con una vuelta atrás que condenaría al país a posición de Estado fallido si cabe más endeudado, esos dólares que no hay en Argentina tienen que llegar vía préstamo, lo que supone -hay experiencias al respecto- privatizar las empresas públicas y obtener para los pagos a través de la confiscación de depósitos. Pero, ¿y si consigue Milei llegar a este trauma? Las consecuencias a día de hoy son imprevisibles porque estas no se pueden definir sin un contexto internacional que ahora es igualmente incierto. ¿Buscaría Argentina el abrazo de la decadente China como parte indignada del Sur Global y vuelta atrás pero todavía más débil?

La propuesta de Sergio Massa es más práctica: mostrar experiencia en la gestión negativa, ser un mal menor especialmente para quienes necesitan más del Estado y seguir acumulando más inflación y deuda estirando lo que pueda las reservas del BCRA manteniendo la actividad productiva a cualquier precio. Esto a la espera de un milagro Exterior por el cual la posición de Argentina sea esencial, por ejemplo en la Unión Europea de cara a conflictos como Ucrania y otros conflictos que estarían por venir o por lo menos la previsión de ellos. El sector agropecuario es clave en ello. En esto también Milei tiene puestas sus esperanzas, de hecho calcula que la dolarización reducirá la inflación a causa de la competencia en los mercados internacionales ya que -de nuevo espera- que no haya restricciones para las importaciones. Milei además tiene un plan B, la economía bimonetaria en la que el Peso fuera desapareciendo paulatinamente.

Una vez más fantasmas como el FMI amenazan, quizá para recortes brutales y políticas económicas liberales. Porque de una forma u otra va a llegar, esa es una losa que los argentinos saben que van a sufrir pase lo que pase. Se calcula que el dólar oficial bajo la administración de Massa no baje de los 600 pesos (el dólar blue -mercado negro- en 1500 pesos). Una previsión catastrófica pero prevista, la revolución Milei es sencillamente incalculable. En resumen, eso es lo mejor que puede ofrecer una Argentina que lleva años con una inflación del 140% interanual y un 40% de la población bajo el umbral de pobreza.

Otros cambios que pueden resultar importantes de forma inevitable como los vinculados a las batallas culturales sencillamente resultan delirantes, pero curiosamente el agotamiento de los argentinos hace que queden en un segundo plano, como la personalidad de un tipo sin más bagaje que una especie de iluminación y propuesta psicótica de la que presume y presenta como provocación abierta, incluso en símbolos como el insulto al papa Francisco o su anuncio de conversión al judaísmo. Insisto, todo esto ya da igual, no merece la pena si pararse en ello.

En materia de política Exterior sintetiza en una frase: "Mi alineamiento con Trump y Bolsonaro es casi natural”. Para él su segura alianza con EEUU e Israel como base de su política Exterior, no detalla nada más allá de la simpleza y la presunción de ceguera de su votante.

Ni que decir que si Javier Milei pierde la que ya es SU elección en positivo o negativo, recurrirá hasta donde pueda a la violencia y al no reconocimiento del resultado electoral, ciertamente en un país donde el control social del peronismo es absoluto podría quedarse en anécdota y Milei preguntarse como hubiera sido todo si sus inspiradores, Bolsonaro y Trump ocuparan sus respectivas presidencias.

Lo que se juega Argentina es continuar como Estado fracasado o pasar a Estado fallido, nada menos, con el coste que ello implica, aunque la polarización que les ha llevado aquí y que parece una constante en todo el mundo en aquel país se presenta si cabe como un riesgo mayor.

 

Índice completo de El Polemista: http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html

 

Foto Tomás Cuesta/Getty Images.



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