No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

martes, 30 de enero de 2024

La Amnistía del desgaste; ¿final del camino?, por Jorge Navarro Cañada.

En una política tan teatralizada es difícil calcular el siguiente movimiento, máxime cuando da la sensación de exceso y mal cálculo en los dos protagonistas principales, quizá porque han antepuesto su persona a cualquier otro interés (aunque obviamente en planos éticos y morales claramente diferenciados): Pedro Sánchez y Carles Puigdemont.

¿Realmente puede Carles Puigdemont -ya que Junts es él- decirle al conjunto de la sociedad catalana que no hay Amnistía porque no le afecta personalmente a él?, ¿puede su entorno soportar lo que sería un pronto adelanto electoral en el conjunto del Estado español y otro autonómico en Cataluña con semejante mensaje? Desde el primer momento ese error de cálculo le ha hecho a Pedro Sánchez llegar tan lejos y no darse cuenta que cuanto más cedía al fugado y su organización más se perdía en el “laberinto de túneles bajo la superficie” (permítanme la licencia de actualidad bélica).

Por su parte, si Pedro Sánchez por fin lograra sacar adelante la Ley de Amnistía y por extensión los Presupuestos (PGE) se podría plantear una legislatura de por lo menos dos años, pero visto lo visto, ¿satisface eso las expectativas de Pedro Sánchez?

Déjenme una maldad que no pasa de juego de intenciones ajenas: ¿Estaría el presidente del gobierno más interesado en el Consejo Europeo que deja Charles Michel en noviembre? (Iba a ser en junio según anunció pero se ha retractado y acabará su mandato. Es posible que si Sánchez llegaba hoy al Congreso con una decisión esta hubiera sido previa a esto último). Y es que Europa podría ser una solución para Puigdemont como eurodiputado si fuera el candidato de Junts el 9J y para Sánchez si optara a un cargo para el que sería más que bien recibido.

La realidad es que la apuesta por socialista por los de Waterloo ha resultado explosiva y pase lo que pase ha generado un enorme desgaste, si bien es cierto que la opinión pública no tiene la Amnistía entre sus preocupaciones también lo es que las que sí lo son aun habiendo sido bien gestionadas por el gobierno no se le reconocen como tal; no está nada claro que el PSOE actual pudiera rentabilizarlas electoralmente y si bien es cierto que el tiempo corría a su favor el desgaste podría haber cambiado esa ecuación. Como también lo haría un buen resultado en el trío electoral de Galicia, País Vasco y Europeas; y no mucho después catalanas.

En los mentideros de Madrid como diría un clásico de barajan diversas apuestas, lo cierto es que ello con Pedro Sánchez suele suponer perder; y si en la jugada entra un personaje tan imprevisible como Puigdemont todavía peor.

Mejor no apuesto, y la posición conservadora sería esperar a que Pedro Sánchez saca la Ley de Amnistía y una vez aguanta en la cuerda floja con éxito. Pero, ¿esto de caer siempre de pie realmente es eterno?

Y Puigdemont, ¿habrá apostado a perdedor desafiando a todo un Estado con sus cinco diputados frente a todos los poderes inesperados que van saliendo?

Y Vladimir Putin; ¿es casual que una Europa que está pensando seriamente en tomar medidas frente al criminal ruso -ahora que ya se acepta que es una inequívoca amenaza- mire con lupa las actividades, partidos, causas… que ha financiado y apoyado para debilitar a la Unión Europea?

No creo que a todas estas preguntas se pueda contestar todavía, pero sí que hay quien se las formula y que esta vez nada es tan simple como parece. Y Pedro Sánchez lo es mucho menos que un tipo como Puigdemont que ha creído que su camino a la impunidad era irreversible.

Dije en El Polemista que la Amnistía no tenía vuelta atrás y lo mantengo; ni Puigdemont es tan imbécil como para no comprender que mantener su amenaza hasta el final es su muerte política en persona y como personaje histórico para los catalanes.

Sobre este asunto encontrarán varios artículos y sobre la cuestión catalana y el nacionalismo multitud de ellos y reseñas desde el inicio del blog hace trece años. Índice de El Polemista: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html



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