Se debe el título de este artículo a una ecuación donde lo histórico, lo geográfico, lo político-económico y lo militar no dejan lugar hoy a una solución, máxime cuando necesariamente esta pasa por una intervención extranjera que no es viable en condiciones favorables en países donde se ha cambiado por completo el primigenio orden colonial, la metrópoli explota e impone la élite gobernante con esa finalidad, el siguiente, las colonias sustituyen a los grupos dominantes por las propios pero mantienen el sistema de explotación, y las actuales en concreto, las élites buscan renta en los recursos aunque cedan la explotación a nuevos clientes con más o menos diferentes condiciones siempre desfavorables, y ello en un contexto de absoluta crisis del ideario democrático-ya muy deficitario porque Occidente buscaba Estados “cliente” con ello- en países donde la total militarización en el control del yihadismo, migración y materias primas, da como resultados jóvenes militares ansiosos por ocupar ese lugar de poder. Les ayuda la sensación de fuerza irreal que genera su presencia permanente. ¡Y dan mejores condiciones de vida además de satisfacer los odios coloniales a la población! Es lo que hemos visto en las juntas militares que han tomado el poder en Mali, Burkina Faso (Ibrahim Traoré, su joven capitán es el mejor defensor de la teoría de la autodeterminación africana que cala en todo el continente) o Níger. Obviamente el papel de Rusia es determinante y a través de la participación de Wagner en la explotación de recursos mineros importante, fundamentalmente el oro, no en vano su propaganda e inteligente utilización por parte de Putin ha estado muy presente en todo lo que ha acontecido. Claro está, la necesidad imperiosa de tener la sensación de autogobierno de estos países -se extenderá- es clave para entender lo que sucede, desgraciadamente también lo que va a pasar porque la inexistencia absoluta de un organigrama institucional mínimamente fiable y creíble en el tiempo garantiza que estos militares, en el poco probable caso que lograran permanecer, vayan a cambiar algo salvo a las élites encargadas de repetir el ciclo.
En este punto es inevitable citar con cierto asombro a
Francia, no solo ha perdido la mitad del comercio africano, es que lo ha cedido
frente a otras potencias como EEUU, China o Rusia. Ni que decir que todo prestigio
está perdido, lo que es peor, credibilidad, y la imagen paupérrima de Enmanuel
Macron no tiene visos de mejorar en sus posibles recambios. Su legado en
política Exterior es demoledor por desastroso.
En este contexto la Comunidad Económica de los Estados de
África Occidental (CEDEAO) se convierte en una incógnita preocupante, ¿puede
mejorar o empeorar las cosas? Porque si logra reestablecer democracias
deficitarias clientelares de Occidente sería una solución dudosa, pero si
generara una guerra regional catastrófica. Al mismo tiempo debe frenar el
efecto contagio del golpismo, pero ello también requiere inversión y recursos
muy notables. Y tampoco está tan claro que los intereses occidentales coincidan
o pongan más énfasis en unas cuestiones o en otras; probablemente a muy corto
plazo la presencia de Wagner o similar sea la mayor preocupación, pero claro
está que el control de los movimientos migratorios, el comercio, la explotación
de recursos… siguen estando en el fondo de la cuestión y podrían darse
situaciones intermedias que no fueran del mismo gusto de Francia y EEUU por
poner un ejemplo, (no olvidemos que en Níger los franceses además de tropa
tienen un productor esencial para sus centrales nucleares de uranio).
Y por último, no olvidemos que la población de estos
países no vive de sus recursos mineros y sus explotaciones, lo hace de la
agricultura y la ayuda internacional en buena parte, son muy frágiles a las
hambrunas o catástrofes de todo tipo.
Desde luego África daría para mucho, entre otras cosas
porque no la comprendemos y lo que es peor, tampoco la entienden pueblos que difícilmente
alcanzan a vislumbrar la superación de estructuras incompatibles con su emancipación,
ello dejando al margen la obviedad de la complejidad de un continente tan
diverso en todos los parámetros humanos posibles.
En los próximos días veremos la evolución de los hechos dónde
nos lleva, Níger y lo que está sucediendo con las juntas militares marcará un
antes y un después a medio plazo en el Sahel.
África y “neosoberanismo”, la plaga de los golpes de Estado, de Sudán a Gabón, por Jorge Navarro Cañada. http://elpolemista.blogspot.com/2023/08/africa-y-neosoberanismo-la-plaga-de-los.html
En El Polemista podrán encontrar reseñas y artículos relacionados con la geopolítica http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html
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