No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

jueves, 31 de agosto de 2023

África y “neosoberanismo”, la plaga de los golpes de Estado, de Sudán a Gabón, por Jorge Navarro Cañada.

Ya vista por muchos como una “epidemia”, la caída de las “débiles democracias” en favor de juntas militares se extiende por África. Comenzó en Sudan en 2019, Mali, Chad, Guinea-Conakry, Sudán y Gabón estos días, en realidad sería una forma de toma del poder por la violencia militar, normalmente basado en motivos de “seguridad” entre otras amenazas como la yihadista, serían gobiernos temporales como transición a otros salidos de ciclos electorales, como parte de un nuevo ciclo histórico donde el soberanismo y la liberación de la explotación de lo que fue la África colonial lo justificaría. Y ciertamente el fenómeno es preocupante, no solo porque ya es obvio que solo se puede parar por la fuerza, es que resulta inevitable cuando se da en un contexto de militarización de la región y sensación por ello de “fuerza” de las tropas aunque ello pueda ser un espejismo. Las poblaciones creen que la permanente presencia militar supone la potencia de estas. Agrava la participación de mercenarios, especialmente rusos de Wagner, y el anuncio de grandes inversiones militares de la decadente China que suma a ello su catastrófica inversión en Deuda de estos países durante las décadas anteriores. Necesariamente habrá una reacción, tanto a nivel africano como internacional dada la amenaza que supone para Europa en forma de migración, yihadismo, narcotráfico… y también de modificación en las condiciones comerciales y de competencia de numerosas materias primas.

Desgraciadamente el riesgo de una situación bélica que implique a regiones enteras de África es un riesgo con el que hay que contar y asumir las consecuencias de ello.

Es un momento histórico, el 28 de julio en el Foro Económico y Humanitario Rusia-África el capitán Ibrahim Traoré, presidente interino de Burkina Faso tras el golpe de Estado ponía las bases de lo que será la ideología de la que se van a  dotar los nuevos movimientos políticos africanos supuestamente liberalizadores que justifican las intervenciones militares y la supresión de las democracias de baja calidad de buena parte del continente.

Probablemente inspirado por el panafricanista burkinés de los años ochenta del siglo XX Thomas Sankara, Traoré reclamaba el reconocimiento del papel histórico que ha realizado África, pero también el que realiza ahora por la seguridad y la lucha contra el yihadismo. Ello prólogo del aplauso a Vladimir Putin por supuestamente enviar cereal gratuitamente a seis países africanos tras el fracaso del acuerdo del mar Negro y advertir “no deberíamos venir a la próxima cumbre sin haber asegurado la autosuficiencia alimentaria de nuestros pueblos”. Y es que Traoré habla de todos los pueblos de África en “la supervivencia y progreso del continente”. Palabras como “dignidad, la autonomía y prosperidad, a pesar de las dificultades pasadas y presentes” frente al recuerdo del colonialismo el sistema denominado «françafrique». Y es que una de las razones de estos goles es la participación y connivencia de Occidente con regímenes diseñados para la presencia militar y el beneficio de las multinacionales extranjeras, situación que se ha intensificado tras “el asesinato del presidente libio Muammar Gaddafi por parte de la OTAN” como sucediera, afirma, con Patrice LumumbaThomas SankaraAmílcar CabralFred HamptonMalcolm XMartin Luther King Jr. cuyas ideologías entraban en conflicto directo con los intereses occidentales. Se trata con este movimiento de hacer un nuevo “reparto de África” frente a Francia, Reino Unido o Estados Unidos para dar cabida a otras nuevas potencias mundiales, como China, Turquía, India y Brasil. Sería la “contra” Conferencia de Berlín de 1884-1885 que aprobó el reparto del continente. Se trata de un discurso reivindicativo, “los presidentes africanos debemos dejar de ser marionetas que bailan cada vez que los imperialistas mueven los hilos”.

En El Polemista esta crisis se trató en Sahel, una crisis hoy sin solución, por Jorge Navarro Cañada http://elpolemista.blogspot.com/2023/08/sahel-una-crisis-hoy-sin-solucion-por.html 

Encontrarán otros artículos relacionados en el índice general de El Polemista  http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html

 Ibrahim Traoré, nuevo "presidente de transición" en Burkina Faso. Foto AFP.



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