No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

jueves, 6 de marzo de 2025

Rearme europeo y consenso en materia de Defensa. ¿Partimos de una visión realista o de la solemnidad estéril? Por Jorge Navarro Cañada.

 Emmanuel Macron luce solemnidad, lo vamos a ver en los próximos días en más líderes europeos; la situación lo merece, pero plantea un marco irreal como lo es la propuesta que viene desde Bruselas del rearme europeo y cambios profundos en las políticas de Defensa en general.

Hoy en la Unión Europea no es posible un consenso en materia Exterior ni tan siquiera en quién o qué es el enemigo respecto al que se debe priorizar la Defensa; es obvio para toda la Europa “occidental” que la frontera noreste es la prioridad, pero precisamente la Europa “oriental” en buena parte no lo comparte. De ello dependen los elementos fundamentales. De hecho la mutación política en la que se encuentra esta, en plena ebullición, no hace más que plantear dudas (como ya se ha analizado en El Polemista las elecciones rumanas de mayo marcarán un antes y un después, también con EEUU, no sólo con Rusia. Será con sus consecuencias uno de los momentos clave de este 2025 para el futuro europeo). Claro está que los Estados del Sur como España, Italia o Grecia pueden plantear prioridades alternativas.

¿Quién y cómo se paga? Y más trascendente, ¿De qué manera se organiza? Hoy la UE no tiene capacidad para plantearse una producción militar que lo haga viable. Para que sea realizable en el mejor de los casos y una vez despejadas todas las dudas preliminares sería necesario un lustro para poder equipararse por ejemplo a Rusia (según los especialistas hoy esta produce en un año lo que toda la Unión Europea junta podría hacer en cinco). ¿Recurriríamos a una compra masiva de material a un potencial “enemigo” dado que la posición de EEUU hoy no está lo suficientemente clara? Ciertamente los europeos tenemos la capacidad tecnológica e industrial, también el material para producirla, pero requiere un tiempo del cual hay dudas sobre si disponemos de él.

¿Quién lo produce? ¿Están dispuestos los Estados de la UE que no tienen capacidad industrial a pagar la fabricación masiva de armamento el extraordinario beneficio para los que sí la tienen? Supondría un extraordinario desvío de capital y recursos hacía esos países. Quizá en solucionar todos los prolegómenos se podría tardar lo mismo que en realizar lo acordado, si es que esto es posible.

Y las políticas actuales que marcan el ritmo democrático en cuanto a electoral en Europa, ¿es posible la reducción drástica de la presencia migratoria, tanto cualificada como por formar con la puesta en marcha de un proyecto industrial de semejante magnitud? Por poner un ejemplo.

La cuestión impositiva, ¿calcula Bruselas los desequilibrios (lógicos y necesarios por sus diferentes necesidades) en la modificación de déficits, deuda… de los Estados miembros?

Sería muy largo exponer la cantidad de inconvenientes que hoy se plantean para llegar a una conclusión:

Las carencias en Defensa de la Unión Europea (y de aliados fundamentales como Reino Unido) es sistémica y de imposible consenso por la divergencia de medios y planteamientos. La penetración de intereses contrarios a ella es de tal magnitud que sólo la harían viable de forma segmentada y quizá temporal, tanto este último aspecto que hay quien puede plantearse esperar aun más para probar a ver si la situación pudiera mejorar con lo que a EEUU se refiere. ¿O a China? La falta de acuerdo es proporcional a la de coherencia respecto a lo que se plantea.

Aparecen tentaciones de soluciones que han resultado en el imaginario que no lo son: la política nuclear como disuasoria. No lo es, hoy una solución militar de carácter nuclear no es factible, su multilateralidad la hace ilusoria e impracticable sin los efector contrarios a los que supuestamente pretendiera. 

Podemos seguir planteando solemnidad, patriotismo y orgullo nacional como hace Emmanuel Macron, pero son parches anímicos y emocionales: la realidad apremia, hacen falta liderazgos y visiones realistas y pragmáticas de la situación sin caer en el derrotismo o el pesimismo. No es fácil pero sí urgente.

En El Polemista podrán encontrar numerosas reseñas de libros y artículos míos en temas relacionados. ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html








No hay comentarios:

Publicar un comentario