No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

martes, 18 de marzo de 2025

Putin gana en primera instancia; Trump es tan previsible como manejable. El guion Curtis Yarvin al pie de la letra… está pasando aunque parezca increíble, por Jorge Navarro Cañada.

Putin acuerda con Trump detener los ataques contra el sector energético ucranio durante 30 días, pone exigencias máximas sólo por ello y evidencia una disposición nula para firmar nada que no sea la victoria que no ha sido capaz de obtener ni militar ni políticamente. Se asegura así su victoria mediática, el absoluto ninguneo a Ucrania y a Europa -que ni existen en esta negociación- y que a diferencia de Trump, el pueda mostrar músculo ante la ficción de opinión pública rusa. Donald Trump no obtiene ni eso, pero es un precio que está dispuesto a pagar a corto plazo. Eso sí, tan corto que puede llevarle al error de incontinencia que comete una vez tras otra.

Vladimir Putin humilla a Donald Trump por lo previsible que resulta este; de un lado la actitud de EEUU hacia Rusia se enmarca en una estrategia que prima a esta respecto a Europa en la que Ucrania no cumple ningún papel más que el de trámite incómodo para Putin en su presión, chantaje y boicot a los europeos. Tanto en el caso del Kremlin como el de la Casa Blanca un objetivo común: el final del liberalismo Occidental y la dependencia de sus aliados hacia ellos, en el caso de Europa una vez repartido Este y Oeste.

Y por otra parte hay una cuestión de estrategia; Donald Trump basa su mandato en un golpe de efecto permanente y una sucesión de noticias en torrente de la cual destaque la que él considera que más le favorece. Hoy, en pleno debate y lucha entre el Ejecutivo y el Judicial en EEUU y las serias dudas económicas que está generando la política económica estadounidense la “paz en Ucrania” con grandes réditos para EEUU se presenta como una noticia urgente y necesaria para Trump, además, sea dicho de paso, pasar una página en política Exterior previa a Oriente Medio y después a Panamá, Groenlandia… y un calendario que la Casa Blanca deja muy evidente que les genera gran impaciencia, justo lo contrario que una visión del mundo como la de Vladimir Putin, muy Oriental, se plasma en su política Exterior.

Y es que aunque sorprendentemente está logrando sus primeros efectos psicológicos ante el mundo, Curtis Yarvin, el gurú filosófico-político que más pesa en este “segundo” trumpismo presidencial, explicaba en 2022, inmediatamente antes de la invasión rusa a Ucrania cómo iba a ser la política Exterior de Trump cuando alcanzara en 2025 la Casa Blanca. Merece la pena su lectura atenta:

“El Putin ideal transformaría Ucrania en una joya perfectamente gobernada de la nueva y revitalizada Europa Central, post-estadounidense y post-liberal, con ropa tradicional, medios de transporte modernos e internet optimizado con fibra óptica… (…)  Si un triunfante Trump vuelve al poder en 2024, su primer objetivo no debe ser hacer uso del poder, sino tomar el poder, hacer crecer implacablemente el alcance de su poder a través de acciones valientes y decisivas. Y el ámbito adecuado para estas acciones es la política exterior.

El objetivo de Trump es ampliar su poder en lugar de obtener resultados, porque los resultados son ingresos económicos y el poder es capital (…) Si Trump puede actuar a una escala que ningún presidente que se recuerde se ha atrevido a actuar, sus enemigos se sentirán desconcertados y asustados; sus partidarios se sentirán exaltados y fortalecidos; y le resultará más fácil no solo obtener resultados, sino también tomar aún más poder. El triunfo engendra más triunfo. Y el exceso de poder no existe (…) Trump necesita un triunfo espectacular en política exterior, que será bueno de manera tangible para Estados Unidos y para el resto del mundo, pero que solo podrá lograrse aniquilando ciertas redes de poder dentro de ese famoso «poder ejecutivo». Idealmente, el triunfo político es tan total que ninguna organización puede subsistir de manera plausible: el problema simplemente desaparece (…) Trump debería dar carta blanca a Rusia no solo en los territorios de habla rusa, sino hasta el Canal de la Mancha.

El objetivo de la política exterior de Trump en Europa es eliminar por completo la influencia estadounidense en el continente.

Esto garantizará la derrota del liberalismo allí, mientras que aquí, en Estados Unidos, mostrará a liberales y conservadores que el liberalismo es mortal, con efectos considerables en la moral de unos y otros. Como dijo Clausewitz, todos los conflictos son sobre todo una cuestión de moral.

Las ideas liberales no son originarias de esta región. Son ideas angloamericanas. Fueron traídas por una marea de dinero, moda y bombas. ¿Y qué nación ha hecho más y mejor en los dos últimos siglos para vencer al liberalismo en Europa? Los alemanes del siglo XX quizá lo intentaron, pero los rusos del siglo XIX lo consiguieron (…) al igual que la antigua Europa de la posguerra fue un laboratorio de la democracia, la nueva Europa post-Trump debe convertirse en un laboratorio de la reacción.

Una vez que Putin tenga carta blanca en el continente, cada antigua nación europea encontrará una pata de oso que le ayude a restaurar su cultura tradicional y su forma de gobierno; cuanto más autocrática y legítima sea, mejor.

El problema fundamental del régimen de Putin es cómo extender su poder personal tanto en extensión como en tiempo. En extensión, debe ser más autocrático, más capaz de mandar personalmente en cualquier cosa y en cualquier lugar. En tiempo, su régimen debe durar no solo toda su vida, sino mucho más allá de su vida.

La ilegitimidad de las dictaduras del siglo XX es una mancha negra en la autocracia, porque contradice la autocracia (…) Rusia rara vez ha podido competir en todos los ámbitos con Francia o Alemania. Pero teniendo en cuenta el estado de estas naciones hoy en día, pasarán muchos años antes de que esto se convierta en una preocupación seria para ella.”

La figura de Curtis Yarvin es necesaria para comprender la deriva trumpista, especialmente el giro de la Alt-right a la Alt-tech, sin él sería imposible comprender la deriva Elon Musk. Como producto político-ideológico está siendo difícil darle cobertura en Europa a pesar del intento de algún partido ultra (como Vox) de introducirlo con el ideario cripto y similares. Algunos de estos también los encontrará en reseñas o artículos en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Foto Curtis Yarvin






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