No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

miércoles, 19 de febrero de 2025

Tierra Baldía. Un mundo en crisis permanente de Robert D. Kaplan, el vértigo ante un nuevo orden mundial.

Robert D. Kaplan, uno de los analistas geopolíticos más importantes del siglo XX y XXI, es un referente indiscutible por necesario e influyente, su reflexión siempre tiene repercusión y es esperada; en este caso ha sido rápida, quizá por ello hay huecos en el análisis que se echan de menos y que pueden dejar una sensación que alguien podría interpretar como ideológica o simplemente en la que premeditadamente no quiere entrar. Una lectura del nuevo orden desde una mezcla de miedo y melancolía realizado hoy no puede pasar por alto la guerra palestino-israelí, que sólo se menciona en añadidura a Ucrania que se trata como un conflicto menor que podría acabar generando consecuencias por un efecto dominó devastadoras. En realidad este punto, el del mundo en crisis permanente y que da título a la obra es la clave: nos encontramos en un momento extremadamente frágil de transición tecnológica y política, la geografía se contrae en un mundo mucho más pequeño por ello, de forma que hasta el último lugar del planeta se hace estratégico y puede resultar el inicio del desastre.

Un problema a mi juicio esencial en la tesis central de Tierra Baldía y al final de esta reseña me comprenderán. Parece imponernos: “es legítimo desear un mundo mejor pero no se atrevan a tocar el que tienen”. Tengo mis dudas de sin tan pocos meses después de haberlo entregado no cambiaría algunas cosas tal y como va este 2025.

Y vuelvo a la crítica inicial en lo que será una reseña por lo demás elogiosa, como es habitual en Kaplan estamos ante un ensayo ineludible y extraordinario; Waste Land: A World in Permanent Crisis es un libro escrito desde Occidente para Occidente, carece de una visión desde otro ángulo a pesar de ser un análisis mundial, nos otorga a los occidentales una moralidad superior que si bien desde su punto de vista es legítima, no resulta tan útil para proyectar una conclusión estratégica del mundo, y ello hoy no puede obviar visiones fundamentalmente Orientales, en Tierra Baldía regiones del planeta como el sudeste asiático, la India, buena parte de África, ni tan siquiera a nivel urbano (al que se le da especial importancia) apenas aparecen, sencillamente no existen, quizá por la emergencia de la obra. 

Robert D. Kaplan aparece aquí como alguien que si en sus últimas obras mostraba hastío y giro conservador, hoy es un erudito asustado y en cierta forma superado por la realidad, en algún momento, y pronto verán por qué, recuerda a los autores del pesimismo filosófico que lamentaban la caía del “viejo orden” a manos de las pulsiones nietzscheanas del siglo XX.

El final de la República de Weimar (1919-1933): es el punto en el que a modo de simulación nos llevan Rusia y Estados Unidos, China y Estados Unidos, Rusia y China, también las potencias regionales de mayor o menor proyección debido a sus conflictos y a la forma en que la tecnología continúa estrechando la tierra, vuelvo a este aspecto, está presente en todo el texto. Y es la fragilidad de Weimar, de sus diferentes partes, su fractura y sus desastrosas consecuencias el punto en el que estamos y hacia dónde podríamos ir. El cambio climático y las crisis ecológicas, políticas, económicas, el COVID-19… serían partes del mundo de hoy que Kaplan compara con esa fragilidad que en efecto dominó puede desembocar en el desastre.

Kaplan ha evolucionado a lo largo de su trayectoria en el análisis de la esperanza y voluntad democrática hacia la decepción y la defensa de la estabilidad y el orden por encima de toda consideración ideológica. La frase de apertura de Roger Scruton es toda una introducción: “... la esperanza, separada de la fe y sin ser atemperada por los indicios de la historia, es un activo peligroso, que amenaza no solo a quienes la aceptan, sino a todos los que se encuentran en el ámbito de sus ilusiones”. Usos del pesimismo.

“Cuanto más abyecto es el desorden, más extrema suele ser la tiranía que sigue, y esto nos lleva al final de Weimar”.

Fue la falta de orden, de una autoridad concreta y definida (el poder estaba repartido en distintos territorios alemanes como hoy el mundo lo está en Estados y territorios sin una autoridad común) lo que llevó al desastre, y esa caída desordenada y caótica acabó con Alemania en las manos de Hitler.

Necesitamos entender esa realidad como en su día la vio Churchill (esta idea la ha utilizado en sus últimas obras, especialmente en Mentalidad Trágica, también en El Polemista https://elpolemista.blogspot.com/2023/03/la-mentalidad-tragica-de-robert-d.html), apela a él como reaccionario eduardiano que conocía la realidad mundial a través de experiencia (guerras coloniales en África entre otras) y su condición de imperialista y orgulloso británico. Fue él quien comprendió exactamente lo que era y suponía Hitler, por eso lo quiso combatir desde el primer momento. El imperialismo de Churchill era inseparable de su oposición al nazismo visto como una agresión revolucionaria al mundo; ese pragmatismo se basaba en la idea, compartida con Kissinger, “el orden mundial puede no ser totalmente justo o compasivo, pero constituye la mayor legitimidad política posible en el ámbito de los asuntos humanos”.

El Orden debe ir antes de la Libertad, sin el primero no puede haber el segundo, y sin este no habrá Justicia, en la naturaleza humana el orden debe ser la virtud política primera (Kaplan de refiere al concepto de naturaleza humana de Hobbes, es un Conservador clásico, prioriza la estabilidad al suelo de progreso). La falta de orden en Weimar, a pesar de la riqueza cultural y humana que disfrutaba, desembocó en el nazismo.

Kaplan hace un inciso importante: la libertad individual lleva consigo cierto desorden incómodo, especialmente en una democracia de masas como la de Estados Unidos. Pero incide citando a Samuel Huntington: lo que hace grande a Estados Unidos no eran tanto sus ideales como sus instituciones, incluyendo la separación de poderes entre el ejecutivo, legislativo y judicial, y las autoridades federales, estatales y locales. La presidencia de Donald Trump de 2017 a 2021 puso a prueba esas instituciones, que se mantuvieron firmes a pesar de todo. Toda una advertencia que seguro cuando la hacía todavía no se imaginaba lo que venía.

Hoy, en su cambio radical y abandono de sus tradiciones y normas políticas, Estados Unidos está llamando al desastre social y político.

Volvemos a Churchill, Kaplan le aplaude con su defensa de las familias reales de Europa central, a pesar de haber estado implicadas en la I Guerra Mundial, pero garantizaban el viejo orden. Y lo lleva al día de hoy:

Recuerde siempre que las monarquías decorativas que existen en Gran Bretaña, España y el norte de Europa, especialmente en Escandinavia, siguen desempeñando un papel vital en estabilidad de la política de esos países.  “«La institución monárquica, despojada de su poder absoluto», escribe el teólogo estadounidense del siglo XX Reinhold Niebuhr, posee virtudes que surgen de «la voluntad y unidad continua de una nación en contraste con la voluntad momentánea incorporada en gobiernos específicos».” Aceptamos esas monarquías sólo porque su presencia es segura. Gran parte del mundo no tiene tanta suerte. La razón de que el siglo XX y los inicios del siglo XXI hayan sido tan sangrientos radica en que la fuerza estabilizadora de la monarquía en Europa central, Rusia, Oriente Próximo y Oriente Medio, así como en otros lugares, en términos históricos, desapareció de repente. 

La revolución rusa sería comparable con la caída de Weimar, aquí aparece Aleksandr Solzhenitsyn como uno de los hombres más destacados del siglo XX.

Antes de la Primera Guerra Mundial, el orden en sí, que había durado más o menos un siglo desde el final de las guerras napoleónicas, estaba totalmente asimilado y nadie pensaba en términos trágicos; y así llegaron el nazismo y el comunismo. Y eran tiempos como estos de integración global.

El orden, no importa cuán complejo sea el organismo social, se basa en algún tipo de cadena de mando, o de muchas cadenas de mando. La jerarquía lo es todo, especialmente en Rusia, que era un organismo inmenso y geográficamente ilimitado al que le faltaba una clase media auténtica. 

“Como escribió Kissinger en Un mundo restaurado, «el problema más básico de la política (...) no es el control de la maldad sino la limitación de la rectitud»” La superioridad moral explica las peores tiranías, las que destruyen a los oponentes por ilegítimos. 

Hoy la tecnología nos abruma con su tendencia a desestabilizarse por eslóganes simplistas de las redes sociales y juegos financieros frágiles; sus interacciones son muy estrechas, van hacia un Weimar geopolítico.

“Vladímir Putin ha sido el líder ruso más peligroso desde Stalin; Xi Jinping es tan implacable e ideológico como Mao Zedong; Donald Trump, cuya carrera política puede estar en tiempo pasado, es incluso más presuntuoso y superficial que Von Papen. Cada tirano es único, como lo es cada héroe.”

Si la tecnología libera, sus monstruos abundan, la clave está en la proximidad (hoy se puede recorrer el mundo a tal velocidad que el mundo se contrae), tampoco para las enfermedades, los elementos desestabilizadores tóxicos que nos amenazarán y nos abrumarán. Insiste Kaplan mucho en el concepto de “vivimos abrumados”.

Tierra Baldía quizá pierde interés en el análisis más genérico de la actualidad, puede resultar más obvio aunque visto como están pasando las cosas quizá sea la parte de este libro que va a sufrir más el paso del tiempo a una velocidad hasta hace muy poco impensable en los ensayos de análisis,

El declive de las grandes potencias en Afganistán, Irak, Ucrania son un síntoma, pero el de China presenta peligros añadidos, "gigantesco complejo militar de alta gama", el liderazgo de Xi Jinping convive con la pérdida de población y de fuerza laboral con la consecuente reducción del crecimiento económico. Su amenaza para Taiwán, Japón y Corea del Sur ha aumentado, inevitablemente lo será con Estados Unidos. Ello en medio de la lucha bipolar entre las potencias de Rusia, China, Corea del Norte e Irán y las potencias marítimas de los Estados Unidos, Europa, Ucrania, Israel y las potencias árabes sunitas conservadoras, desde el Golfo hasta el Mar Rojo y el Mediterráneo.

Kaplan hace una exaltación del intelectual conservador “que avisa”, a veces parece llamar a la negación de la acción más allá de la conformidad con el orden, puede ser paralizante.

La tercera parte del libro trata sobre la urbanización, las ciudades, aunque improvisa porque nunca ha padecido cierto occidentalismo que reduce, por ejemplo a la ciudad africana plagada de gigantescos barrios marginales y acumulación de basura como si ello no ocurriera en alguna urbe americana.

El declive de la civilización y la tiranía del rebaño, el individuo insensible que sale de ellas… queda un sabor amargo.

Lo dicho, un libro esencial, no se lo pierdan. Tierra Baldía (Ed. RBA), en España aparecerá el 5 de marzo.

En el ÍNDICE DE EL POLEMISTA encontrarán reseñas y artículos míos tratando muchos de estos temas, http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

 



lunes, 17 de febrero de 2025

“Carajoestafa”, la libertad entendida como no regulación. Criptomoneda, sólo es el principio; los “libertarios” se publicitan, por Jorge Navarro Cañada, y, Parásitos Mentales de Axel Kaiser.

“¡Viva la libertad carajo!”, dijeron para que nadie regulara, sobre todo al poder del más fuerte.

Hace sólo unas semanas en este blog advertía, Criptomonedas, el desastre que viene, por Jorge Navarro Cañada, y, Principios de economía de Saifedean Ammous, un manual para el delirio https://elpolemista.blogspot.com/2025/01/criptomonedas-el-desastre-que-viene-por.html ,y no podía ser más oportuno porque acompañaba el artículo en el cual explicaba el qué y porqué del cripto dinero y el cómo necesariamente iba a terminar, y eso que esta demostración que nos ha hecho Javier Milei no es más que una muestra de lo que viene, también hace idea de las consecuencias porque el problema afecta a buena parte de la extrema Derecha que hace de la negación de la regulación monetaria y económica en general su bandera (curiosamente de los aranceles, su lado opuesto, ahora también). Y en aquella entrada de El Polemista aparecía Principios de economía de Saifedean Ammous, el libro “primo hermano” de Parásitos Mentales de Axel Kaiser, (ambos editados en Deusto); si el primero es el ideario económico “libertario” pretendidamente heredero de la escuela económica austriaca, este segundo el político. Más adelante iré con la reseña.

Y es que la casualidad ha querido que coincida su análisis con la noticia que estos días llegaba desde Argentina:

En unas pocas horas el presidente argentino Javier Milei llamaba desde sus redes a sus seguidores a, “para incentivar la economía argentina”, invertir en una criptomoneda ($Libra) que valía menos de un dólar, la presentaban nueve desconocidos (en ese momento) que ganaban 87 millones de dólares mientras 44.000 argentinos perdían su inversión. 

La participación del presidente argentino en la estafa parece obvia dado que la página web de la oferta estuvo disponible tres minutos antes del anuncio presidencial en parece perfecta sincronización, de tal manera que la moneda pasó de 1 a 5.000 dólares de golpe. En ese momento, los nueve inversores retiraban los 87 millones ganados y los fondos invertidos desaparecieron repentinamente.

Ante la evidencia de la estafa, un furioso Javier Milei afirmaba su desconocimiento de “los pormenores del proyecto” y calificaba de “ratas inmundas de la casta política” a quienes reclamaban explicaciones: el criptogate ya estaba en marcha y el escándalo en pleno debate político.

$Libra, la criptoestafa, se trata de un producto de extrema volatilidad y riesgo, hasta el punto que se basa en la reputación y fiabilidad que da quien la presenta o publicita; una moneda (como todas las criptomonedas, hay casos políticos similares aunque de momento sin sobresaltos como $Trump) parte de un valor artificial sin soporte ninguno, se infla de manera artificial para que suba llamando a nuevos inversores que permitan a los iniciales retirarlo rápidamente y obtener el beneficio. En este caso el timo era tan obvio, que no tardaron desde el entorno de Milei en explicar disparatadamente desde el boicot en forma de hackeo primero, después que habían engañado al propio presidente, incluso que nada era lo que parecía. El escándalo estallaba en la cara de un Javier Milei que era colaborador necesario de una forma u otra en todo el timo; entre los inversores después se ha sabido que estaban empresarios en tecnologías del entorno del propio presidente argentino, incluso buena parte del proyecto en el que se englobaba $Libra se había realizado desde la Casa Rosada presidencial. Ya han llegado las primeras denuncias, ahora se entiende mejor la pretendida destrucción de toda regulación y control que defienden Milei y los suyos.

Llega a España Parásitos Mentales, todo un ejemplo de lo que es ese mundo, de hecho es un libro que sorprende nada más verlo, incluida la edición que ha hecho Deusto en España con una cubierta (la misma que la chilena de Ariel) que podría ser la portada de una novela de terror o de ciencia ficción; ciertamente el texto le hace justicia.

“Los parásitos mentales tienen el mismo efecto a nivel tanto social como individual. Si no son diagnosticados y combatidos a tiempo, sólo se detectarán cuando ya sea tarde, cuando el daño sea tan evidente como irrecuperable y la putrefacción social no pueda extirparse sino con un enorme dolor y un costo que pocos están dispuestos a pagar.”

¿Y quién se muestra de esta guisa? El chileno Axel Kaiser, tertuliano televisivo y profesor universitario, lidera el think tank contra la ideología woke Fundación para el Progreso… autor de varios libros del mismo sesgo. Los derechos sociales son inmorales y parasitarios, podría perfectamente sintetizarse así, no hay mucho más. Se define a sí mismo: “yo me siento un héroe que se ha atrevido a plantar cara a los autores del pensamiento tóxico” (El Mundo, 16/2/2025).

Y enumera los males:

Parásito I: La justicia social. 

De la mano de Rousseau, creador del parásito y seguido dos siglos después por autores infectados como Josep Stiglitz, la justicia social presenta como uno de los problemas más urgentes de la vida en común la desigualdad producida por el mercado fundado en la propiedad privada; el libre mercado requiere intervenciones estatales sistemáticas. Peor aun el superventas de Harvard University Press Thomas Piketty argumenta que la justicia social requiere impuestos a las ganancias y uno global a los más ricos como modo de equilibrar socialmente. Kaiser responde de la mano del profesor de Harvard John Rawls, se trata no de igualar resultados, sino oportunidades. 

En términos generales, intencionado para llegar a un público amplio o no, el libro recurre a esta forma de pensamiento básico, simple y pretendidamente obvio sistemáticamente; algo así como “el sentido común” con el que Donald Trump argumenta la falta de hechos que refuten sus afirmaciones. El victimismo basado en la “dictadura” de las ideas progresistas que serían absolutamente hegemónicas sobrevuela constantemente el relato.

Parásito II: Derechos sociales.

El “infectado” defiende que la sociedad desigual en materia de bienes fundamentales, como educación, salud, pensiones, vivienda o estatus en general, es injusta. El autor se da cuenta de la magnitud de la afirmación y la camufla asociando al parásito con la confiscación, expropiación, el monopolio del Estado y la prohibición de la convivencia del sector público y el privado. Esta visión totalizadora de la realidad es otra de las cualidades del texto, para el lector europeo que lleva conviviendo con indiscutible éxito en ella puede sorprender. Lo resuelve denunciando la confusión de libertad con el de poder, habría sido Hayek ya en su obra Camino de servidumbre (1944) quien mejor lo habría planteado. Los parásitos defienden la libertad económica entendida como conquista sobre las necesidades humanas mediante una abundancia de bienes creada por el Estado frente a la libertad de oportunidades propia del liberalismo clásico. Parásitos Mentales es un texto que busca desmontar lo que considera ideario tóxico muy por encima de afirmar o proponer alternativas más allá de la desregulación y el monopolio ideológico de la Libertad.

Parásito III: Neoliberalismo.

En este punto parece que el problema sería la mala interpretación que la Izquierda hace (cita a diferentes líderes latinoamericanos, de Fidel Castro a Boric) de las tesis del economista austriaco Friedrich Hayek o de Milton Friedman como darwinistas sociales que defienden el triunfo del más fuerte, punto que Kaiser se limita a negar.

Parásito IV: Estado Benefactor.

Tras denunciar al mismísimo canciller alemán Otto von Bismarck, décadas antes de la Primera Guerra Mundial como creador del monstruo. “El Estado benefactor, o Estado social de derechos, daña severamente el principio de derecho de propiedad y la libertad individual, porque supone que al menos parte de nuestro trabajo es del colectivo, y no de quien lo ha producido. Eso implica que unos deben trabajar gratis para otros, pues la riqueza para financiar esos beneficios sociales siempre debe venir de alguien que la ha producido (…) Dado que la riqueza se crea, cuanto más rica sea una persona bajo reglas de libre mercado, más enriquecerá a sus conciudadanos. La lógica de la colaboración en el mercado es, en este aspecto, como la de un equipo de fútbol. Messi hizo ganar a Argentina el Mundial de 2022, de eso no hay dudas. Pero, sin el resto del equipo, él no habría podido ganarlo, eso también está claro. Lo que ocurre es que la contribución específica de Messi a todo el equipo fue muchísimo mayor y determinante que la de los demás jugadores, por eso él era mejor pagado y la estrella indiscutida. Gracias a Messi todos se beneficiaron, pues todos fueron campeones del mundo y se hicieron mucho más ricos (…) Así funciona también el mercado. Si Elon Musk se hace multimillonario es porque la riqueza total que creó para los demás supera con creces la que acumuló personalmente.”

Perdonen por la extensión de la cita, pero creo que sirve para hacerse la idea.

Parásito V: Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

De nuevo Friedman da cuerpo al argumento sobre la RSC: las empresas no pueden ser responsables de ella porque son construcciones económicas y legales abstractas que carecen de conciencia o voluntad, por tanto no pueden serlo más que un edificio o una institución gubernamental. La responsabilidad correspondería a los individuos concretos agrupados en ella, a sus dueños, trabajadores, ejecutivos… que han de hacer todo lo posible por maximizar el valor de la compañía para los accionistas de la empresa que les pagan el sueldo. Así, la responsabilidad de estos no es con la comunidad, sino con los dueños que lo han contratado para maximizar – de acuerdo a ley- las ganancias de la empresa. Así, el problema fundamental de la idea de la responsabilidad social corporativa es que demanda del ejecutivo que actúe no de acuerdo con el mandato entregado por los dueños de la empresa que lo contrataron, sino según sus propios deseos o las expectativas de otros. Supone colectivizar parcialmente el capital y la propiedad para satisfacer deseos y necesidades de estos. Pone Axel Kaiser el ejemplo del combate de la contaminación, de la contratación de “gente menos cualificada por cumplir con criterios de diversidad perjudica la calidad de lo producido y afecta a los consumidores y a los dueños de la empresa, sin mencionar a la gente más capacitada que quedó desempleada simplemente por tener un color de piel o genitales que no cuadran con la idea postulada por el parásito mental de la responsabilidad social corporativa.”

Parásito VI: Diversidad, equidad, inclusión (DEI). ¡El peor y más peligroso de todos!

El DEI sería la negación del individuo como base del orden social imponiendo narrativas del poder, erosionando el Estado de Derecho y la convivencia por generar divisiones irreconciliables en la sociedad entre grupos identitarios. La organización con un fin específico perdería efectividad por imponerle diversidad, el parásito de la DEI, al infectar a las distintas organizaciones, las politiza, desvirtuando completamente su misión original. Obviamente al autor ni se le pasa por la imaginación el hecho de la utilidad representativa y lo que ella aporta en cualquier organización pública es parte objetiva de su misión.

Amplía este concepto el último de los siete males que puede ser muy interesante para las campañas de enaltecimiento de la Hispanidad como generosa obra española en América que realiza intensamente en los últimos tiempos la extrema Derecha.

Parásito VII: el buen indígena.

“La obsesión con la diversidad y la inclusión que se manifiesta en políticas de DEI y el multiculturalismo autodestructivo que proponen las élites occidentales tiene, como hemos visto, un fundamento en la idea de que el hombre blanco occidental es el ser más despreciable, racista y opresor que haya existido jamás. Este parásito mental reconoce ciertamente un origen en doctrinas neomarxistas que se propusieron destruir la civilización cristiana, pero encuentra un correlato en la idea de que el Nuevo Mundo fue corrompido por el hombre blanco, especialmente, por las colonias que establecieron las potencias europeas. Una y otra vez esta mitología ha servido para revoluciones e intentos de imponer una descolonización del orden social injusto, usándose como fundamento para centenares de normas nacionales e internacionales que dan privilegios especiales a grupos supuestamente indígenas a expensas del resto de la población y del progreso general.” (Volverá a Rousseau y su mito del buen salvaje).

Este Parásitos Mentales de Axel Kaiser advierte: La justicia social, los derechos sociales, el neoliberalismo, el Estado benefactor, la responsabilidad social corporativa (RSC), Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) y el “buen indígena” son los parásitos que imponen el crecimiento del Estado sobre la vida económica y las decisiones libres de las personas, generan burocracias gigantescas y subsidios para los grupos de interés, mientras se asfixia y destruye progresivamente al sector productivo. Los efectos sobre la libertad individual son demoledores, pues estos parásitos actúan gradual y sigilosamente.

El lector de El Polemista ya se habrá hecho perfectamente la idea de lo que significa el “libertarismo” que viene de Sudamérica y cómo se complementa con otras modalidades de lo que viene a ser lo mismo: la revolución reaccionaria gana espacios, se impone como alternativa destructiva del Estado Social y Democrático de Derecho, impone una modalidad de democracia autoritaria e Iliberal donde el más fuerte se apoya en una idea de la Libertad basada en la desregulación para poder actuar con absoluta y total impunidad.


En El Polemista se han tratado en profundidad todas estas cuestiones en reseñas de libros o artículos míos, en concreto y en los últimos tiempos la ultraderecha y otros movimientos reaccionarios, también específicamente la figura de Javier Milei. ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html



martes, 11 de febrero de 2025

Crisis política en Rumanía, clave en la pugna OTAN-UE y Putin. Una alerta importante para Occidente, por Jorge Navarro Cañada.

Se desestabiliza una pieza clave en la geoestrategia de la OTAN en Europa, quizá la más codiciada por Vladimir Putin en plena irrupción de Donald Trump y la extrema Derecha europea “afín” a Rusia.

El presidente rumano, Klaus Iohannis, dimite en respuesta a la presión parlamentaria de los partidos populistas y de extrema Derecha de Oposición (30% en escaños), dos meses después de que el Tribunal Constitucional de Rumanía declarara nulos los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales y cancelara el proceso entre acusaciones de injerencia rusa. En realidad Iohannis ocupa el cargo presidencial habiendo cumplido el máximo de dos mandatos de cinco años, pero se prorrogó tras la cancelación electoral en la que el ultraderechista Calin Georgescu ganara en primera vuelta. Klaus Iohannis iba a continuar hasta las elecciones presidenciales del 4 y 18 de mayo, ahora lo hará el presidente del Senado Ilie Bolojan, igualmente apoyado por la coalición gubernamental formada por el Partido Social Demócrata (PSD), el Partido Nacional Liberal (PNL) y la minoría húngara (UDMR). 

¿Qué tiene Rumanía que la hace tan esencial tanto como miembro de la OTAN (desde 2004) como de la Unión Europa (2007)?

Es una cuestión entre otras cosas “de mapa”; se interpone entre los Cárpatos y el Mar Negro, entre los intereses rusos y los Occidentales, geográficamente y con grupos étnicos en todos los países que la rodean, pero a día hoy es clave en Moldavia y su conflicto desde 1991 con la de facto rusa Transnitria, y en Ucrania en su guerra con Rusia.

Entre Europa Central y el Mar Negro supone también ser el país que se interpone entre lo que fuera la URSS y la antigua Yugoslavia, también ahora bajo amenaza de conflicto, igualmente por la inestabilidad serbia o en su conflicto con Kósovo (ha celebrado comicios esta semana sin resultado de gobierno claro). 

Importante su autosuficiencia energética, Black Sea Oil&Gas (BSOG), OMV Petrom y Romgaz, petroleras y gasísticas en Bucarest que aseguran a la Unión Europea recursos energéticos incluidos yacimientos petrolíferos de cierto nivel.

La sombra de Putin sobre Rumanía se traduce también en mafias, lucha de monopolios energéticos y más importante si cabe, punto esencial para la OTAN y EEUU como base segura (Mihail Kogălniceanu) sobre las regiones petrolíferas y estratégicas cercanas al Mar Negro y al Mar Caspio.

Históricamente su posición ya en el siglo XIX la colocaba entre el Imperio Otomano y la Rusia de los zares que apoyaban la independencia de los antiguos principados rumanos (Valaquia, Moldavia y Transilvania) de la soberanía otomana. En 1881 se proclamó el Reino de Rumanía bajo la dinastía de los Hohenzollern-Sigmaringen.

Tras la II Guerra Mundial, Rumanía bajo esfera de influencia soviética fue parte del Consejo de Ayuda Mutua Económica, COMECON (1949-1991) y el militar Pacto de Varsovia (1955-1990), aun así fue un socio en ocasiones díscolo con el grupo (con Albania, la Rumanía de Nicolae Ceausescu se opuso a la invasión de Checoslovaquia en 1968).

En 1989 caía el régimen comunista rumano comenzando el giro que acabaría haciendo de Rumania un socio fiable para Occidente a pesar de sus vaivenes políticos y que podría entrar en una fase de inestabilidad tras las elecciones de mayo que prometen ser clave en una Europa que parece abocada a una etapa de cambios drásticos.





jueves, 6 de febrero de 2025

Pinceladas incorrectas sobre el final de Palestina y la proclamación del gran Israel, por Jorge Navarro Cañada.

 Donald Trump siguiendo su estrategia de “normalizar” el exabrupto por la vía de la verborrea supuestamente descontrolada anuncia planes que hace inevitables tan sólo a la espera de concretar plazos, matices por la vía de la negociación-imposición… hasta hacerlos realidad.
No parece que en este caso le vaya a salir mal.

1- El mundo árabe (si se puede hablar de él en genérico) en realidad considera a los palestinos un problema que envenena a sus opiniones públicas y que son un potencial enemigo. 

2- Ni Egipto ni Jordania, absolutamente dependientes de la financiación y protección a sus regímenes norteamericana, incluido el libre uso de recursos imprescindibles como el Nilo para Egipto,  tienen posibilidad alguna de negarse al plan de “acogida” (los palestinos, eso sí, serán reprimidos brutalmente nada más llegar, no será la primera ni la última vez) y para ello además aparecerán otros países “voluntarios” en busca de congraciarse con el nuevo orden.

3- Las monarquías del Golfo participarán activamente en la “fiesta” de Gaza, primero en la reconstrucción, después invirtiendo en Riviera. Es una de las ecuaciones con las que cuenta Donald Trump en una operación donde la rentabilidad cumple un papel fundamental.

4- Turquía es el único país que podría complicar la operación pero el temor a que se convierta en un agravamiento de su crisis migratoria de contención y sus planes de satelizar la nueva Siria le mantendrán al margen.

5- La “desaparición” de Rusia de Oriente Medio tras la caída de Ásad con la neutralización de Irán y su eje de la Resistencia, por extensión geoestratégica en África favorecerán la aparición de nuevos “aliados” o colaboradores de Occidente, en algunos casos de la importancia de Argelia o Libia.

6- Europa, primero por miedo y después por sumisión a Trump, y segundo por temores migratorios, no hará más oposición que la simbólica, “si eso”.

7- “Bienvenido” a Israel al paso de súper potencia mediterránea (hasta Marruecos, ya abiertamente socio prioritario) además de en Oriente Medio, claro. El gran Israel es ya un hecho inevitable con la anexión de Gaza y Cisjordania y control de todas sus fronteras incluidas de facto zonas limítrofes.

8- Casual o no, el contexto internacional con el que se ha encontrado Donald Trump le permite cambiar por completo el orden mundial antes de cumplir su objetivo final: una “nueva Yalta” como en 1945 “reparta el mundo”. 

Y 9- Trump busca un marco de imposición “pacífica” y tendrá conformidad en el plano Exterior incluso en sus aparentes enemigos. Sus problemas vendrán más desde el propio EEUU y la resistencia del propio sistema norteamericano a su modelo.



jueves, 9 de enero de 2025

Criptomonedas, el desastre que viene, por Jorge Navarro Cañada, y, Principios de economía de Saifedean Ammous, un manual para el delirio.

La llegada de Donald Trump y su decidida apuesta por el bitcoin -a pesar de en su primer mandato denunciar literalmente como estafa el sistema de criptomonedas- garantiza un gran boom de estas antes de su debacle; ello, teniendo todo un Estado como EEUU no será tan catastrófico para los grandes inversores que tendrán alternativas, pero sí para inversores y empresas medias que se vean afectadas directa o indirectamente.

Donald Trump: “Estados Unidos se convertirá en la potencia minera de bitcoins indiscutible del mundo (…) El bitcoin y las criptomonedas harán crecer nuestra economía, consolidarán el dominio financiero estadounidense y fortalecerán a todo nuestro país, a largo plazo”.

Este producto para la especulación con consecuencias incluso medio ambientales en su producción (ingente consumo digital que se necesita para llevar a cabo cualquier transacción) y que al no tener soporte debería ser llamado criptoactivo, su precio deriva no sólo de su escasez sino, sobre todo, de la expectativa de que aumente, si este se sobrevalora automáticamente se convierte en burbuja, los casos más obvios del siglo XXI han sido las burbujas inmobiliarias aunque históricamente hay numerosos ejemplos.

Trump y la oligarquía que ahora acapara un poder inaudito en siglos es consciente que sólo comprando este activo lo revaloriza aun no siendo otra cosa que una anotación digital sin respaldo real alguno. Salvo la promesa del que será en unos días presidente norteamericano de compra del Estado por ley de un millón de bitcoins y mantenerlos durante 20 años para contar así con una reserva estratégica similar a la del oro, petróleo... haciendo inevitable la inversión masiva en ellos por inversores de todo tamaño y condición. Se asegura nombrando como director de la Comisión de Bolsa y Valores a Paul Atkins, gran defensor de los criptoactivos. 

En esta línea por ejemplo se encuentra el matrimonio de bitcoiners Stacy Herbert y Max Keiser, asesor principal del presidente Nayib Bukele de El Salvador, país que utiliza la criptomoneda como moneda legal del Estado junto al dólar estadounidense. En 2023, anunciaban como nuevo y brillante asesor a Saifedean Ammous, palestino presentado como austriaco (intenta buscar legitimidad científica en Ludwig von Mises y la Escuela Austriaca que asesorara al canciller austrofascista Engelbert Dollfuss entre 1932 y 1934) autor del bestseller The Bitcoin Standard (El patrón bitcoin), que gira en torno a lo conveniente de convertir al bitcoin en una alternativa ante los bancos centrales del mundo y el dinero fiduciario. No tardó en ser denunciado como un “anarcocapitalista que alguna vez fue criptógrafo adoptando su nuevo papel como burócrata al servicio de un presidente autoritario como Bukele".

Y ahora llega a España con todos los honores su último Principios de Economía. Una introducción a los fundamentos económicos (Ed. Deusto). Pretendidamente un manual básico de economía que seguro hará las delicias de los ahora seguidores del “anarcocapitalismo” tan de moda y que asegura en los próximos años un desastre de incalculables consecuencias.

Toda una síntesis en fondo por el propio autor:

“La imposición de leyes contrarias al propio interés de los seres humanos no cambia la naturaleza humana, sino que reduce el incentivo para comportarse conforme a la ley, destruyendo así el respeto de la sociedad por las leyes. Esta comprensión esencial es la razón por la que el economista sensato está a favor de la libertad económica individual y en contra de su restricción por parte de los gobiernos (…) el valor es subjetivo y depende del momento y el lugar en que se realiza la valoración. El valor se deriva de la elección humana, que es necesaria por la escasez. (…) Sin una concepción subjetiva del valor, no es posible encontrar explicaciones coherentes de por qué y cómo los seres humanos toman las decisiones económicas que toman (…) El intercambio más importante que realiza un individuo es el que realiza con su yo futuro”.

Y en forma defendiendo un concepto de cero intervención en el mercado: Saifedean Ammous sostiene que malintencionadamente y a través del inflacionismo monetario y la imposición del salario mínimo se convirtió al desempleado en componente de la economía culpando del desempleo al mercado beneficiando a quienes tienen interés en la inflación. O la explicación a la acumulación sucesiva de riqueza al margen de cualquier idea de desigualdad.

En esa negación de la regulación se incluye la tecnología que debe ser libre en su copia y reproducción, sin otro límite que el propio mercado. Obviamente en ese desprecio por la creatividad como valor personal lo científico “sin rentabilidad directa” pasa a ser un enemigo, “La histeria contra los hidrocarburos ha encontrado una nueva justificación. Las supersticiones pseudocientíficas incoherentes y no comprobables acerca de que las emisiones de gases de efecto invernadero son la perilla de control del clima de la Tierra se han convertido ahora en la razón por la que debemos deshacernos de los hidrocarburos y pasar a alternativas sostenibles”.

Y donde quiere ir a parar; el dinero es un invento del mercado, no del Estado; por eso el bitcoin es la solución:

“Al igual que con el oro, la plata y todas las formas de dinero, el reconocimiento estatista sigue a la realidad económica; no la precede ni la impone. Si el dinero hubiera sido un invento del Estado, y hubiera necesitado la sanción estatal para funcionar, bitcoin no podría haber funcionado con tanto éxito como lo ha hecho”.

Principios de economía de Saifedean Ammous es un delirio de este tiempo pero no puede pasarse por alto porque será memorizado como justificación de una deriva catastrófica en la que el concepto de libertad trasciende al de elección en sociedad y civilizatoria para transformarse, simplificando, a libertad para “hacer lo que le dé la gana a quien tenga poder o recursos para ello”. Queda bien retratado en el “¡libertad carajo!” ahora tristemente en vigor.

El bitcoin según Ammous es la solución tecnológica del libre mercado que permite a cualquiera reincorporarse al proceso de acumulación de capital y la civilización. No requiere permiso político, elude la política en general y la política monetaria en particular.

Y es que cuando habla de justicia pone los pelos de punta: “Una sociedad de justicia privada no trataría de proteger a las personas de sufrir consecuencias negativas, sino que les aplicaría esas consecuencias con una velocidad y eficacia que los monopolios gubernamentales no pueden igualar. El ladrón, el violador y el asesino serían castigados por sus víctimas de manera más eficaz que bajo el monopolio gubernamental, del mismo modo que el empresario en el mercado libre es recompensado de manera más eficaz cuando produce bienes que otros desean.”

Concluye este Principios de Economía. Una introducción a los fundamentos económicos (Ed. Deusto): “El actual monopolio parasitario de la banca gubernamental es sólo uno más en la larga lista de desafíos a los que se ha enfrentado la razón humana, y bitcoin puede resultar la herramienta que nuestra razón invente para superarlo (…) bitcoin será recordado como el logro de civilización más importante de nuestra era.”

Podrán encontrar numerosas reseñas y artículos con temas relacionados en el ÍNDICE DE El POLEMISTA http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Ilustración Matteo Giuseppe, The Atlantic.











lunes, 30 de diciembre de 2024

Breves previsiones de 2025; la lógica de la fuerza y el proteccionismo, el declive de la democracia liberal y los consensos multilaterales. Por Jorge Navarro Cañada.

 Termina un mal año, 2024,  probablemente aparecerá en los libros de historia como un momento clave en el siglo XXI de la decadencia de un modelo de globalización mundial que comenzó tras la Segunda Guerra Mundial y que ha dotado a la humanidad de sus mayores cotas de libertad, tecnología, salud y bienestar, por supuesto también de multitud de aspectos negativos, entre otros de deterioro medioambiental que sin duda son determinantes para comprender la situación en la que inicia un nuevo tiempo.

2025 supondrá un cambio en la convivencia internacional y en las tensiones geopolíticas; termina el multilateralismo propio de la globalización en el que diversas organizaciones internaciones las “gestionaban”, incluida la fuerza militar y la coacción, para que sean estas en adelante la que establezca las relaciones entre Estados que se establecerán de forma bilateral. También en el ámbito económico, a nivel nacional se impondrán modelos ultraliberales con la contradicción de la participación estatal en prioridades como la inversión y producción militar en un creciente e imparable proteccionismo.

Este deterioro de la convivencia internacional tendrá un devenir desastroso en materias clave como la gestión de las consecuencias del Cambio Climático -con posibles catástrofes cada vez más frecuentes- donde a pesar de la evidencia diferentes negacionismos avanzarán priorizando intereses económicos, fundamentalmente corporativos y de grandes emporios. Estos además tendrán en la improbable regulación de la digitalización (redes sociales, Inteligencia Artificial…) cada vez mayor capacidad de injerencia y participación en detrimento de los acuerdos y restricciones, lo que repercute en una pérdida de los consensos y lo que es más grave: una mayor desigualdad a todos los niveles entre el mundo desarrollado y los países emergentes, sin duda una fuente de conflicto permanente y creciente a corto, medio y largo plazo. 

Cambio en las prioridades, la llegada al poder de ideologías extremas y en algunos casos delirantes supondrán un frenazo en la investigación médica y en la cooperación internacional, retrocesos como los que ya anuncia EEUU en materias como las vacunas suponen una advertencia sobre el desarrollo de posibles enfermedades, epidemias… También en cuanto a las libertades y derechos civiles podría comenzar un parón o una vuelta atrás, la obsesión contra las ideologías vinculadas al Woke por parte de los grupos y gobiernos ultras tendrá especial cobertura, también otras “fobias”. Y desde luego los inmigrantes seguirán siendo el chivo expiatorio de todos los males a vista de estos.

Un cambio del modelo económico mundial de la era del comercio a la del proteccionismo, del multilateralismo global al regional, también afectará a la libre circulación, incluida la del transporte, su coste y frecuencia afectando a modelos basados en ello, quizá al turismo, desde luego a un retroceso de las economías basadas en Servicios.

El 20 de enero Donald Trump tomará posesión como presidente de los Estados Unidos. Será una de las fechas de 2025 y la confirmación de la nueva era, además abrirán un periodo en el que se despejarán poco a poco las dudas e incertidumbres de un mandato que parece que tendrá en Elon Musk su principal protagonista y candidato de inicio a personaje principal al menos del año. Este asunto será clave por el enorme poder a nivel planetario que podría alcanzar, también internamente los recelos que pueda levantar un fenómeno “Rasputín”, me permito la ironía pero podrían acabar habiendo analogías. Es también determinante en clave regional, sólo la amenaza y la advertencia de Trump a sus vecinos México y Canadá van a tener repercusiones, incluso en el posible principio del fin de periodos como el de Justin Trudeau (octubre y noviembre electoral) o de complicaciones del de Claudia Sheinbaum. 

2025 en América será un año marcado por la cuestión migratoria en la que habrá fuertes tensiones como en materia de seguridad siendo el narcotráfico fundamental, atención a las elecciones legislativas de Argentina que se celebrarán el 26 de octubre, serán un test esencial para Javier Milei con repercusión importante en toda Sudamérica. También habrá elecciones presidenciales en Ecuador en mayo, en octubre en Bolivia, o en diciembre en Chile entre otras.

Europa girará en torno a su declive, la UE pierde influencia y unidad, veremos si la guerra de Ucrania dará un giro trascendente con el cambio en EEUU, la fecha de inicio clave será el 23 de febrero con las elecciones en Alemania. Un país en horas bajas del que intentará sacar partido la extrema Derecha que a esta hora sigue marginada por el “cordón sanitario” que empieza a aflojarse en el resto del continente, hecho que favorece la intromisión de Vladimir Putin, pero también ahora de Elon Musk, escribo estas líneas cuando Alemania incide en su decepción al constatar que un artículo indecente del magnate en propaganda electoral para la ultra Alternativa por Alemania (AfD) aparece en prensa de forma prioritaria, algo impensable hasta ahora. Este clima de inestabilidad e incertidumbre es común a países como Francia que podrían llegar a adelantar elecciones legislativas en la segunda mitad del año o en caso extremo presidenciales, también amenazan a otros como Reino Unido (elecciones municipales en mayo) o España, (¿habrá cambios estratégicos entre gobiernos europeos haciendo de esta otra vez un país “periférico”?) decisivas las elecciones polacas en mayo, Donald Tusk y su liberal y europeísta Plataforma Cívica (PO) intentarán consolidar el cambio en el país. También habrá que estar atentos entre otros comicios a legislativas en Kósovo en febrero (punto caliente en este 2025), Albania en mayo, Noruega en septiembre, presidenciales en Irlanda en octubre. 

Tendremos importante cumbre OTAN en La Haya, y en materia de seguridad la Rusia de Putin merece espacio aparte, como sus vecinos; además de la guerra de Ucrania, Bielorrusia tendrá pantomima electoral en enero, pero la deriva de Moldavia o sobre todo Georgia (¿repetición electoral y giro pro europeo? Elecciones locales en octubre) en relación a Rusia será importante; como los episodios de guerra híbrida protagonizados por los rusos que verán como las sanciones ahora sí repercuten seriamente sobre ella y que evidencia un estado lamentable y obsoleto a todos los niveles, también militar demostrada su debilidad tras el fracaso en Siria o la desesperada petición de ayuda a Corea del Norte en una estrambótica operación militar que sorprendentemente Europa ha aceptado en su territorio. Atención en septiembre al 80 aniversario del final de la II Guerra Mundial, puede ser “curioso” cómo se llega a él, también entre Putin y sus amigos de la extrema Derecha europea. Para entonces Rusia podría estar en una posición desfavorecida respecto a la actual, aunque ciertamente la de la Unión Europea también.

Oriente Medio comienza 2025 con la victoria clara de Israel sobre el Eje de la Resistencia comandado por Irán; la incertidumbre sobre este y las repercusiones de sus tensiones bélicas que se extienden de manera alarmante sobre regiones determinantes sobre el comercio mundial como el Mar Rojo, el Golfo Pérsico… darán titulares de gravedad, como la desastrosa deriva que le espera a la nueva Siria, tanto en su interior como en su proyección exterior. Turquía, llamada a ser una potencia regional decisiva, no solo para la Oriente Medio, también para Europa con la cuestión de los Refugiados, con el norte de África con el que las relaciones con Rusia pueden transformarse a graves tensiones o curiosamente alianzas en torno a Libia. A ello se suman las pugnas energéticas, el nexo entre Oriente Medio y el Mediterráneo puede ser explosivo.

En todo ello como en el resto del mundo China tendrá un papel determinante en su pugna con EEUU, pero si bien se verá perjudicada en su maltrecha economía con la guerra comercial y el proteccionismo, este también servirá para que aumente su influencia en todo el planeta cubriendo huecos que dejará Occidente de la mano de los norteamericanos, hasta el punto de encontrar oportunidades como socio necesario donde antes sólo podía ser inversor.

Asia verá en el conflicto potencial con los chinos momentos de tensión, sin perder de vista a Corea del Sur, con seguridad también va a tener foco informativo.

India o Indonesia están llamadas a tener relevancia económica mayor de la esperada en el nuevo contexto, aunque Taiwán y el Mar de China destacarán otra vez por su riesgo permanente de conflicto. Filipinas tendrá unas importantes elecciones en mayo. 

África responderá en 2025 de forma muy desigual. No olvidemos que Sudáfrica, Nigeria y Angola poseen el 40% del PIB de la región subsahariana, pero en su conjunto esta tendrá un crecimiento menor que las demás regiones en desarrollo del mundo, tendencia que por otra parte ya arrastran ostensiblemente desde 2020 y también se prevé para 2026.

El Sahel continuará dando quebraderos de cabeza y preocupación, previsiblemente su distanciamiento de Occidente, especialmente de Francia, irá a más, aunque es posible que el crecimiento de la influencia rusa decaiga en favor de China. 

Países como Egipto que ven un marcado un deterioro de las condiciones socioeconómicas y una afluencia de capital privado en el sector manufacturero del país podrían sufrir protestas sociales, otros como Libia a pesar de apuntar crecimiento a priori podrían sufrir a cuenta de su posición energética y geoestratégica. Marruecos debería consolidar con apoyo de EEUU el reconocimiento de su soberanía sobre el Sahara aunque las tensiones con Argelia siempre son una amenaza, esta vez dado el nivel de rearme de ambos si cabe mayor.

En principio sobre las democracias africanas que muestran cierta calidad como tales no debería haber mayores problemas, de ellas Sudáfrica presidirá el G20 en 2025 y deberá defender las prioridades y enfoques del Sur Global, de las otras tres Namibia, Botsuana y Ghana, destacar que en esta última se producirá con normalidad la vuelta al poder de John Mahama el 7 de enero, presidente de la República por primera vez en 2012-2017 y candidato del partido opositor Congreso Nacional Democrático (NDC), después de ganar las elecciones.

2025 antes de su comienzo aparece como una incógnita, pero creo que el pesimismo y la preocupación están en el ambiente. Lo que no parece dejar dudas para nadie es que comienza una nueva etapa que hoy es todo incertidumbre.

Todos estos temas, algunos de manera extensa en forma de análisis propios o de reseñas de libros los encontrará en el índice de El Polemista http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html




lunes, 9 de diciembre de 2024

¿Israel se cobra los Altos del Golán en su totalidad definitivamente? El “Gran Israel” más cerca, por Jorge Navarro Cañada.

 Este artículo es la continuación de Siria, condenada al caos, la tiranía que hizo país, apuntes desordenados, por Jorge Navarro Cañada: https://elpolemista.blogspot.com/2024/12/siria-condenada-al-caos-la-tirania-que.html

De forma inesperada la oportunidad ha llegado en el momento preciso; Donald Trump hará el resto.

¿Completará Netanyahu la anexión de los Altos del Golán? No olvidemos que el dirigente del Likud sostiene la idea del Gran Israel que incluye estos, además del Sinaí, Gaza y Cisjordania. 

Al final de la Guerra de los Seis Días (1967) Israel se apoderó de los Altos del Golán, en 1981 Menachem Begin anexó esta región al Estado de Israel.  En 1974, con Siria se establece la delimitación entre ambos por una zona desmilitarizada de 70 kilómetros entre los territorios controlados por ambos países que debía ser patrullada por fuerzas de la ONU. A pesar de ello, los sirios vinculaban cualquier acuerdo de paz con Israel a su retirada de todo el Golán, se han producido diversas negociaciones en estos años, incluso se ofreció la devolución parcial en 1999 el entonces primer ministro israelí Ehud Barak, pero Siria sólo aceptaban la totalidad del territorio invadido. El primer gobierno israelí de Benjamin Netanyahu en 2009 ya dejó clara su negativa a ningún tipo de negociación al respecto.

El 8 de diciembre de 2024 tras la caída del régimen de Bashar al-Assad, Israel (con frontera con Líbano, Jordania y Siria) anunció la ocupación militar de la zona desmilitarizada en los Altos del Golán completándolos bajo su control, lo motiva en que el acuerdo de retirada de 1974 con Siria ha "colapsado" por abandono de las tropas sirias. Complementaba la medida con diversos bombardeos aéreos en el país por motivos preventivos.

Los Altos del Golán es un territorio que alcanza los 2800 metros a 60 kilómetros al sur de Damasco; permite un total control estratégico de toda la región además de una barrera natural de defensa respecto a Siria. Además del valor de su posición, se trata de una zona muy fértil en contraste con la región vecina, con grandes recursos hídricos, la cuenca del Golán desemboca en el río Jordán, la tercera parte del suministro de agua de Israel, además de turísticos incluidos el esquí.

En el lado de los Altos que ya ocupaba Israel se habían establecido cerca de una cuarentena de asentamientos judíos con más de 20.000 habitantes, la mitad de la población total, la otra son drusos musulmanes sirios (chiitas de rama propia) que ya habitaban anteriormente el territorio. 

A pesar de la negligencia de la Inteligencia israelí al no ver lo que estaba a punto de suceder en Damasco había “buena relación”, o al menos conversaciones con las facciones rebeldes de las provincias adyacentes de Dara'a y Quneitra. La operación "Buena Vecindad" israelí, proporciona ayuda humanitaria a los drusos, tratamientos en un hospital de campaña establecido especialmente para ellos y se ha trabajado toda “cooperación”, hasta ahora con el enviado de la ONU, Geir Pedersen.

Israel afirma que su presencia es temporal, es de suponer que fortalecerá sus lazos con los drusos que se oponían, aunque no de forma armada a Bashar al-Assad, tendrá fácil acceso a toda la provincia de Sweida en la que se asientan y así garantizándose una razonable convivencia. Por esta vía calcula poder realizar corredores terrestres hasta su capital del mismo nombre.

Si logran además que salga adelante el que será muy probablemente plan de EEUU de, al igual que han implantado en Iraq, hacer algo parecido a una confederación donde se consolide una provincia kurda en el noreste de Siria donde se unen las fronteras siria, jordana e iraquí con presencia militar norteamericana las posibilidades de Irán de volver a tener influencia sobre Siria (clave para la neutralización definitiva de Hezbolá en Líbano) se habrán reducido notablemente y la de Turquía estará limitada. Hoy esta vía es completamente factible y sería cumplir con un anhelo absolutamente inesperado para Netanyahu y su gobierno que ya podrán esperar de la administración Trump más adelante el reconocimiento, quizá, de Gaza y Cisjordania quedando así para la historia como el hacedor del Gran Israel.

Tienen numerosos artículos y reseñas relacionadas en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Netanyahu afirma que los Altos del Golán "serán siempre una parte inseparable de Israel"

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en los Altos del Golán© Koby Gideon/GPO/dpa




domingo, 8 de diciembre de 2024

Siria, condenada al caos, la tiranía que hizo país, apuntes desordenados, por Jorge Navarro Cañada.

 Horas después de la caída del régimen de Al Assad se abre un escenario que resulta imposible comprenderlo desde la visión de Siria como un Estado convencional y no como una creación artificial que aúna realidades históricas y civilizatorias de imposible convivencia y unificación bajo la percepción Occidental de la realidad política. La nación árabe vista desde Occidente y explicada como lengua, nacionalidad… no se corresponde en absoluto con la realidad, tengamos en cuenta que los occidentales son quienes dotan a estos países de políticas, burocracias, leyes… con las que se construirá esa visión de estos Estados, incluyo en esa categoría con todos los matices la percepción otomana de ese mundo que es la que tiene Erdogán, sin duda actor principal en los acontecimientos de los últimos días. No olvidemos que conceptos como panarabismo, más o menos manipulados, no pueden dejar de tomarse en cuenta para comprender la Siria o el Iraq del siglo XX, o como la Turquía otomana sustituye esa noción por la de panislamismo para justificar su dominio sobre esos territorios, ello requeriría más espacio del que justifica esta breve reflexión.

La Siria histórica supone el cruce de tres Continentes desde el Nilo al Eúfrates, abarca además de su actual territorio lo que hoy serían Líbano, Israel, Jordania, Palestina, y civilizatoriamente ha oscilado entre la visión del mundo Occidental, tras la conquista de Alejandro (IV a. C), a la Semítica anterior y posterior con la llegada de los Omeyas, primeros musulmanes que llegarán a España. Tras los cuatro siglos otomanos, en los siglos XIX y XX volverá a ser Occidental. 

Esta breve mención sobre la génesis siria es necesaria para comprender las repercusiones que podría tener convertir al país es un Estado fallido primero e inviable después como ha sucedido tras el derrocamiento de dictaduras árabes como Libia o Iraq con elementos comparables aunque realidades distintas.

La tradición del Golpe de Estado del mundo árabe poscolonial se inicia precisamente en Siria y tiene a finales de la década de los cuarenta del siglo XX un carácter modernizador; serán el antecedente de periodos de inestabilidad democrática, precisamente porque la concepción del Estado Occidental no será viable y está a punto de desintegrar al propio país.

La llegada de Hafez El Asad (1971) supondrá la viabilidad del Estado en una combinación de planificación y control tan cruel como eficaz, pero para muchos la única posibilidad de existencia del país, sencillamente por la imposibilidad de convivencia pacífica de las diferentes comunidades que lo forman. De hecho el éxito de la dinastía de los Asad que ha caído hoy se basa en una visión étnica del poder donde ellos, la minoría alauitas gobiernan con suníes en puestos clave. Estos, concentrados en Damasco, Homs o Hama, las principales ciudades, los alauitas chiíes en el noroeste montañoso, los drusos en el sur además de kurdos, armenios, cristianos… en Alepo con un verdadero conflicto potencial y permanente.

Este es el coctel previo a la situación actual de la que a esta hora es muy difícil hablar pero algunas pinceladas:

Sorprende la debilidad rusa en primer lugar; estaría cediendo a Turquía, es de suponer que a cambio de al menos el respeto a su presencia militar (fundamentalmente su única base en el Mediterráneo) pero que garantiza a medio plazo un choque de intereses dados los intereses estratégicos, políticos y económicos (el gas por ejemplo prepara una pugna de alto voltaje en toda la región a corto plazo). Igualmente habrá que aclarar si Israel no había previsto que un potencial enemigo como Erdogan iba a aprovechar la destrucción de Hezbolá y neutralización de Irán en la región, sin duda este con los rusos los más perjudicados con la nueva situación. Y en esta, ¿Quién va a gobernar? Parece obvio que Hayat Tahrir al Sham (HTS), el grupo islamista que encabezaría la rebelión y que ahora controlaría el poder central de la mano de un personaje tan ambiguo como impredecible como Abú Mohamed al Jolani difícilmente va a ser capaz de volver a crear una apariencia de Estado en Siria, de hecho el nivel de control que Turquía tendría sobre ellos tampoco está muy claro. El que a esta hora Israel ocupe el lado sirio del Monte Hermón supone otro hecho determinante, más lo será el movimiento que se producirá por parte de milicias kurdas como las Unidades de Protección Popular (YPG) apoyadas por EEUU y enemigo declarado de Turquía.

Entrar en este tablero es pura especulación a esta hora, pero quería dar una pincelada para situar a quienes siguen El Polemista. Este artículo se complementa con: ¿Israel se cobra los Altos del Golán en su totalidad definitivamente? El “Gran Israel” más cerca, por Jorge Navarro Cañada : https://elpolemista.blogspot.com/2024/12/israel-se-cobra-los-altos-del-golan-en.html


Tienen numerosos artículos y reseñas relacionadas en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html



Foto Hasan Belal.

martes, 26 de noviembre de 2024

Ayuso como fenómeno de fans, por Jorge Navarro Cañada; y, Me gusta la fruta, de Cristian Campos, un ejercicio de fascinación.

Cuando el fenómeno Ayuso se pueda ver con perspectiva probablemente se concluya que era una consecuencia de su tiempo, un fenómeno del populismo reaccionario que se reivindica en los que niega y que podría perfectamente sintetizarse en su “Me gusta la fruta” (llamar hijo de puta al presidente del gobierno); y es un personaje que no pasará a la historia por ninguna aportación ideológica o filosófica, intelectualmente es un producto político vacío, una consecuencia de una enorme “armada” mediática como corresponde a quien gobierna una Comunidad Autónoma que equivale a una ciudad-Estado y dedica a su persona todos los resortes del poder, incluida la autoproclamación de Oposición al gobierno del país.

Isabel Díaz Ayuso llega al poder por designación personal por encima de cualquier mérito de Pablo Casado, un dirigente menor que primó en los puestos que pudo su relación personal; en el caso de Madrid no había más que recurrir a sus compañeros de Nuevas Generaciones de Partido Popular y la línea del legado de Esperanza Aguirre . Eso le costaría el puesto, presidir la CAM es mucho más que dirigir el Partido Popular y la presidenta madrileña es implacable: beneficia en todos los niveles a su entorno, también los personales y familiares, e intenta la destrucción que quien pueda estorbarle. Y volvemos a su tropa mediática a la que hace adicta a sus subvenciones y prebendas, incluso a la movilización de los recursos jurídicos del propio Estado español que salen su defensa, hasta en la de su novio implicado en presuntos delitos fiscales que compartiría con ella, otra vez presuntamente, un magnífico caso de corrupción. Recordemos que la cabeza de Pablo Casado rodó en nombre del hermano de la presidenta, su mentor y diseñador político, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), ya ha anunciado que cualquiera que se oponga a su protegida ira pa’lante refiriéndose a ello, la muerte política.

Pero Isabel Díaz Ayuso tras varios años de gobierno debería tener un balance de gestión. No necesariamente, su posición ultraliberal se basa en un concepto de la libertad que neutraliza al Estado, lo que en una Comunidad Autónoma con un dinamismo que permite su autorregulación le ha bastado con fomentar el dumping fiscal, la atracción de capitales y la reducción de gasto para resultar exitosa para quienes comparten sus premisas ideológicas que insisto, se basan más en lo que niega, fundamentalmente la “ideología” Woke y la intervención del Estado, que en lo que afirma que no pasa de un concepto vago de la libertad como genérico. De hecho su posición en cuanto a la restauración, la libertad de horarios, terrazas… con la caña como símbolo es lo que siempre quiere destacar.

Sin duda el punto dramático de su mandato ha estado en la crisis del COVID -19. Todavía se sigue pidiendo justicia para el drama de los 7291 ancianos muertos sin recibir asistencia hospitalaria que un momento único e inolvidable de la acción de gobierno Ayuso finiquitó con “se iban a morir igual”. Es un tema que todavía podría no haber acabado, manifestaciones reclamando justicia al respecto siguen produciéndose.

La cuestión de la gestión de recursos públicos en sencilla: lo Público es una intromisión del Estado en el libre mercado y no debe ser sufragado. Llega incluso a criticar a la universidad Complutense de dar “títulos como churros”. Sorprende dada la naturaleza de los de la propia Ayuso o los de su mentor Pablo Casado.

Su futuro es objeto de debate; hasta no hace tanto es probable que no tuviera planes más allá de Madrid como ciudad-Estado de proyección mundial y eso sí, el pleno control del Partido Popular. Sin embargo la victoria de Donal Trump y la sucesión de hechos que le van a seguir como la tendencia a la acumulación de poder en hiperliderazgos favorecen a personajes como Isabel Díaz Ayuso que por esa vía podría superar el lastre que hasta ahora podía suponer el venir de la presidencia madrileña. Curiosamente podría no serlo en su partido, ya lo probó Esperanza Aguirre en su día.

En El Polemista se trató la figura de la presidenta de Madrid en Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa de Alicia Gutiérrez, y, la Donald Trump española. http://elpolemista.blogspot.com/2023/04/porque-me-da-la-gana-ayuso-la-nueva.html

Estos días aparece el libro que está llamado a ser su exaltación máxima en estos días: Me gusta la fruta de Cristian Campos (Ed. Deusto), un alucinante ejercicio de exaltación y admiración con sobrenombre: “La historia de cómo Isabel Díaz Ayuso se erigió en bastión del antisanchismo y cambio a la derecha española para siempre”. No puede ser más acertado, toda una síntesis del personaje.

No se trata de una biografía, no podría serlo en Ayuso dadas las conclusiones, es un ejercicio de reivindicación por la vía del odio a Pedro Sánchez y exaltación de la protagonista. Incluso llegando a definirla en estos términos colectivos de mano, a modo de conclusión, de la spin doctor y presidenta de OK Diario, Pilar Rodríguez Losantos: “Ayuso tiene algo que todo el mundo, simpatizantes y detractores, reconocen. Que es una tía con huevos. Eso es lo que dice todo mundo: que es una tía valiente. No dicen que sea una tía culta, como Cayetana. Lo que dicen es que tiene huevos. Y luego eso tiene la parte peyorativa de que también te dicen que es una loca si no son afines a ella. Pero, al final, el elemento objetivo es el mismo. El de sus huevos. Y eso es lo que reclama la gente que está harta del Gobierno. Esa gente ve inacción en la oposición y pide a alguien con narices. Y luego le da igual lo que opine ese alguien de todo lo demás.”

Cristian Campos comienza fuerte, atribuyendo la modernidad a los tres políticos que han sabido leer el nuevo paradigma de los tiempos, Isabel Díaz Ayuso, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, los demás siguen el siglo XX (como si los hiperliderazgos y el populismo en el caso de Ayuso o Iglesias, como el oportunismo en el de Sánchez, fueran una novedad del siglo XXI). Y ojo como reparte los papeles: “El antagonismo de Ayuso y Sánchez es uno de los grandes relatos de la España moderna. Por no decir el mayor de todos. El que cierra la primera Transición y abre la puerta a la segunda (…) El rechazo de Ayuso por la autoridad, especialmente si ésta es socialista, no es fruto de una reflexión intelectual, sino cien por cien instintivo.” En realidad la explicación que “Me gusta la fruta” hace de Isabel Díaz Ayuso gira en torno a una vaguedad como proclamarla musa de la lucha contra el autoritarismo y la defensa de la libertad. “Porque no huele a caspa. No huele a rancio. No huele a derechona de mesa camilla y misa diaria”. A estas alturas ya se habrá dado cuenta el lector de la naturaleza del libro y su finalidad, no es una biografía como sostiene su autor, tampoco es un trabajo periodístico o de investigación.

La mención personal es simple, una persona que a diferencia de Sánchez siempre ha vivido de alquiler, y que ha pagado un coste inmenso y ha bloqueado algunos de sus proyectos personales más deseados, principalmente el de tener hijos.

El autor hace una defensa de Madrid como megalópolis de diez millones de habitantes como ciudad Estado, la gran ciudad global del sur de Europa, frente a una España anclada en el pasado sin futuro. En su análisis niega debates sobre su carácter de dumping fiscal -olvida el efecto capitalidad imprescindible en él- y concluye con un asombroso “Lo que sí existe es el dumping electoral, que consiste en la compra de las elecciones con el dinero de los ciudadanos.” También hace defensa de su gestión del COVID-19 y proclama “reina de los bares” como dice, obra maestra de la mercadotécnica política. Igualmente define las luchas internas del PP de forma sorprendente en un periodista para definir el fracaso de Pablo Casado como hacer caso a las columnas de opinión de los diarios cuando “ya no las leen ni los propios periodistas”. 

Tampoco Alberto Núñez Feijóo sale bien parado, como no podía ser de otro modo, su resultado electoral lo resume: “Feijóo, en resumen, se dedica a esperar la noche de las elecciones y deja claro que tiene menos ganas de ser presidente que Pedro Sánchez.”

A estas alturas ya se habrán dado cuenta resulta más un encargo que un libro de su autor.

Me gusta la fruta de Cristian Campos será un manual para el Ayusismo. La edición, incluida su cubierta, hacen gala de ello.

ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html



viernes, 22 de noviembre de 2024

¿Donald Trump generará alianzas o rivalidades?, Lula y Xi Jinping podrían ser un ejemplo a nivel latinoamericano. ¿Algo más que aranceles? Por Jorge Navarro Cañada.

 Geopolíticamente la relación China-Brasil es de una extraordinaria importancia; Xi Jinping al estancamiento del crecimiento chino se empeña en su visión de economía de Expansión descartando a la de Consumo, la que fue la respuesta japonesa a un proceso comparable. China es el primer socio comercial de Brasil clave en sus exportaciones, mientras que Brasil es el noveno de China y determinante en materias primas. Ambos tienen una política coincidente en lo Global (BRICS), lo han definido diplomáticamente, “Comunidad de un futuro compartido Brasil-China para un mundo más justo y más sostenible", pero conflictiva en la relación directa, Lula no acepta participar en el primer proyecto y base del modelo de Xi Jinping, “Franja y Ruta”, (la “Nueva Ruta de la Seda”). Brasil quiere mayor integración financiera participando en las cadenas de producción. En esto de los titulares ambos países tienen el suyo, “Futuro Compartido” el de China, (incluye el de “economía verde, determinante la “lógica de lo eléctrico”), Brasil “sabor brasileño”. Tiene su interés como tendencia a la simplificación que ya es norma en toda comunicación política, comercial, económica… a todos los niveles.

A nadie se le escapa que EEUU mira de reojo la actividad china en su “patio trasero” y que probablemente Donald Trump va a dedicarle tiempo aunque a esta hora es una incógnita. La lógica geopolítica indicaría que la política de “divide y vencerás” generando incompatibilidades entre competidores es la más lógica, pero la tentación de recurrir a la fuerza con aliados como Milei o Bolsonaro podría imponerse en el concepto geoestratégico del que será próximo y por segunda vez presidente norteamericano.

ÍNDICE COMPLETO DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

La prensa china le ha dado gran importancia a este encuentro sabedores de su importancia, la viñeta de Global Times (medio del PCCh) lo ilustra bien. 






domingo, 17 de noviembre de 2024

¿Amenaza fascista o exageración?, por Jorge Navarro Cañada.

Delimitar un término tan líquido como fascismo y mucho menos situarlo en pleno siglo XXI es difícil, pero si podemos simplificarlo para un artículo breve como movimiento de masas de corte autoritario reaccionario respecto al liberalismo, con vocación totalitaria de hiperliderazgo, partido único, control de la información incluido el mundo sociocultural y vocación de eliminación de toda oposición, nacionalista y xenófobo con tintes racistas, corporativista y proteccionista en el plano económico… 

Si buscamos su contexto en el siglo XX reconocido unánimemente podemos hacerlo en el plano de la crisis de las democracias liberales sustituidas por “democracias de masas”, emergencia de nacionalismos y populismos apoyados por información de titulares y simplificación fundamentalmente a través de prensa, una crisis del capitalismo global en favor de políticas proteccionistas con fuertes inversiones en intereses nacionales… 

No olvidemos -porque hoy es esencial- que los grupos fascistas del siglo pasado no se presentaron ante la sociedad como elementos incompatibles con la democracia, de hecho se sirvieron de ella asegurando que eran sus garantes y que la idea militarizada, represiva y carcelaria de sus poderes vendrá a posteriori y como fórmula para asentarse primero y expandirse después.

Pues bien, sustituyamos parte de los espacios geográficos, las tecnologías, las técnicas de información y manipulación, los actores, los “enemigos” hoy mucho más difusos, aunque siguen siendo utilizados conceptos como “comunista” de forma casi cómica otros más definidos como los inmigrantes o el Islam de momento son los principales, y un elemento fundamental, la mutación de las políticas de la extrema Derecha hasta ahora marginales a políticas de Estado. 

En El Polemista como definición y síntesis de Jorge Navarro Cañada se ha tratado a los grupos y partidos ultras como “anti globalistas, anti multiculturalistas, euroescépticos (en su caso), con marcado nacionalismo nativista, posición contraria a todo progresismo en las batallas culturales, anti tecnicismo-intelectualismo, defensa ultraconservadora contraria a la migración y al cambio climático o el feminismo, xenofobia y racismo, unida a una actitud vociferante, provocadora y de ruido mediático, a veces violenta. Desde un punto de vista laboral (el trabajador juega un papel determinante), podemos definirlos como antisindicalistas y negacionistas de la división social de clase, paternalista-xenófobos, nacionalistas, proteccionistas, ultraliberales (antes neoliberales aunque en este punto puede haber divergencias entre países, sucede lo mismo con sus partidos políticos), y defensores del machismo-patriarcal.” (Casi todos estos aspectos tratados de forma particularizada en este blog).

En este contexto creo que la llegada de Donald Trump al poder, que bien podría responder al concepto de hiperliderazgo, de facto partido único con el control de todos los resortes del Estado y la eliminación de la división e poderes en EEUU, con poderes empresariales claramente posicionados en intereses nacionales norteamericanos y la respectiva disolución de elementos del Estado en ellos, el caso de Elon Musk es extremo siendo capaz de transformar una parte de la actividad humana en un “algoritmo” (no sé Orwell como habría definido lo que está sucediendo), con todos los elementos de proteccionismo, xenofobia, racismo…

Otra consecuencia del cambio político en Norteamérica se asemeja enormemente y de forma inquietante al contexto antes del siglo del siglo XX va a incluir el giro -en algunos casos de un radicalidad extraordinaria- de los partidos de la Derecha liberal a posiciones concordante con la extrema Derecha, un ejemplo claro de ello es la ruptura de los “cordones sanitarios” (negación de pactos con grupos ultras que pudieran dotarles de poder en las instituciones) en diferentes países europeos, incluso en algunos que no tenían esa amenaza, bien por su pasado histórico o por la existencia de partidos conservadores capaz de aglutinar todas las sensibilidades de Derecha, ambos casos se dan en España.

El caso español tiene un gran interés para la observación del fenómeno, asiste a una inusitada radicalización del Partido Popular, el auge de partidos políticos de extrema Derecha antes residuales, incluso en nacionalismos periféricos como el catalán, una presencia en el plano general de la información de programas televisivos para la difusión del bulo y la estafa informativa de mano de personajes que responden a la perfección al modelo anti tecnicista contra el periodismo profesional y cualificado para la información. Por cierto, varios de esos movimientos intentando recuperar batallas socioculturales como la panhispanidad o el iberismo con otros pastiches históricos, aparcada desde el franquismo que a su vez heredó de la dictadura primorriverista.

Así que creo que sí, podemos desempolvar el término fascista y superar el mal uso que se ha hecho de él como generalización de diversos comportamientos para darle un significado concreto muy próximo al que tuvo en el siglo XX. Si quieren neofascismo, ya estarían superados algunos que en torno a Donald Trump de usaron antes de su primer mandato para él como cuasifascismo o protofascismo. Nunca sin pasar por alto que su presencia todavía no mitiga la fortaleza que se le supone a la democracia liberal para combatirlo.

El Polemista ha tratado en profundidad todos estos movimientos y su evolución en los últimos años, en este blog pueden encontrar numerosos artículos sobre el tema, bien firmados por su autor o en reseñas de numerosos libros según han hecho aparición, al hilo por poner un ejemplo muy a cuenta y recientísimo, lleva días a la venta, Geohispanidad de Pedro Baños por referirnos al bulo como autor y colaborador esencial de Iker Jiménez, uno de los personajes señalados estos días al respecto, y el pastiche histórico. 

No obstante son abundantes, pueden verlos en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html


Imagen parodia de Donald Trump en 2016.




miércoles, 6 de noviembre de 2024

Pinceladas de emergencia, consecuencias inmediatas de la vuelta de Donald Trump, por Jorge Navarro Cañada.

La victoria del candidato Republicano Donald Trump supone un cambio de paradigma político, económico, científico, cultural, social… en todo el mundo, algunas cuestiones de primer orden, las ideológicas y políticas a nivel de la Derecha a nivel global y norteamericano tienen análisis propio en la entrada en El Polemista anterior a esta, realizada inmediatamente antes: https://elpolemista.blogspot.com/2024/11/cede-el-dique-democratico-la-inundacion.html

Unas pinceladas rápidas y desordenadas ante el nuevo tiempo:

Trump, Netanyahu y Putin preferirán este momento de duda para precipitar sus “soluciones”, en el caso del presidente norteamericano entrante (por segunda vez) por no afrontarla como suya y comenzar su mandato de forma tan abrupta, los de Vladimir Putin y Netanyahu por tener a todo el mundo Occidental en un momento de confusión sin capacidad de reacción siendo una ventaja a la hora de actuar con mayor libertad. Rusia, forzando una situación que facilite una firma de paz muy ventajosa una vez tomara posesión Trump y pudiera coprotagonizarla, Netanyahu optando por una crisis total con Irán dado el momento inevitablemente de indecisión y duda internacional.
Incluso China podría tener la tentación taiwanesa, al menos de una provocación de alto riesgo, un paso más de lo que ha hecho hasta la fecha, también con voluntad de poner en obligación de definirse a la administración Trump.

EEUU rompe, modifica o de facto disuelve la OTAN: Europa asiste con un Reino Unido es horas bajas, una Francia y Alemania en tiempo muerto e incertidumbre, los aliados de Putin encabezados por Viktor Orban y con apoyo expreso de Trump envalentonados; a corto plazo imposible plantear una política Exterior mínimamente coherente por parte de Europa, menos aun de Defensa. Crisis de altísimo riesgo inminente e inevitable si ante Rusia se plantean posiciones de emergencia por países como Polonia, los Bálticos...
Auge de nacionalismos y pulsiones emocionales de la identidad que harán despertar conflictos larvados, persecución de minorías y fragmentación en ficciones nacionales posteriores a la II Guerra Mundial o al mundo postcolonial.
Aumento de la producción y distribución armamentística con previsible descontrol de grandes arsenales.

Proteccionismo USA que viene como promesa electoral fundamental: no es realizable al nivel que ha prometido Trump por generar una crisis de inflación por la caída y crisis de consumo inasumible para EEUU, pero sí habrá un movimiento “defensivo” europeo y sobre todo chino que alterará los mercados internacionales de manera esencial ya en 2025, coincidiendo con previsibles crisis bélicas y políticas que provoquen un mapa desconocido e imprevisible hoy; sin duda 2024-2025 serán años a remarcar en el devenir del siglo XXI.

Cambio climático y ciencia: caída notable de inversión, abandono de EEUU de instituciones y acuerdos internacionales en cooperación e investigación, vuelta al lugar secundario en las propuestas políticas, abandonos, retrasos, paralizaciones, incompatibilidades… de políticas globales, especialmente la Agenda 2030. 
Deterioro medio ambiental irreversible, explotación incontrolada de recursos, expansión geográfica y de espacios ilimitada germen de próximos conflictos.
Asistiremos al éxtasis de negacionismos múltiples y de creencias “alternativas” a la ciencia, vuelta a creencias pretecnológicas, consecuencias graves en materia sanitaria por consolidación de antivacunas, contrarios a regulaciones e intervención pública en higiene y ordenación cívica, retroceso de la Sanidad en las prioridades públicas, pérdida de prestigio y desmotivación científica…
Consolidación del tribalismo, potenciación del individuo desinformado fuera del grupo y ensimismado, aumento de la fragmentación social.

Cultura: declive de los modelos de modernidad y de la sociedad urbana, fin del auge queer, woke… vuelta al retraimiento en modelos de relación social, sexual, estéticos… alternativos, exaltación del modelo masculino heterosexual, claro retroceso en derechos y posición de la mujer, giro muy conservador que tendrá plasmación en los modelos artísticos, musicales, cinematográficos, televisivos, moda… aunque no vinculados con el lujo de clase, cierta vuelta a modelos rústicos y tradicionales, vuelta atrás previa a la globalización.

Comunicación: consolidación de la desconsideración del otro, exaltación de la contundencia y el insulto, modelo autoritario y despótico, manipulación en la información, legitimad de la mentira y el bulo como arma con un fin superior, declive del periodismo profesional en favor del comunicador espectacular y ofensivo, distorsión permanente de la realidad.

En fin, como indicaba son solo unas reflexiones inmediatas de primera lectura, sin duda inicio de una realidad cambiante que permitirá numerosas interpretaciones.

ÍNDICE COMPLETO DE El POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Imagen : Donald Trump y Steve Bannon, referente absoluto en la comunicación trumpista imitado y modelo en todo Occidente. 
New York Times.




Cede el dique democrático; la inundación Iliberal llega al núcleo, y se extenderá, por Jorge Navarro Cañada.

Victoria sin paliativos de Donald Trump en Estados Unidos, control absoluto del Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Finalmente se consuma la liquidación definitiva del Partido Republicano y con él la idea de una Derecha liberal, conservadora y capaz de la transversalidad en los márgenes democráticos; llega un nuevo orden que supera el sistema democrático liberal sin ningún reparo con los límites de la división de poderes, las libertades colectivas emanadas del Derecho, el criterio científico y los valores republicanos de la ciudadanía. Y su victoria en EEUU anuncia el alcance ilimitado de la inundación reaccionaria en todo Occidente además del profundo cambio en la multilateralidad internacional en el plano político, económico, social y científico.

La nueva Derecha que obtiene además de la victoria en el referente occidental absoluto, los EEUU, adquiere su legitimidad moral y normativa en el resto del mundo democrático. Ello tiene repercusión directa y total en la regulación de aranceles a nivel planetario, la desaparición de Norteamérica como garante del orden global en favor de la regionalización e imposición de la fuerza y la competición ilimitada como regulación internacional.

Desdeño del cambio climático, negación del Estado de bienestar, exaltación de la libertad individual frente a cualquier límite normativo, desregulación fiscal para la riqueza, tribalismo como clasificación de la población superando el concepto de ciudadanía, evolución hacía un partido único de facto por control de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, hiperliderazgo autoritario, desestabilización y deslegitimidad de toda oposición, control absoluto de los medios de comunicación y opinión pública, creación de un nuevo modelo de ideal patriótico basado en la masculinidad heterosexual (rechazo de toda forma feminista e ideologías y posturas queer, woke…), productividad material, natalidad, ideales de fuerza, el desprecio por la intelectualidad y el tecnicismo científico… 

La nueva Derecha que se ha impuesto en EEUU y que ahora alcanza en Europa carta de gobernabilidad es anti globalista, anti multiculturales, euroescéptica, de marcado nacionalismo nativista, contraria a todo progresismo en las batallas culturales, anti tecnicismo-intelectualismo, se posiciona antimigración desde posturas xenófobas y racistas, vociferante, provocadora y de ruido mediático, a veces violenta. Desde un punto de vista laboral (el trabajador juega un papel determinante), podemos definirlos como antisindicalistas y negacionistas de la división social de clase, paternalista-xenófobos, nacionalistas, proteccionistas…

CONTINUACIÓN: 

Pinceladas de emergencia, consecuencias inmediatas de la vuelta de Donald Trump, por Jorge Navarro Cañada.

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