No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

sábado, 24 de febrero de 2024

La Rusia en la mente de Putin, una amenaza inminente y real para Occidente y la Democracia, por Jorge Navarro Cañada.

Un breve apunte de trazo muy grueso a modo de escenario imaginario en la idea del régimen ruso; solo pretender ser un brochazo simple más que matizable, es un plano superficial.

Hace dos años el criminal Vladimir Putin decidía cerrar la cuestión rusa en Ucrania: creación de un espacio ruso anexionado de hecho o de facto con garantía de recursos naturales (especialmente agua y cereal) y un Estado ucranio vasallo a él. Para ello una invasión rápida con la imposición de un gobierno títere en Kiev dejaba como sucediera con Crimea años atrás sin capacidad de reacción a Occidente cerrando episodio a la espera de repetir la operación en Moldavia. A medio plazo y con Rusia asentada en esos territorios las minorías rusas en los Bálticos vendrían a continuación, siempre iniciando actuaciones militares con el ejército “liberado” de la anterior y con Europa sin otra opción que la negociación. La incapacidad de material militar Occidental en lo cuantitativo no le permitiría actuar y para entonces con los nuevos territorios y así multiplicada la capacidad productiva de Rusia podría presentarse en Europa como una potencia en condiciones de tratar a la OTAN en clave de asumir su poder cuando menos equiparable.

La búsqueda de intereses comunes en el sur del país con rivales como Irán o Turquía y el apoyo esencial de China en su expansión militar, financiera y comercial, y el Sur Global conformaría una alternativa completa a Occidente.

Vladimir Putin sigue contando con ventajas añadidas: los Occidentales cuentan con mejor material y tecnología pero mucha menos producción. La Democracia -en su visión del mundo-como sistema es fácilmente influenciable para debilitarla “infiltrándose” en ella (control de los medios, organizaciones y populismos afines, chantajes narco y migratorios en connivencia con el control indirecto de otros Estados en África, Asia o América) y el innegociable bienestar de sus poblaciones hacen impopulares y por tanto democráticamente inviables los esfuerzos y el desvío de recursos a Defensa. Menos aún los humanos, las sociedades del bienestar no aceptarán movilizaciones masivas sin convulsiones políticas graves. A su vez esta crisis democrática y demográfica hará su trabajo mientras en Rusia se realizan fuertes programas y planificación al respecto movilizando a la población en esa dirección, un régimen totalitario puede garantizarlo.

Económicamente China resulta un aliado atractivo y estratégico que acabará siendo adictivo (también en materias primas, la transición económica verde acrecienta la dependencia) y fuertemente implementado a nivel mundial. Todo ello agravado y multiplicado por la retirada de EEUU en su papel de poder hegemónico mundial y entregado a políticas proteccionistas. Ello acelerado y multiplicado en el caso de éxito de fenómenos como el Trumpismo.

Lo asombroso es que hay problemas en las democracias occidentales para calibrar la amenaza y dentro de nuestras propias sociedades elementos afines a ellas siguen creciendo sin freno. Peor aun en la Unión Europea en la que estamos a punto de asistir a un riesgo de bloqueo por medio de partidos y medios controlados y financiados por la Rusia de Putin.

Esta cuestión y relacionadas, también la de Ucrania a nivel profesional, podrán encontrarlas en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html





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