No es fácil hacer reseña de un libro sobre un fenómeno político cambiante y de gran adaptación -más que un personaje o una ideóloga o líder- porque es antes que todo eso un torrente permanente de noticias, de hecho, está creado por Miguel Ángel Rodríguez para ello imitando muy bien las técnicas de comunicación que utilizó en su día Steve Bannon para fabricar a Donald Trump. Obviamente cada cual en su contexto. Es por ello que me permito hacer introducción propia antes de ir al libro de Alicia Gutiérrez, periodista por su parte muy adecuada para ello por, no lo olvidemos, tener en su cuenta éxitos en la investigación de la trama Gürtel y lograr antes de las elecciones a la Comunidad de Madrid (CAM) de 2021 forzar a Isabel Díaz Ayuso con sus informaciones rectificar su declaración de bienes tras años de omisiones revelando el nombre de la empresa cuyo 50% posee.
No
se puede tampoco pasar por alto a un mes de las elecciones Autonómicas y Municipales
la extraordinaria posición en la que la estrategia política y electoral de
Miguel Ángel Rodríguez ha situado a Isabel Díaz Ayuso: si como hoy parece
probable las gana, habrá sido ella quien lo haya logrado, no Alberto Núñez
Feijóo al que aspira a sustituir si este no lograr la victoria a finales de año
en las Elecciones Generales. Quizá ello hace más necesario el análisis de un
personaje llamado a ser clave en la política española de los próximos años. Traigo
esto porque al escribir estas líneas el líder del Partido Popular aporta en el desayuno
informativo, organizado por Forum Europa, algunas perlas sobre ella: "una
mujer que es valiente en lo que hace y dice y que desafía sin recato a los que
quieren apropiarse de la juventud y el feminismo, que lucha con éxito contra
esos tópicos en un doble frente, el de las ideas y el de los hechos". Feijóo
admirado por la que sabe su probable competencia nada amistosa: "liderazgo
con bravura, pero también lo que a mi me importa, un liderazgo con resultados”
refiriéndose a la bajada de impuestos en 40.000 millones en la legislatura, que
ha hecho que ya no haya ningún impuesto propio en Madrid. Frente a ella, un
gobierno de España que busca" deshacer y desunir Madrid".
Y
es que como sostiene la autora en este Porque me da la gana. Ayuso, la nueva
lideresa (Ed. Akal), la presidenta de la CAM ha sido subestimada por sus ocurrencias
y aparente torpeza e ingenuidad muy calculada y nada inocente. Está claro a
estas alturas, y ahora lo tiene claro, que Pablo Casado no se imaginaba lo que
iba a suceder cuando presentaba en 2019 a la gran novedad Ayuso como una
política “sin complejos”.
Justo
escribo estas líneas cuando sabemos que en la gran cantidad de controversias,
incluso algún escándalo, hay cuestiones que nunca serán aclaradas o entre los
suyos genera gran desconfianza. Hoy queda constatado, por ejemplo, que en el
caso “mascarillas” en que la justicia no ha encontrado delito aunque sí
evidencia del beneficio que obtenía el hermano de la presidenta Tomás Díaz Ayuso y su socio Alcaraz mientras la situación en la CAM era
dramática y tampoco se ha podido constatar elementos clave como si la empresa
china estaba acreditada para la operación o si la calidad del producto era
aceptable en un contexto de caos como el que se generó en el peor momento de la
COVID. Tampoco es posible pasar por alto la gestión de las residencias y el
inasumible, para muchos, número de muertes y negación de traslados, atención…
de las víctimas. Una responsabilidad que apunta directamente a Isabel Díaz
Ayuso.
No es el único contexto en el que la gestión del
gobierno de la CAM está en cuestión y abarcan desde obra pública de nefastas
consecuencias como el Metro en San Fernando, hasta polémicas impositivas
(descarada intención de hacer de Madrid una “paraíso fiscal” incluso llegar a
afirmar su deseo de equiparar el modelo fiscal madrileño al vasco) o hacer del
insulto y la descalificación de la Oposición todo un modelo de acción, a veces grotescos
con su famoso “matadlos” telefónico. Quizá más discutible sea su prioritaria
oposición al gobierno nacional de Pedro Sánchez sobre la gestión autonómica que
le compete y que explica consecuencias nefastas de su gestión como es la
desolación del sistema sanitario madrileño entre otros “logros”. Sin embargo,
la particularidad de Ayuso en ser mucho más conocida por su histrionismo que
por todo ello. Es aquí donde el libro de Alicia Gutiérrez tiene especial
interés por ser un valioso análisis al respecto.
Isabel Díaz Ayuso ha logrado generar un constante efecto bumerán
en todas las críticas que recibe por justificadas que estén, la autora lo sitúa
en “La técnica del disco rayado” que consiste en repetir
una vez y otra la misma frase, negando una respuesta a nada que se le plantee
más que a la de la afirmación inicial. Simplemente no responde hasta lograr el
agotamiento de su interlocutor. Ello le protege de las evidencias, de los
datos, simplemente de los hechos incontrovertibles. Y lo eficaz y “gracioso” de
la cuestión es que en el peor de los casos pasa por inocencia, aunque está previamente
calculado. En materia impositiva la permanente denuncia de lo confiscatorio de
lo impositivo y la obviedad de la suerte de invertir en Madrid frente a otras
CCAA es ejemplo de ello. Así puede llegar a defender la salida de empresas o
capitales de España como última opción que le queda a la gran empresa o al gran
empresario ante
el trato que recibe del gobierno de España o de los territorios que no gobierna
el Partido Popular, la libertad económica que ella representa supera siempre al
comunismo, mantra que los sectores más duros de la Derecha española han hecho
suyos como argumento infalible, incluso defendiéndolos desde la arbitrariedad o
el dato falso o la manipulación histórica. En este punto, y esto lo afirmo yo,
es uno de los grandes éxitos de Miguel Ángel Rodríguez, lograr que cualquier
afirmación de Ayuso, sea real o simplemente disparatada, se acepta por ser ella
quien lo dice. Ese es uno de los paralelismos en las técnicas de comunicación
que aportó Steve Bannon en la creación del “producto” Donald Trump. Mensajes breves,
concretos, que calan y hacen al ciudadano encontrar una verdad simple, capaz de
atraer su atención, de darle la razón en su enfado y de generar así un proceso
de afirmación y liderazgo en quien la dice: eso es Isabel Díaz Ayuso. Ejemplos de
la “incomunicación programada” aparecen en este libro, respecto al simplismo y
a lo fácil de apelar sin complejos a la bondad -si le interesa- del paraíso fiscal,
Ayuso contesta “Madrid es un paraíso en muchas cosas y yo no creo que un
paraíso sea algo negativo para los ciudadanos” (2019, entrevista de Ana
Terradillos). Esa simplicidad en la cuestión impositiva, su favorita, “Llevamos
ahora mismo 17 años bajando los impuestos de manera consecutiva, hemos
eliminado todos los impuestos propios y, sin embargo, recaudamos más y
gestionamos los servicios públicos de la misma manera y encima con superávit y
sin deudas para las generaciones futuras.” Repite una vez y otra hasta hacer
válido cualquier argumento, aunque desgraciadamente sea imposible saber por qué
si ello es cierto el gasto por habitante en educación, sanidad y servicios
sociales no creció.
Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa es una notable crónica periodística con lo que ello implica, es un libro de emergencia, probablemente los acontecimientos en poco tiempo lo hagan insuficiente y deba ser actualizado, pero informa al lector y le ofrece un análisis sosegado a un fenómeno de naturaleza cambiante, rápido, aparentemente simple pero con sus complejidades, sin duda un ejercicio necesario.
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EN EL POLEMISTA EN 2024: Reseña de “Me gusta la fruta” de Cristian Campos, un ejercicio de fascinación, y, Ayuso como fenómeno de fans, por Jorge Navarro Cañada.
https://elpolemista.blogspot.com/2024/11/ayuso-como-fenomeno-de-fans-por-jorge.html
Reseña de “Me gusta la fruta” de Cristian Campos, un ejercicio de fascinación, y, Ayuso como fenómeno de fans, por Jorge Navarro Cañada.
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