Hago una breve reflexión que servirá como antesala a la siguiente reseña, Observar el arroz crecer de Julio Ceballos (Ed. Ariel). http://elpolemista.blogspot.com/2023/02/observar-el-arroz-crecer-de-julio.html
¿Está
China en decadencia? Hacerse esta pregunta hace muy poco tiempo era impensable,
el crecimiento de China en las últimas décadas es simple y llanamente
incontestable y el mandato de Xi Jinping que busca como objetivo hacer de China
la primera potencia mundial a mediados del presente siglo parecía imparable.
Sin embargo las bases principales de esa lógica, que pasaban por la consecución
de la nueva Ruta de la Seda – situaciones antes inesperadas como la guerra de
Ucrania la ponen seriamente en duda en su versión Puente Terrestre Euroasiático
o Franja, tampoco parece fácil en la Ruta Marítima. Otro elemento esencial era
una capacidad militar capaz de hacer a China potencia hegemónica del Océano
Pacífico y el Índico, pero de nuevo los acontecimientos que están afectando al
mundo entero suponen un rearme tan importante en la región que parece difícil,
no ayuda el final de la Globalización y caída de Deuda Externa en posesión de
China que podría poner en muy serios problemas de liquidez al gigante asiático.
Incluso en aspectos como la asombrosa incapacidad para el control y gestión del
Covid los chinos han demostrado al mundo ser mucho más frágiles de lo que se
imaginaba, en el mejor de los casos hace preguntarse si las tesis que en su día
plasmaba Jared Diamond en un clásico inapelable como Armas, gérmenes y acero
en el que venía a demostrar la “maldición” histórica, geográfica y cultural que
les condena al fracaso, ¿se estaría repitiendo?
“Las consecuencias de la falta de unidad de Europa presentan un marcado
contraste con las de la unidad de China. La corte china decidía de vez en
cuando poner fin a otras actividades, además de a la navegación ultramarina:
abandonó el desarrollo de una compleja máquina de hilar propulsada por agua,
retrocedió cuando estaba al borde de una revolución industrial en el siglo XIV,
demolió o prácticamente abolió los relojes mecánicos después de estar a la
cabeza del mundo en fabricación de relojes, y abandonó los ingenios mecánicos y
la tecnología en general a partir de finales del siglo XV. Estos efectos
potencialmente perjudiciales de la unidad han estallado de nuevo en la China
moderna, especialmente durante la locura de la Revolución Cultural de los
decenios de 1960 y 1970, cuando una decisión de uno o unos cuantos dirigentes
cerraron todos los sistemas escolares del país durante cinco años. La frecuente
unidad de China y la permanente desunión de Europa tienen una larga historia.
Las zonas más productivas de la China moderna se unieron políticamente por
primera vez en 221 a.C., y así han permanecido durante la mayor parte del
tiempo transcurrido desde esa fecha. China sólo ha tenido un sistema de
escritura desde el comienzo, una sola lengua dominante durante mucho tiempo, y
una considerable unidad cultural durante dos mil años. En cambio, Europa nunca
ha estado ni remotamente cerca de la unificación política (…) De ahí que el
verdadero problema para comprender la pérdida de preeminencia política y
tecnológica de China ante Europa radique en comprender la unidad crónica de
China y la desunión crónica de Europa. Una vez unificada finalmente China, en
221 a.C., ningún otro Estado independiente tuvo nunca la oportunidad de surgir
y perdurar durante mucho tiempo en China. Aunque los períodos de desunión
reaparecieron en varias ocasiones después de 221 a.C., siempre acabaron en la
reunificación (…) la conexión geográfica y unas barreras internas sólo modestas
dieron a China una ventaja inicial. China septentrional, China meridional, el
litoral y el interior aportaron diferentes cultivos, ganado, tecnologías y
rasgos culturales a la China finalmente unificada (…) Pero la conexión de China
se convirtió finalmente en desventaja, porque la decisión de un déspota podía,
y así sucedió reiteradamente, detener la innovación. En cambio, la
balcanización geográfica de Europa tuvo como resultado decenas o cientos de
pequeños estados y centros de innovación independientes y competidores.” Creo
que la cita es concluyente a lo que me refería, pero podemos ver el gráfico que
aporta Ray Dalio en su reciente Principios para enfrentarse al Nuevo orden
mundial (Ed. Deusto) para ahondar en la idea:
Y
no deja de ser llamativa la previsión que hace Oxford Economics:
Pero no quiero ni extenderme ni centrarme exclusivamente
en China, creo que son determinantes los acuerdos y políticas militares que se
están produciendo en la región, especialmente en Japón y su nueva Estrategia de
Seguridad Nacional donde encontramos cuestiones decisivas como un espectacular
rearme que hace de los nipones elevar su gasto de defensa al 2% de su PIB en
línea con los países de la OTAN siendo el tercer presupuesto en armamento del
mundo, ello implica un mando conjunto con sus aliados en clara amenaza a China
y a Rusia, con ambos mantiene litigios territoriales. Volviendo al mando
conjunto y a los acuerdos militares hablamos de EEUU, Australia, India, Corea,
Vietnam, Tailandia o Filipinas y Estados europeos como Gran Bretaña, Francia o
Alemania, y reforzando su posición como socio global de la OTAN.
Como podemos ver es toda una nueva situación en el Indo-Pacífico, inevitable en ello referirme muy rápidamente a India, país llamado a ser clave: India, ya ha sobrepasado demográficamente a China, se coloca en gasto militar por detrás de Japón como cuarta potencia y hoy, en claro ascenso, es el quinto PIB del mundo. Pero es además es la primera democracia del mundo con altas participaciones electorales, aunque es cierto que el mandato de Narendra Modi está muy lejos de ser admisible para una democracia occidental, dado el nacionalismo violento del que hace gala y su responsabilidad es actos de extrema violencia. Obviamente la situación política no es comparable con la totalitaria autocracia china pero estos problemas vienen al caso de los problemas con las minorías que ambos países sufren. No obstante, la dependencia tanto en lo militar como en lo energético de Rusia de los indios le hacen un país más que atractivo ahora que necesitará renovación para Occidente y sus aliados asiáticos para la inversión y la alianza, la fortaleza de India en muchas cuestiones es incompatible por competencia con muchas de las pretensiones chinas.
No me alargo más, solo quería hacer una introducción a la siguiente entrada en El Polemista, Observar el arroz crecer de Julio Ceballos (Ed. Ariel) http://elpolemista.blogspot.com/2023/02/observar-el-arroz-crecer-de-julio.html
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Índice
completo de EL POLEMISTA:
http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html
Imagen correspondiente a la viñeta de Liu Rui en Global Times (prensa adicta al régimen chino).
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