Julio Ceballos, autor de este Observar el arroz crecer (Ed. Ariel), director en China del negocio de marcas líderes y asesor de empresas occidentales en el país además de conferenciante al respecto hace en este libro una lectura global de todo el universo chino, incluye desde lo filosófico a lo culinario, desde lo tecnológico (“…para desarrollar inteligencia artificial hacen falta tres ingredientes: buenos algoritmos, capacidad computacional y un gran caudal de información que procesar. China cuenta con todos ellos”), a lo político, desde cualquier aspecto del ámbito cultural a lo demográfico (este tema se trata de forma notable, quizá el mayor problema de China hoy) … en fin, una útil lectura para hacerse una idea de China en su conjunto, de eso se trata, obviamente combinada con otras, se hace interesante, diría que necesaria porque sin llegar a lo propagandístico el autor muestra una visión de lo chino diferente a la que solemos recibir por estos lares. Pero tampoco lleva a engaño: “El gobierno de Pekín es autoritario, es responsable de graves desastres ecológicos y atropellos de los derechos humanos, tiende al control paranoico, la falta seguridad jurídica, la violación de los derechos de la propiedad intelectual o la falta de reciprocidad en sus relaciones internacionales, entre otras «virtudes».” No en balde en El Polemista aparecía antes de esta reseña un artículo mío ¿Extremo Oriente se reconfigura?, ¿comienza el declive chino? ... http://elpolemista.blogspot.com/2023/01/extremo-oriente-se-reconfigura-comienza.html y aunque todavía no había leído este libro no es en absoluto casual que los puntos más fuertes que ve Julio Ceballos en el presente y futuro chino -de super éxito- son los motivos de su más que probable fracaso según grandes especialistas de total reconocimiento en todo el mundo en cuanto al culturalismo, antropología, análisis geopolítico histórico…como Jared Diamond, Armás, gérmenes y acero, o Joseph Henrich consideran: el parentesco y la unidad carente de competencia. Del primero encontrarán texto y del segundo reseña de su imprescindible Las personas más raras del mundo http://elpolemista.blogspot.com/2023/01/las-personas-mas-raras-del-mundo-de.html donde explican por qué China históricamente, incluso en los momentos en los que han tenido todos los recursos para triunfar, ha fracasado al contrario que Occidente. No obstante China es mucho más que eso, claro, como dice el autor “está erigida sobre cuatro pilares: el taoísmo, que pondera la disciplina, el colectivismo y el bien común, el confucionismo, que premia el respeto y la historia, a las tradiciones de los antepasados, el esfuerzo y el sacrificio; el budismo, que, con su visión cíclica del tiempo, promueve el largoplacismo, la paciencia y la aceptación del dolor, y, por último, el comunismo que absorbe muchos de los valores anteriores y agrupa en torno a un concepto social, nacionalista, tecnócrata y militarizado, de proyecto de Estado. Esta es la diferencia singular actual más decisiva entre ellos y nosotros: China cuenta con un proyecto de Estado claro y un plan definido para llevarlo a cabo…”. Aun así, Observar el arroz crecer en absoluto es un libro que descuida el pasado de un país que sitúa aproximadamente hace 3.200 años en el río Amarillo y que en tiempo récord ha pasado de necesitar ayuda internacional a “convertirse en la primera potencia mundial en solo cuarenta años”. Ese mantra, el de primera potencia mundial como algo garantizado se repite una vez y otra en las páginas del libro. Y seguro que lo cree, siendo a veces crítico su admiración por el sistema chino es indisimulada: “A diferencia de lo que ocurre en Occidente, donde cualquiera puede ejercer la política, en China solo los más capaces, preparados y comprometidos pueden gobernar y ostentar cargos políticos.” Al lector seguramente se le ocurren disparates brutales y catastróficos a lo largo del sistema comunista chino (los pasados de Mao también aparecen aquí) que no indican eso, de hecho si algo sufre hoy China es una total pérdida de prestigio por su gestión en cuestiones como el Covid, las islas artificiales, la compra masiva de Deuda Externa ruinosa…incluso en la actualidad del día a día, la crisis de los globos espía de estos días lo ejemplarizan, que se suman a los indiscutibles éxitos del gigante asiático. Quizá por eso Ceballos reivindica el “el apabullante” apoyo ciudadano al gobierno de Pekín por la prosperidad y orden público que se hace a través del “Control y poder absolutos a cambio de armonía en el hogar y paz en la nación.” Obviamente ese apoyo no es optativo no cuantificable estadísticamente. Aun así no descuidemos el pasado, Ceballos nos recuerda bien documentado pero para todos los públicos aspectos como la continuidad del sistema milenario de escritura, también como Mao supo unir los múltiples dialectos chinos para hacer una lengua moderna única, o como desde la Antigüedad el chino considera siete necesidades vitales básicas: la sal, la soja, el vinagre, la leña, el arroz y el aceite. No es baladí porque el autor en algunos de estos aspectos hace síntesis de gran interés.
Por
ejemplo, el saludo tradicional que la gente se dirigía por la calle era la
pregunta “¿has comido ya?” Y es que este Observar el arroz crecer tiene
un capítulo dedicado a la comida china, a la que sitúa como la tercera mejor
del mundo, realmente interesante, destacando la importancia que para ellos
tiene este aspecto y lo esencial que es en su salud física, mental y en sus
relaciones sociales. Y es que la cocina china no tiene nada que ver con la que
conocemos aquí como tal y se divide en ocho regionales con sus respectivas
tradiciones: “El picante prevalece en la cocina del centro y sur del país; el
salado, en el norte y zonas costeras, mientras que el dulce abunda en los
platos del delta del río Yangtsé y el ácido y el agridulce predominan en el
sur.” Serían estas fusiones la causa de la cocina más variada del mundo. En El
Polemista podrán encontrar numerosas menciones culinarias y doy fe de lo espléndida
que es la cocina china “auténtica”. Más discutible es la obra en cuestiones de
anécdota o en temas más que discutibles que toma con precaución: la medicina china
tradicional. Por supuesto, y no solo en el comer, también en lo tecnológico es
importante el apartado para el arroz que explica la existencia de esta
civilización y está presente en todos los aspectos de la vida, religioso,
culturales, sociales...
La
americanofobia, a veces obsesiva que podemos ver en la prensa del régimen
chino, también aparece aquí en los aspectos geopolíticos: “Tras décadas de
cooperación e intensificación de sus relaciones bilaterales, Estados Unidos,
consciente ahora de la rivalidad que representa China en multitud de aspectos y
de la amenaza que se cierne sobre su hegemonía global, tarta ya a China como su
principal competidor, amenaza y desafío.” Así apunta el siglo XXI como el siglo
el del declive de América. Y llega la cuestión geoestratégica en la que
Ceballos coincide por completo con la tesis defendida desde Pekín: la
precipitada salida de EEUU de Afganistán y el fortalecimiento de las alianzas
de seguridad en Europa tras la guerra de Ucrania “solo vienen a reforzar ese
traspaso del foco al Indo-Pacífico (…) A contener el ascenso chino va a dedicar
el grueso de sus esfuerzos desplazando a Asia-Pacífico recursos que, hasta
ahora, empleaba en otros lugares del mundo…, su Rusia de lo permite.” Este
libro está escrito hace un año, hoy seguramente este párrafo no aparecería en
él, no obstante mi análisis geoestratégico lo tienen en el nates citado ¿Extremo Oriente
se reconfigura?, ¿comienza el declive chino? ... http://elpolemista.blogspot.com/2023/01/extremo-oriente-se-reconfigura-comienza.html En todo ello no
podía faltar Taiwán, llega a compararla lo que es para China con lo que Cuba
para EEUU ¿?, y la lectura expansiva que hacen los norteamericanos de su dominio
sobre todo el mundo, incluido claro está Asia.
Muy
interesantes cuestiones que hacen este libro ameno, didáctico y divertido, no
se pierdan esto, “El tabaco entró en China en el siglo XVI desde Filipinas que,
siendo una colonia española trajo aquí la planta desde Latinoamérica. (…) cada
habitante chino fuma unos cinco cigarrillos al día (…) en China lo raro para un
hombre es no fumar (…) El saludo habitual entre hombres —en muchos lugares del
país— sigue siendo ofrecer al recién llegado un cigarrillo, y el tabaco es uno
de los regalos más populares entre socios comerciales, parientes y compañeros
de trabajo.”
Además
de ser un buen relato sobre cómo hacer negocios en allí, también nos cuenta que
en España hay más de 220.000 chinos, el 90% de ellos proceden de una misma
comarca montañosa, Qing-tian cercana a Wenzhou que animados a la llamada de
clan en clan por la ausencia de tierras cultivables, han tejido una gran red de
comunidad comerciante en todo el mundo. Ciertamente es elogiable la función y
la presencia de esa comunidad entre nosotros.
Justo estos días se ha cumplido un año de la declaración de Xi Jinping “jurando” amistad sin límites con Rusia. Hoy, el estrepitoso fracaso ruso en Ucrania y la evidencia de la inviabilidad defensiva de ella para China coloca a esta en una posición muy difícil en cuanto a su soledad en el mundo y así se explica el volantazo que ha dado en su posición. Simple y llanamente China acepta que todo el plan de Xi a 2050 no es viable y hay que formatearlo, la supremacía tecnológica ya no es algo indiscutible, la nueva Ruta de la seda (en sus dos formas) ya no es viable y económicamente se han dado pasos en las últimas décadas ruinosas. Para colmo intuye un clima en EEUU de “nueva Guerra Fría” que daría al traste con mucha de la proyección mental de crecimiento de Globalización. China ya sabe que no será la primera potencia mundial en términos reales y de forma global en el siglo XXI si no cambian mucho las cosas.
En
fin, Observar el arroz
crecer
es un excelente, aunque parcial acercamiento a un supuesto mundo “made in
China” que cumplirá con quien busque un visión global y sencilla de gigante
asiático.
La
edición de Ariel cuenta con su bibliografía y cumple a la perfección con lo que
se espera de esta lectura.
Recién aparecido La mentalidad trágica de Robert D. Kaplan, y, geopolítica de la depresión. Trascendente : http://elpolemista.blogspot.com/2023/03/la-mentalidad-tragica-de-robert-d.html
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