Jordi Bianciotto y Mar Cortés en este Bruce Springsteen
en España (Cuarentena Ediciones) realizan una investigación en toda regla
para plasmar exhaustivamente la presencia a cualquier nivel del músico en
nuestro país. En 264 páginas, prólogo de Manuel Huerga y trece apartados
correspondientes a las distintas etapas históricas del fenómeno los autores no
se dejan detalle, anécdota, tratamiento en prensa, concierto… en fin, un libro
que cualquier amante de Bruce Springsteen en España lo va a disfrutar de manera
muy especial.
En una España todavía dominada por el franquismo y donde el
rock ejercía un papel de expresión contractual juvenil los primeros discos de B.S
ni llegarían a publicarse. Sería después del efecto causado por su tercer
disco, Born To Run (1975) cuando aparecerían en nuestro país. Solo tenía 26
años Constantino Romero cuando una estancia con su novia americana en
California le dio la oportunidad de ser uno de los primeros españoles que veían
al artista en vivo: “Cuando, tras una actuación de Edgar Winter, salieron Bruce
Springsteen y la E. Street Band, con Clarence Clemons y toda aquella gente, me
quedé tieso.” Y tanto, porque según llegó a España publicó en Diario Femenino
la primera crónica hecha en España sobre el ídolo.
No sería hasta años después cuando Barcelona pudo disfrutar
de un concierto de Bruce, aunque para entonces la prensa especializada ya le
había dado la importancia merecida, de hecho en febrero de 1981 ya se habían
vendido 25.000 copias de The River y aquel 21 de abril “iba a convertirse en
una de las noches más recordadas de la historia de la música popular en
Barcelona”. José María Sanz (Loquillo) cantaría dos décadas después: “Ojalá que
vivas tiempos interesantes que borren los perdidos junto a mí, quiero que la
fuerza te acompañe, quiero que sonrías como aquel 21 de abril, quiero que tu
vida sea, ojalá que sea como aquel 21 de abril.”
No tendrían suerte los españoles para poder disfrutar de la
gira correspondiente a Born in the USA aunque lo hicieron peregrinando a
Montpellier, y eso que sin duda se produjo la gran eclosión de popularidad de
Springsteen en España, pero el gran público se desquitaría en la Tunel of
Love Express Tour de 1988. Un éxito rotundo a todos los niveles y que
además consolidó el salto de escala en la concepción del espectáculo musical en
España.
Este es un libro de fans para fans, así que nadie espere
encontrar imparcialidad en él aunque sí honestidad, recoge posiciones críticas,
incluso cuando rozan una profunda ignorancia llena de prejuicios como en el
caso de Quimi Portet de El Último de la Fila haciendo alusión al
concierto de pago más multitudinario de su grupo y con mayor repercusión para
ellos, el que se celebró en Barcelona en 1988 dentro del Humans Rights Now!
(Gira organizada por Amnistía Internacional en conmemoración del 40 aniversario
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). 90.000 espectadores para
ocho horas de actuaciones con gente de la talla de Peter Gabriel, Sting, Tracy
Chapman…, y respecto a la actuación de Bruce:
“Tengo una prevención contra todo lo que es muy americano.
Me molesta la glorificación de lo americano, del mundo libre. Estas
cosas tan locales del país vencedor que todo el mundo considera súper atómico
no me entusiasman. (…)Cuando oigo un saxo me entra una hilaridad incontrolable
porque lo relaciono con los payasos.” ¡Qué pena! Simplemente impresentable.
Después de tratar con cierto desencanto la gira Human
Touch & Lucky Town Tour (1992-1993) que no comparto, historias
sorprendentes como esta:
“En Gijón se armó un notable alboroto cuando dos centenares
de fans ocuparon la pista del aeropuerto para saludar a Bruce. Un momento
delicado, con peligro para la seguridad general. El alcalde de Gijón, Vicente
Álvarez Areces, saludó a la estrella a pie de pista y le entregó unos regalos,
entre ellos el libro “Elogio del horizonte” sobre la obra de Eduardo
Chillida. Springsteen se alojó en Oviedo, en el hotel La Reconquista, donde se
concentraron nutridos grupos de fans que le agasajaron y llegaron a tirarle del
pelo.”
Y anécdotas graciosas en la Solo Acoustic Tour de
1996: “Bruce practicó por la tarde una versión de Across the Border con
un párrafo en castellano, pero a la hora de la verdad no se decidió. “Vi
tanta letra que me dije: no puedo hacerlo” le confesó a Glòria Marcè.”
El resto de visitas de Springsteen se tratan con
profundidad, toda clase de memorabilia, historias divertidas y no tanto,
recortes de prensa, por supuesto set list de conciertos y todo tipo de
información al respecto, incluidas entrevistas a Little Steven en 2008,
(primera gira sin Federici), que preguntado por si recuerda el mítico Barcelona
1981 responde: “No el recital en sí, pero sí que tengo presente que fue la
primera vez que vi la obra de Gaudí, que para mí es el mejor arquitecto del
mundo.”
En fin, en un blog de libros como El Polemista se hace
difícil la descripción de una obra tan documentada como este Bruce
Springsteen en España, donde no falta nada que a modo documental pueda ser
necesario para comprender la magnitud del fenómeno tal y como se ha vivido en
nuestro país. Por ella pasan entre otros escritores como Jordi Sierra i Fabra,
periodistas como Diego Manrique, Ignacio Juliá, los promotores Neo Sala y Gay
Mercader, y fotografías, muchísimas de diferentes autores que harán las
delicias de todos los que debemos algunos de los momentos más intensos de
nuestras vidas. Solo lamentar la edición, es
mejorable, especialmente en lo que refiere a la ausencia del
imprescindible índice onomástico para estos casos.
La última gira de Bruce en España fue la Working On A
Dream Tour en 2009. Esta semana Springsteen volverá con la E-Street Band
más mermada que nunca tras la ausencia de Clarence Clemons – segundo miembro de
la Banda desaparecido- en su actual Wrecking
Ball Tour. Será intensa y mágica, otra vez y para siempre aunque nostálgica.
También en EL POLEMISTA: Outlaw Pete de Bruce Springsteen y Frank Caruso, y, la música ilustrada: http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/12/outlaw-pete-de-bruce-springsteen-y.html
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