No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

viernes, 3 de junio de 2011

Palabras como puños dirigida por Fernando del Rey, y la visión objetiva de la Segunda República.

Palabras como puños (Ed. Tecnos) está llamada a convertirse en una obra de referencia. Y lo será no solo porque ya era hora de que apareciera un estudio en profundidad de las actitudes políticas de los años treinta en nuestro país, sino porque además esta obra constituye una visión de la República sin odios, nostalgias ni romanticismos, cosa que aunque parezca mentira hasta hace muy poco era mucho pedir.
Y es que Fernando del Rey, que además de dirigir la obra es autor de la magnífica introducción y del capítulo La República de los socialistas, ya advierte que “el universo político conocido desde las revoluciones bolcheviques y fascistas no se distinguió principalmente por los conflictos entre la derecha y la izquierda, sino por los conflictos entre democracias representativas e ideocracias antidemocráticas” En efecto, los enfrentamientos políticos característicos del siglo XX se darán entre sistemas democráticos frente a regímenes basados en ideologías infalibles o líderes carismáticos, quedando así superada la interpretación del periodo como un enfrentamiento derecha-izquierda o progreso-reacción. Y llevado al caso español: “Los dos regímenes yugulados en las fechas citadas-el régimen liberal de la Restauración, primero, y la Segunda República, después- sí tuvieron que lidiar en cambio con otras fuerzas que no carecían de envergadura y que, en mayor o menor grado, contribuyeron a socavarlos. A saber: un movimiento anarcosindicalista revolucionario muy potente; un catolicismo autoritario y antiliberal que se acabó convirtiendo en una poderosa fuerza política; un socialismo marxista no menos poderoso que se despeñó por el abismo de la radicalización; y un pretorianismo militar, jaleado por los minoritarios grupos monárquicos y fascistas, cuya vocación intervencionista en la vida pública resultó a la postre letalmente decisiva en la destrucción del parlamentarismo y la democracia” Perdón por la extensión de la cita, pero es que no puede ser mejor resumen de Palabras como puños.
Lejos de la visión romántica del periodo republicano como ejemplo democrático, este libro profundiza en la idea de que la retórica está directamente vinculada con una visión negadora de los fundamentos del sistema democrático y por ello será un auténtico motor para la destrucción del mismo. Más claro, las élites políticas de la España de los años treinta hicieron del lenguaje excluyente y de la violencia permanente una forma habitual de acción política contribuyendo de manera decisiva al enfrentamiento constante y al clima irrespirable en que acabaría sucumbiendo la República. Y en ello, los siete especialistas que han elaborado esta obra analizando cada uno de ellos a los actores principales del periodo, ponen el acento: Gonzalo Álvarez Chillada (los anarquistas), Hugo García (los comunistas), Fernando del Rey (los socialistas), Manuel Álvarez Tardío (los radicales-socialistas y la Confederación Española de Derechas Autónomas), Eduardo González Calleja (la Esquerra Republicana de Cataluña), Pedro Carlos González Cuevas (los monárquicos y los fascistas), Javier Zamora Bonilla (los intelectuales) y Diego Palacios (las fuerzas del orden).
No obstante es importante destacar que Palabras como puños no supone una enmienda a la totalidad del periodo republicano ni tampoco pone a toda su clase política a la misma altura, simplemente constata que las voces liberales que podían dotar al sistema de mecanismos de pacto y políticas parlamentarias fueron sistemáticamente acalladas por el vocerío del extremismo y de la autoafirmación partidista.
En suma, estamos ante un libro de gran importancia al que solo se le puede reprochar lo mal editado que está. Aunque se agradezca el hecho de que no se abrume al lector con multitud de notas a pie de página, es lamentable como aparece “apelotonada” la bibliografía o mucho más grave, la inexistencia del imprescindible índice analítico o algunos anexos que hubieran enriquecido una obra excepcional.

Es una pena que a pesar de que la historia europea sí ha sido objeto de revisión desde el punto de vista puramente académico y más o menos objetivo, en España continuamos teniendo dificultades para hacerlo hasta el punto que libros como el aquí comentado son los menos frente al revisionismo justificador del franquismo o la reivindicación de la República como un periodo ideal. Y si bien últimamente estamos asistiendo a la aparición de más y mejores publicaciones al respecto, también lo es que la Historia sigue siendo un extraordinario instrumento de manipulación e incluso negación de la obviedad con fines nada claros, incluso desde instituciones públicas destinadas a preservarla y difundirla. Y es que yo no tengo tan claro que los valores democráticos estén tan asentados y consolidados como podrían estarlo si la historia fuera un vehículo de conocimiento y no de propaganda.
La Segunda República fue un periodo de innegables avances en muchos campos donde la legitimidad del sistema no impidió la sucesión de comportamientos ilegítimos y desestabilizadores por parte de casi todos sus actores. Especialmente, y el mayor de ellos, el que se produjo el 17 de julio de 1936.

3 comentarios:

  1. En este mismo blog recomiendo: Europa contra Europa de Julián Casanova y la amenaza totalitaria: http://elpolemista.blogspot.com/2011/04/europa-contra-europa-de-julian-casanova.html

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  2. TAMBIÉN EN EL POLEMISTA:

    Los fascismos españoles de Joan Maria Thomàs, El ocaso de la verdad coordinado por Antonio C. Moreno Cantano, y la particular historia del fascismo español.
    http://elpolemista.blogspot.com/2011/09/los-fascismos-espanoles-de-joan-maria.html


    Europa contra Europa de Julián Casanova y la amenaza totalitaria.
    http://elpolemista.blogspot.com/2011/04/europa-contra-europa-de-julian-casanova.html


    Las torres del honor de Gabriel Cardona, y el papel del Rey en el 23F.
    http://elpolemista.blogspot.com/2011/02/las-torres-del-honor-de-gabriel-cardona.html

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  3. También en EL POLEMISTA:
    La Catalunya Soviètica de Ramon Breu y la fascinación revolucionaria de 1917:
    http://elpolemista.blogspot.com/2011/12/la-catalunya-sovietica-de-ramon-breu-y_1054.html

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