Probablemente se ha iniciado una nueva etapa en el sanchismo: la ruptura con su propio partido, el PSOE, no volverá a ser granero de dirigentes y el Presidente intentará distanciarse lo que pueda, máxime ante lo que pueda aparecer en el caso judicial Koldo-Ábalos-Cerdán. En ella hay una responsabilidad de Sánchez “invigilando” en el mejor de los casos, es otro motivo para ello. ¿La soledad le va bien a la épica sanchista y su victimismo? Lo veremos, el personaje ha llegado a tal grado de imprevisibilidad que es difícil saberlo.
Hoy se establecen las afinidades políticas en función de
quien se considera el enemigo, ese es un campo que Pedro Sánchez no sólo domina
en lo ideológico (freno a los ultras), también en el acceso al poder: es
generoso con sus socios haciéndose imprescindibles para ellos. Y lo que es más
importante; para sus electorados. Si PNV o Junts le “traicionan”, se hundirán
en el Congreso de los diputados y en sus comunidades autónomas, es por lo que
los nacionalistas vascos no pueden apoyar al PP ni ante la promesa de un
gobierno donde no esté Vox, ni siquiera en el caso de creerlo, sería el inicio
definitivo de la llegada de Bildu al poder en Euskadi. En el caso Junts la
disyuntiva es aun mayor, ni gobierna en Cataluña y perdería muy probablemente hasta
grupo parlamentario en el Congreso por fracaso electoral, además de complicar
el presente y futuro de Puigdemont. Los canarios no se meten en ese “lío” sin
nada que ganar en él y mucho que perder. De grupos como Sumar, Podemos… ni
hablamos, pero a estos se suma la urgencia de estar listos para unas elecciones
y necesitan tiempo. Si les basta con ello para conseguirlo, claro.
Este es uno de los motivos que esgrime Alberto Núñez
Feijóo para no proceder con la Moción de Censura; a esta hora es asombroso y
toda una muestra de ceguera política: ha generado tal clima político que cada
minuto de impaciencia y ansiedad de la Derecha supone trasvase de votos a la
extrema Derecha y desconfianza hacia un líder percibido como cobarde e incapaz.
Habrá para ello un desgaste constante desde VOX, (llegan de nuevo las noches de
asedio a la sede socialista) probablemente no tarde en haberlo también desde los
sectores de Ayuso y su “armada mediática”. Quien ha diseñado la estrategia política
de Feijóo ha calculado mal los tiempos, si esperaba que se agotara el de
Sánchez no contaba que el del líder gallego también podría estar en cuenta atrás.
Probablemente siguen esperando a que la estrategia de acoso por tierra, mar y
aire, y aquello de “el que pueda hacer que haga”, le pueden llevar plácidamente
a La Moncloa.
Ansiedad: llevaba tiempo el PP abusando de la sensación
de “último” día del sanchismo en el gobierno; ahora esta se multiplica, su
coste también, el del PP es alto, puede no perder voto de Centro, pero es que
este ya no existe y el margen hacia la Derecha y su extremo es cada vez mayor.
El Partido Popular además les ha dado la razón copiando sus propuestas, el caso
más claro es el de la Inmigración.
Llega el Congreso del Partido Popular, veremos cómo sale Feijóo de él. Y después noticias de los casos abiertos del PP: etapa Rajoy (policía patriótica, Cospedal...), Mazón (DANA), Ayuso (gestión pandemia y Alberto "Quirón") ... lo dicho, el PP debe hacer algo más que esperar.
El Manual de Resistencia de Pedro Sánchez necesita un anexo:
sus rivales. Sin ellos, no habría sanchismo. (Foto Jorge Navarro)
Feijóo es un ignorante, un inútil que funcionó en Galicia porque toda la prensa estaba comprada y adoctrinada generosamente. Se le ven las costuras muy rápido. Sánchez tiene mucha cintura polítoca. Estoy de acuerdo con tu artículo. El estratega del PP parece estar trabajando para la oposición. Es más, algo tan inocuo y ridículo como pedir disculpas, reconocer el error, auidotía externa...es algo que nunca ha hecho el PP, que siempre niega, oculta y huye hacia adelante. Creo que se da la circunstancia que al final, hasta esto puede ser en benefico de Sánchez...actúo rápido, Cerdán dimitó...Pero, qué hace Mazón? Y Ayuso? La comparativa deja al PP por los suelos.
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