Se
une esta reseña a las últimas en las que se han tratado temas de la geopolítica
de estos tiempos, especialmente los que se han dedicado a Rusia y Ucrania, como
los expuestos sobre China y Asia, además de los que han tratado la situación
internacional en general, afortunadamente con notable afluencia. Pueden
encontrarlos en el Índice de El Polemista http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html
Taiwán
aparece como el actual punto de partida de un acontecimiento que siendo
continuidad de lo anterior parece abrir la puerta a una nueva realidad; las
premisas se antojan cuando menos peligrosas, ya que el contexto por parte de
China es la del fracaso, la de la asimilación del no posible cumplimiento de la
hoja de ruta marcada para la primera mitad del siglo XXI que debía acabar con
la proclamación de China como primera potencia mundial. Estos días en España
está teniendo gran cobertura mediática el libro de Julio Ceballos Observar
el arroz crecer (Ed.Ariel) con reseña en este blog http://elpolemista.blogspot.com/2023/02/observar-el-arroz-crecer-de-julio.html
siendo solo una de ellas, también podrán
encontrar otras que como quien les escribe sostiene que esto no se producirá, y
no solo por el contexto actual, también por elementos que van intrínsecos a la
realidad histórica y cultural china que hacen de su carácter introspectivo un
mal candidato para las aventuras exteriores. Vean como imagen el trato que se
ha dado a la epidemia Covid, una catástrofe que a pequeña escala devuelve a los
errores de la Revolución Cultural tratada por décadas como si no hubiera
ocurrido. Tiene como paradoja que si la Gran Muralla dice tanto de ese carácter
de cierre, hoy curiosamente la “muralla digital” podría ser una imagen
descriptiva de la forma de entender el mundo de los chinos de ayer y de hoy. Pero
la idiosincrasia china ya ha sido tratada en este blog, quiero centrarme en el
día de hoy y su contexto. Xi Jimping tanto a nivel PCCh o en su faceta de
gobernante ha dejado claro que Taiwán es su máxima prioridad, si ayer eran el
crecimiento imparable y la Ruta y la Franja como forma de expansión dentro de
la idea de un imperio “colaborativo” que no interviene ni infiere en otros
países, solo colabora con ellos en mutuo beneficio -este es el mensaje propagandístico- hoy se reduce a corto plazo a un nacionalismo
agresivo hacia dentro intentando corregir los desequilibrios que han generado
altos niveles de crecimiento que ahora se ven drásticamente frenados, también
problemas demográficos, y hacia fuera con la unificación de con la isla que
fuera Formosa (antes Hermosa por su pasado colonial español en el siglo XVII). Y
ello obviamente plantea problemas, primero lo que es visto por Occidente como
un imperialismo de riesgo, pero no solo por los occidentales, también por sus
aliados asiáticos y oceánicos. Este tema es esencial, porque la amenaza China
no solo afecta a EEUU y sus países amigos de manera esencial en sus intereses,
también dejarla de forma pasiva en manos del gigante asiático sería un mensaje
de dejación Occidental sobre la región poniendo en grave amenaza a países como
Japón, Corea o Australia, máxime a otros menores como Filipinas, Vietnam…
incluso a medio plazo a una potencia llamada a competir como India. Todos estos
son los mayores retos a los que se enfrenta China que también saca lecciones
del desastre ruso en Ucrania, un ejemplo válido solo parcialmente porque a
diferencia de los invadidos ucranianos Taiwán es una potencia militar para nada
insignificante que en caso de resistencia puede hacer inviable o de altísimo
coste su invasión, más disuasoria si cabe si se convierte en motivo de
intervención para grandes potencias militares como EEUU, Reino Unido o Corea
del Sur, además de las que se encuentran en claro crecimiento como Japón o
Australia, otras como Filipinas reforzando la presencia en su territorio de
bases norteamericanas. Pero, y de ahí el sobrenombre de este artículo, no es
válido el concepto de Guerra Fría por no ser dos bloques que al elemento
político, militar y económico suman la rivalidad. Al contrario a lo que era la
relación entre el bloque Capitalismo-Comunismo en tiempos de la Unión Soviética
y la China maoista, hoy chinos y occidentales comparten un mismo sistema
económico ligado y entrelazado muy a tomar en cuenta en todo ello. China por su
parte no cuenta con apoyos de importancia, máxime si como a falta de voluntad
suicida quisiera reducir el conflicto a la zona afectada. No obstante esto
serían especulaciones, no tanto elementos importantes como la transformación
geopolítica de Japón; así, y sin de momento abandonar las limitaciones
establecidas en su Constitución de 1947, ha aumentado su gasto en Defensa de
manera muy importante (pasa a ser el tercer gasto militar en PIB del mundo) con
garantías para responder a un ataque enemigo, incluyendo en estas posibilidades
además de a China a Rusia y Corea del Norte. A ello añade gran inversión
tecnológica y múltiples acuerdos internacionales de cooperación. Todo ello
enmarcado en sus nuevas “Estrategia de Seguridad Nacional” y “Estrategia de
Defensa Nacional”. De Corea del Sur no es necesario comentar mucho siendo sus
circunstancias con Corea del Norte motivo suficiente de permanente alerta y
preparación militar. Sí es importante otras estrategias como la que marca Aukus
(Reino Unido, Australia y EEUU que incluyen la nuclearización naval de
Australia).
Pero
vamos con Taiwán: hablamos de una democracia (octavo en el “Índice de salud
democrática” e igualdad de género The Economist) en tamaño menor que Suiza pero
estratégicamente tan importante como para ser líder mundial en la producción de
semiconductores, cuarto en activos financieros considerado mejor destino para
las inversiones. Su PIB es de 828.660 millones $, per cápita equiparable al de
Japón. Con una población de más de 23 millones con una esperanza de vida que
supera los 81 años y tasas envidiables de paro y su Deuda Pública está en el
24% entre otros datos muy notables que hacen lógico que su población,
especialmente la juventud, se sienta antes taiwanesa que china (en el total de
los taiwaneses es solo el 4% los partidarios de unificación total con China) y
que no quiera ni hablar de la idea de perder su democracia de éxito, vista
además la trágica experiencia de Hong-Kong. Es este contexto, el manufacturero,
exportación, tecnológico, de prosperidad, democrático… y de relaciones
Exteriores donde EEUU, Japón con otras naciones asiáticas y oceánicas además de
la UE y Reino Unido salen de la ambigüedad para acercarse abiertamente a Taiwán
garantizando, al menos de momento, su integridad.
No
quiero dejar de mencionar en El Polemista, un libro
determinante en más de una mentalidad por su influencia como es el recién
aparecido La mente trágica: miedo, destino y la carga del poder de Rober
D. Kaplan, http://elpolemista.blogspot.com/2023/03/la-mentalidad-tragica-de-robert-d.html
No
obstante, de nuevo remito al índice del blog http://elpolemista.blogspot.com/2022/12/indice-de-el-polemista-hasta-2023.html
donde
podrán encontrar numeroso material al respecto y al hoy inseparable conflicto
de Ucrania.
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