Germà Bel comienza advirtiendo que para comprender lo que ocurre en Cataluña no se debe acudir a los graves problemas económicos que sacuden a los países del Sur de Europa, la respuesta a todo está en el sentimiento nacional catalán. El autor no considera la movilización generalizada por parte de la Generalitat de la población en manifestaciones masivas o encadenados humanos (de los que Bel es organizador), el empleo que entidades deportivas y sociales, la invasión absoluta del espacio público con simbología y banderas, la creación de una división radical entre Cataluña y España considerada esta segunda como un ente despersonalizado que oprime, expolia y tiraniza a la primera, y la imposición de la Independencia en una causa totalista que engloba toda la vida social en Cataluña como nacionalismo; muy al contrario, son quienes aceptan el marco legal como bueno los nacionalistas:
“…la influencia del factor identitario en la oposición a la independencia es relativamente más importante que en el caso del apoyo a la misma. Solo desde una posición consustancial al nacionalismo banal puede explicarse el auge del independentismo como una deriva nacionalista, cual epidemia que asola Cataluña.”
(Por cierto, el uso que el autor hace del concepto “nacionalismo banal” de Michael Billig provocará sonrojo en más de un lector).
A través de la explicación de actitudes intergrupales, estereotipos, creencias compartidas y su adaptación a la conclusión de que la opresiva España necesitaba crear una imagen negativa de los catalanes para justificar su expolio, ya que “Barcelona y Cataluña operaban como una ciudad-Estado independiente antes de la guerra de Sucesión.” ¡Hasta el mismísimo Quevedo para agradar a Felipe IV insultaba gravemente a los catalanes!.
De diferentes estudios de valoración territorial se pueden sacar conclusiones como esta: “Además de ser vistos como diferentes, los catalanes –como grupo social- generan un rechazo intenso y unánime en todas las regiones españoles. Son rechazados como compañeros de trabajo por la gran mayoría de no catalanes que se pronuncian al respecto. Además, y en general, se les asocia con las características de tacaños, egoístas, insolidarios, cerrados, ambiciosos, materialistas y antipáticos (…) Esto define una relación emocional y anímicamente tóxica, aunque también instrumentalmente útil. Es decir, se trata de una asociación de conveniencia meramente material.” Y es que Germà Bel lo tiene claro, los catalanes no son entendidos por el resto de los españoles y han fracasado en su intento se serlo, así que “la salida se convierte en una reacción de último recurso.”
Tiene razón el autor cuando sostiene que los problemas lingüísticos en la educación catalana están acotados y delimitados, ciertamente el proceso de inmersión lingüística tiene sobrados motivos de éxito, pero el lector leerá asombrado contradicciones solo explicables desde un victimismo obsesivo como la denuncia que hace de la obligatoriedad del castellano desde el siglo XVIII hasta nuestra vigente Constitución, justo el marco legal que ha dado al catalán y a Cataluña sus indiscutibles cotas más altas de autogobierno de su historia.
Anatomía de un desencuentro es un libro pretencioso, tratándose de un manifiesto puramente político se camufla en una apariencia científica, abrumadora en datos previamente escogidos para la ocasión y gráficos que incluyen entrecomillados como “ganancias (+) y pérdidas (-) en porcentaje del PIB con un sistema que respete reglas básicas de equidad” ,así que llegados al asunto de las transferencias fiscales mis pacientes lectores ya habrán llegado a la conclusión que Germà Bel por fin nos da las cifras “reales”, que por supuesto no coinciden ni remotamente con las oficiales que sistemáticamente manipula y falsea el estado español, y aunque no le gustan expresiones del tipo “España nos roba”, la conclusión respecto al sufrimiento fiscal de catalanes, baleares y valencianos era previsible. No obstante, este capítulo es de un notable interés, más allá del sesgo con el que está escrito puede aportar datos e interpretaciones interesantes, nada que ver con la falta de pericia del autor con la sociología o la historia.
El próximo enero este blog cumplirá su tercer año. Fue el excelente España, capital París de Germà Bel el libro que lo inauguraba (http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/01/espana-capital-paris-de-germa-bel-y-el.html) sin duda un referente bibliográfico de primer orden sobre la génesis de nuestro sistema de comunicaciones y transporte, así que el capítulo de Anatomia d’un desengany dedicado al asunto merece mayor atención, su autor es una indiscutible autoridad en el tema; y sin embargo la decepción será mayúscula para quien crea que va a ver actualizado España, capital París, lo cual no es de extrañar porque en este sentido negar la evidencia de inversión en Cataluña solo puede llevar a victimizarse por la ausencia del imprescindible Corredor Mediterráneo (aunque lo hace por más cosas no crean), lo que deja en evidencia gran parte de su alegato independentista, pero en esto también tiene mucho más sentido la Independencia “que mantener esta capacidad situada en unas instituciones y grupos para los que los catalanes son los otros, y también lo son sus infraestructuras.”
Y sentencia:
“Ser catalán de la Cataluña que es y español de la España que es, resulta agotador, demasiado agotador. Y, además, es imposible.”
La edición se adapta a la perfección a la pretensión del libro, incluye algunos anexos en forma de artículos del autor, desde luego no muy numerosos, la producción de Germà Bel en prensa es intensa pero de tal ambigüedad que le ha permitido pasar de socialista a nacionalista, o de keynesiano a neoliberal sin apenas notarse. La bibliografía, notas y el índice onomástico hacen gala a la colección Imago mundi a la que pertenece.
No parece que la última aventura soberanista del
nacionalismo catalán tenga ya mucho más recorrido pasado el par de años que han
transcurrido desde que Artur Mas (que gobernaba con el apoyo del Partido
Popular) pidiera en la Moncloa el “pacto fiscal” antes de fragmentar y movilizar
masivamente a la sociedad catalana por la secesión de España. A partir de ahí
la historia es conocida por todos y la trayectoria de cada cual ha dejado
patentes muchas cosas. La crisis económica ha puesto en cuestión los modelos
democráticos creando ficciones políticas donde el rechazo a la Democracia como
sistema de normas codificadas que otorgan legitimidades (como la de la
Generalitat, President, Parlament entre otras) ha dado paso a la exaltación de
sentimientos que sustituyen a la norma. Lo hemos visto en diversos movimientos
de distinto color, pero en el caso catalán ha tenido la excepcionalidad de
estar dirigido desde el primer momento por élites con finalidades políticas.
Eso explica la virulencia del brote pero estoy seguro que también la velocidad
con el que se extinguirá, y es en ese contexto, donde Anatomía de un desencuentro quedará como el canto del cisne del
espacio donde libros como este o el pomposo Consell Assessor per a la
Transició Nacional al que Germà
Bel pertenece muy a pesar de la editorial Planeta -que anuncia su salida de Cataluña en
caso de su independencia -han sido posible.
SOBRE CATALUÑA EN EL POLEMISTA:
Micronacionalismos,
de varios autores, y, siete causas que subyacen: Valle de Arán, el Bierzo,
Olivenza, La Moraleja, Cartagena, Petilla de Aragón y la Isla de los Faisanes.
Dioses útiles, naciones
y nacionalismos de José Álvarez Junco, Breve historia del mundo de Juan Pablo
Fusi, y, necesitados de análisis racional.
¿Cataluña en la
encrucijada? No lo creo. Por Jorge Navarro Cañada
La gran vergüenza
(La gran vergonya), ascenso y caída del mito Jordi Pujol de Lluis Bassets,
Espías de Franco, Josep Pla y Francesc Cambó de Josep Guixà, y, presente y
pasado de un proyecto extractivo.
1714 Cataluña en la España del siglo XVIII de
VVAA, y, la Diada de la frustración.
Paciencia e
Independencia de Francesc de Carreras, y, “avui paciencia, demà independencia”.
Anatomía de un
desencuentro o Anatomia d’un desengany de Germà Bel, y los números de Artur
Mas.
Burgesos
imperfectes de Jordi Gràcia, y, la defensa de la disidencia intelectual.
El nacionalismo ¡vaya timo! de Roberto Augusto,
y la trampa nacionalista.
Cataluña ante
España de Albert Balcells, y la necesidad de diálogo entre Cataluña y el resto
de España.
La Catalunya
Soviètica de Ramon Breu y la fascinación revolucionaria de 1917.
Residuals o
independents? de Jordi Pujol, y la desafección calculada.
Noves glòries a
Espanya de Vicent Flor, y, ¿es anticatalana la identidad valenciana?
La mort de Bèlgica
de Marc Gafarot, y en busca de Cataluñistán
Catalunya, España. Encuentros y desencuentros
de José Enrique Ruiz-Domènec, y la desafección creciente.
La España de los
otros españoles de Carles Bonet y el encaje de Cataluña en España.
España, capital
París de Germá Bel y el debate autonómico
http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/01/espana-capital-paris-de-germa-bel-y-el.html
También en EL POLEMISTA: ESPAÑA, CAPITAL PARÍS DE GERMÀ BEL: http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/01/espana-capital-paris-de-germa-bel-y-el.html
ResponderEliminar"[Jorge Navarro Cañada] - Desde las diferencia ideológica con Vargas Llosa este artículo es excelente y se suma a una tardía aunque necesaria reacción frente al "totalismo" nacionalista (me gusta más que el totalitarismo que identificaba Cercas en su excelente artículo). La respuesta contundente a una causa "superior y total" como es la Independencia, una invasión del espacio público salvaje a través de la simbología, una diferenciación clara y determinante entre el concepto de buen catalán (nacionalista) y malo (constitucionalista), la uniformización de la población... todo ello son muestras inequívocas de la imposición de un régimen totalista en Cataluña al que todo demócrata debe oponerse. El nacionalismo español, que también existe, no ha logrado por fortuna imponer semejantes grados de movilización desde hace décadas, si lo hiciera, igualmente habría que oponerse a ello." Pel que fa a l'apunt del blog i a aquest comentari que he pescat per Internet, ¿vostè s'ho creu de debò tot el que diu sobre els catalans? Quan siguem independents, si vol, el convidaré a fer una calçotada i veurà que, lliures, els catalans encara som més collonuts. Una abraçada malgrat tot.
ResponderEliminarSeñor Banús,
EliminarEfectivamente el texto que usted introduce es mío y como verá coincide con la filosofía del blog y de esta última reseña. También lo hace con las numerosas entradas que sobre la cuestión encontrará en El Polemista, donde como ve, hay una profunda empatía y simpatía con Cataluña y sobre todo la no confusión entre catalanes y nacionalistas catalanes que usted parece padecer.
Sin pesar de nada, un abrazo, y lamentar que dado que no habrá independencia, me perderé su invitación que agradezco sinceramente.
Veig que a més de polemista vostè també és vident. Tindrà un disgust. Però no pateixi, a canvi tindrà un bon amic a Catalunya i com a mínim una calçotada assegurada cada any. Una abraçada.
ResponderEliminarNOTA: El texto mío que añade el Sr Banús corresponde a un comentario que realicé en Facebook al artículo de Mario Vargas Llosa "El derecho a decidir" (http://elpais.com/elpais/2013/09/20/opinion/1379685024_791852.html) y al de Javier Cercas "Democracia y derecho a decidir" (http://elpais.com/elpais/2013/09/13/eps/1379095000_774993.html), ambos en El País, en septiembre de 2013.
ResponderEliminarHe de decir que he leido otro ensayo del mismo autor que se ha comentado en este blog. Me refiero a la obra "España , capital París", que hace un análisis de la centralización economica española poniendo como eje el´desarrollo en los últimos años de las infraestructuras de comunicación. Como lector de este ensayo he de decir que se apreciaba objetividad y claridad en los datos ofrecidos y calidad en los razonamientos. Los datos de la vertebración económica de España están en dicho libro, pueden gustarnos o no, pero se ofrecían desde un prisma amplio y nada angulado.
ResponderEliminarEs lo que tienen grandes historiadores que analizan e interpretan la realidad desde muchos vértices y no solo desde un prisma.
Por lo que comenta el autor del blog sobre el libro de Germà Bel, parece que en dicha obra solo existen desencuentros y desafecciones entre los catalanes y el resto de los españoles, que se sujetan además en un conjunto de datos económicos. Obvio si lo que pretende es dar contenido al título del libro.
Otra cosa es que el público lector de Germà Bel espere un análisis, si no más sujeto a la realidad, porque cada uno ve la realidad que quiere, sí más riguroso con los hechos ocurridos y con los datos ofrecidos. Pero para emitir el juicio es preciso leer el libro.
saludos
Vives en Catalunya? Diría que no, por la falta de comprensión de lo que está pasando aquí. Realmente te crees que La Generalitat ha movilizado a la gente? Que más de un millón de personas sale a la calle porque la propaganda les ha exaltado? Por favor. Les estás insultando a todos. Les importan poco los políticos de turno y mucho el estado grave del país. Llevo un año trabajando en un proyecto periodístico sobre la situación, viajando por toda Catalunya y haciendo entrevistas (con todos los bandos) y siguiendo el desarrollo del proceso. Y una cosa es segura: esto es un movimiento cívico que ha desbordado todas las fuerzas de la política estructural; el gobierno de CiU y la propaganda de TV3 se han subido al carro, no al revés.
ResponderEliminarSin duda, Bel lo ha entendido mejor. Ahora mismo he acabado el libro y me parece que hace un análisis bastante acertado. Si te dedicases un poco menos a soltar calificativos negativos sobre el autor y más a discutir el texto, tal vez podrías explicar en qué se equivoca en las tres materias que utiliza para explicar la desafección catalana: 1) lengua/política educativa, 2) balance fiscal 3) infraestructuras.
A mí me parece que acierta plenamente en las tres. Más que eso: la realidad comprobada que expone deja la ideología centralista en tan mal lugar que hay que entrar en el campo de la religión para entender como alguien todavía la puede dar crédito.
Un ejemplo de cada categoría: 1) Cómo unas pocas familias que solicitan educación en castellano en Catalunya reciben todo el apoyo de la máquinaria del Estado mientras doce mil familias que solicitan educación en su lengua materna (valencià) en Valencia son ninguneadas. 2) Que algunas CCAA con un PIB por debajo de la media española son contribuidores netos mientras otras que están por encima son receptores netos. 3) Que España pierda una votación 26 contra 1 (su propio voto) en la UE sobre el corredor central.
Sr Jens:
ResponderEliminarSolo le diré que considero conocer la realidad catalana en toda su profundidad, por lo que veo de manera más objetiva que usted, que no hay descalificación alguna a Germà Bel más allá de crítica a su posición pública, la reseña que aquí encontrará de España, capital París" lo demuestra, como comentarios del propio Bel en este blog (http://elpolemista.blogspot.com.es/2012/02/cataluna-ante-espana-de-albert-balcells.html).
Y no confunda la reseña con debate, El Polemista es un blog que se dedica a lo primero, siendo usted periodista debería conocer la diferencia.
Sr.Jens, he leído su comentario y me ha chocado bastante el tono irrespetuoso y arrogante con el que expresa su pensamiento, que por lo demás respeto aunque no comparto. Creo que el libro en cuestión está polarizado, como lo expresa el título y muy bien lo ha explicado José Luis Díez (cuyo comentario aquí figura), lo que asumo es intención del autor. Lo que Ud. llama:" un movimiento cívico que ha desbordado todas las fuerzas de la politica estructural", me parece sinceramente un poco exagerado y una idea compartida por un sector parcial y determinado e Cataluña únicamente y ni en el resto de España ni fuera. Yo vivo e Holanda aunque soy española hasta la médula y me siento orgullosa de serlo. Aquí el fenómeno independentista se identifica a un populismo más de los muchos que están surgiendo en Europa debido a la crisis, y que tiene los días contados. Creo que si a los catalanes les explicaran detalladamente cuales serían las consecuencias reales económicas del independentismo, aquellos que quieren la secesión se sentirían bastante más españoles
ResponderEliminar"Irrespetuoso y arrogante". Tal vez uno no deba perder el tiempo respondiendo a personas que empiezan una correspondencia con esos calificativos, pero haré un intento.
EliminarPor ejemplo, no utilicé esos adjetivos sobre Jorge y/o su "reseña". Puse que me parece que él no entiende lo que está pasando en Catalunya y que está insultando a los catalanes describiendo la situación como si fueran víctimas de la campaña propagandística de Mas. Opiniones que mantengo. Y sobre el ambiente que se vive aquí y la determinación de la gente, permíteme confiar más en mis propias experiencias como residente y periodista aquí que en los pronósticos que haces tú desde Holanda o Jorge desde Madrid.
Finalmente, escogí las palabras "soltar calificativos negativos sobre el autor" y reconozco que me podía haber expresado mejor. Jorge tiene razón en que no ha puesto adjetivos de ese tipo sobre Bel en la reseña. Sin embargo, me refería, digamos, a las grandes pinceladas de su texto. Es decir, cuando empieza una "reseña" no hablando del contenido del libro en cuestión, sino dedidanco toda la introducción a tachar la obra de pura propaganda masista y subrayando el "grave" hecho de no declarar tal cosa en la contraportada (por la inclusión del Bel en el CATN) me parece que más que una voluntad de hablar del tema importante que trata el libro, y sus tesis más que respetables, hay una voluntad de descalificar a la obra a priori, porque al autor del blog no le ha gustado nada su posición política.
No conozco a Bel y sólo puedo especular acerca de sus motivos personales, pero sabiendo que fue diputado del PSC en el Congreso, no extrañaría mucho si estuviese hablando de sí mismo cuando habla del cambio de opinión de catalanes que antes apoyaban una idea federal y plurinacional de España y que lo han abandonado en favor de una posición independentista por ver que esa opción realmente no existe en España. De ahí a tacharlo de propagandista del masismo hay un mundo.
Y como eso es la impresión que me queda de la "reseña", me imagino que explica el tono que utilicé en mi primera intervención. Eso sí, sin usar adjetivos del tipo que tú usas hacia mí.
Sr Jens
EliminarVeo que lee usted poco, solo así se puede considerar el título, biografía, síntesis, mensaje... de un libro como no parte de su contenido.
Pero ya sabe, se soluciona leyendo, como el nacionalismo se cura viajando, ambas acciones ayudan a conocer en profundidad lugares donde no se habita.
Un breve mensaje para agradecer el esfuerzo que se ha tomado Jorge en leer el libro y hacer su reseña.** He de decir que me consta que Jorge tiene una actitud abierta y de simpatía hacia Cataluña. Supongo que eso habrá acentuado su desazón con los capítulos dos y tres. Por último, y en otro orden de cosas, me gustaría pedir a navarrosylvia que me diga en qué librería de Holanda ha encontrado el libro, dado que ha podido leerlo. No me constaba hasta ahora que la distribución hubiese sido tan exhaustiva, y quiero felicitar con todo lujo de detalles al editor.
ResponderEliminar**: Un par de cosas objetivables: (1) Según el diccionario de la RAE, la palabra desencuentro tiene también el significado de decepción http://lema.rae.es/drae/?val=desencuentro sinónimo de desegaño. Lo de la bandera catalana en la versión catalana (original es castellano) es fácil: los de márqueting de la editorial Planeta pensaron que así tendría mejor penetración comercial en Cataluña. Al revés que afuera, que es lo que habían pensado anteriormente al decidir la portada original. Ellos saben mejor que yo sobre estas cosas, y tomo muy en ucuenta la opinión de quienes son más expertos (2) Ni se menciona mi presencia en el CATN, ni en el CAREC, ni en otros consejos asesoses varios públicos, privados y de ONGs. El perfil biográfico se limita a caracterizar mi perfil profesional (antecedente y actual) profesional. Y no por falta de espacio. Es porque yo me dedico a lo que me dedico y vivo de lo que vivo. Aparte de que creo que Jorge no ha entendido la composición ni la función del CATN. Pero esto es tan sólo mi opinión subjetiva.. Saludo cordial.
Estimado Germà,
ResponderEliminarAgradezco tus aclaraciones que quedan como una información valiosa para el lector que podrá juzgar con mejor criterio. Yo sigo considerando criticable la política editorial consistente en manejar portada, título, biografía, síntesis... con criterios exclusivamente comerciales, máxime en un asunto como este.
Y tiene gracia Germà el recurso de aplicar la incapacidad de entendimiento o comprensión al discrepante, se ha convertido en un auténtico lema para los nacionalistas catalanes.
Gracias por tu "deportividad", un abrazo.
Jorge, no creo necesario que entremos en polémica. No es momento ni lugar. Pero una precisión: Tu última frase entiendo que se refiere a lo que comento sobre el CATN. Ahora seré más preciso: cuando dices "órgano independentista Consell Assessor per a la Transició Nacional (Consejo Asesor para la Transición Nacional de Cataluña), organismo creado por Artur Mas para el asesoramiento en dicha Independencia", muestras que ni has leido los objetivos establecidos para este consejo ni tienes una visión clara y precisa de su composición. No es un problema de discrepancia, es ..como decirlo...de ignorancia. Por último, me parece bastante 'nacionalista banal' tu obsesión en calificar de 'nacionalista' a quien piensa diferente de ti. Creo que deberías hacer algo de introspección. Pero como comprenderás no entraré ahora ni aquí en este jardín. Ya has ledio mi libro. Gracias otra vez.
ResponderEliminarGermà, puedo entender tu necesidad de matizar aquello que te incomoda, ya me extrañaba que solo tuviera un problema de incomprensión, lo tengo también de nacionalismo banal e ignorancia, procederé a la introspección en el jardín.
ResponderEliminarGracias otra vez, también por el psicoanálisis.
Sr. Bel,
ResponderEliminardesconozco si su libro se encuentra en las librerías holandesas. Yo lo he adquirido en España. Mi residencia en Amsterdam no me impide visitar con frecuencia mi país. Un Saludo
Jorge, gracias por tu tremenda capacdad de comprensión para un problema que no tengo, el de la incomodidad. De verdad, el problema es lo agresivo que te pones. ¿Has leido tu último mensaje antes de colgarlo? Lo que yo te he dicho en mis dos entradas (vaya, en la última) queda muy muy por debajo de todas las lindezas que me has dedicado en tus entradas, y que yo he aceptado sin mayor inconveniente. Además, es tu blog, no el mío, y he entrado porque he querido 8aunque quizás equivocadamente). Desde luego, revísate un poco, sí..porque creo que eres tu el que está poco deportivo. Ahora si, hasta la próxima.
ResponderEliminarLo siento Germà, no veo agresividad alguna en mis respuestas, y francamente, este blog considero que es un ejemplo de moderación. Y aunque te cueste creerlo, tengo muy clara la diferencia entre persona, Germà Bel, por el que tengo una gran simpatía, del personaje público que eres con el cual tengo grandes discrepancias.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias una vez más por haber participado de El Polemista.
Sr Navarro Cañada,
ResponderEliminarVeo que es usted inmune a la crítica reflexión y por lo tanto incapaz de ver que su tratamiento de Bel y su libro tiene poco de honestidad intelectual y disposición a ponerse en la piel del otro en los asuntos importantes que tenemos sobre la mesa.
Por lo que a mí se refiere, soy sueco y he crecido con una falta absoluta de nacionalismo. Durante gran parte de mi vida el día nacional no fue ni festivo, y me opuse al cambio cuando así lo hicieron. Mis estancias en Guatemala como acompañante de derechos humanos a los testigos en los procesos de genocidio y mis estancias en Brasil más múltiples viajes y estancias más cortas fuera de mi país nativo me han educado bastante, gracias.
Visto con qué tono y sarcasmo responde a mí y al propio autor del libro en cuestión, los dos minutos que he perdido escribiendo estas líneas serán los últimos que dedico a su blog y a su persona. Bona tarda i God eftermiddag!
Señor Jens,
Eliminarya ve, sigo llamándole por su pseudónimo o lo que quiera que sea esto, toda una demostración de honestidad intelectual.
Es una suerte saber que este blog al que usted ha llegado por su cuenta y sin invitación, no volverá a sufrirle.
Le trato con sarcasmo sí, ¿Qué otra forma hay de hacerlo?
Sr. Navarro: Como lector casual de su blog veo una clara intencionalidad negativa hacia el texto en cuestión desde el principio, en el mismo título de la reseña, con la inclusión gratuita del nombre de Artur Mas. Usar la crítica de un libro como la oportunidad de expresar la propia filosofía es válido, pero luego defender su objetividad es un poco tramposo, al menos tengo que decir que me ha decepcionado en este sentido. Y después de ver y escuchar al Sr. Bel bastante veces, opino (y es sólo una opinión porque no le conozco personalmente) que hay pocas personas en que el "personaje público" (que incluye su papel de académico de prestigio) y la persona se parecen más - osea, destaca por su coherencia y su compromiso personal con sus postulados. Precisamente por no encontrar la "moderación" de que usted habla en su último comentario, no creo que voy a volver a su columna.
ResponderEliminarSeñor Joymac, no sé si se llama así alguien tan comprometido con la moderación y la objetividad, gracias por su visita a este blog aunque no se repita.
EliminarDespués de leer los últimos comentarios a la reseña del libro de Germà Bel, no puedo más que quedarme sorprendida al contrastar la objetividad de los mismos. Me parece evidente que, después de unas cien reseñas, la seriedad del blog está más que consolidada y no entiendo su puesta en duda salvo que sea por un motivo personal y entiendo que precisamente esa es la cuestión. Cuando las verdades molestan es más fácil acusar al que las dice de su parcialidad que reconocer que una parte importante del libro en cuestión sostiene argumentos nada sólidos, al menos para una economista como yo. Lo he leído y subrayado y hay mapas, gráficos y tablas muy poco consistentes y verdaderamente subjetivas. Por ejemplo, “Mapa 5.1 de Ganancias y Pérdidas en porcentaje del PIB con un sistema que respete las reglas básicas de equidad” y yo me pregunto, ¿quién decide cuáles son las reglas básicas de equidad?
ResponderEliminarOtro aspecto qué no encuentro en el libro y que me parece de vital importancia es el análisis de las consecuencias en el entramado de la Unión Europea en general y de los Fondos Estructurales en particular como por ejemplo ¿qué pasaría con el presupuesto asignado a Cataluña para el futuro período 2014-2020 en el contexto de dichos fondos?
Actualmente estoy leyendo el libro de Hobsbawm “Naciones y Nacionalismo desde 1780” y la verdad es que estoy aprendiendo mucho, sobre todo a relativizar los términos utilizados así como las definiciones de los mismos como, por ejemplo, desde la multitud de definiciones del concepto nación, nacionalismo, nacionalista, federalismo hasta las diferentes teorías sobre los mismos, no voy a decir qué tantas como autores, pero al fin y al cabo, basadas en el contexto en que se desarrollaba cada una.
En fin, entiendo el libro como un intento de justificación del independentismo, a toda costa y al hacer ese ejercicio, el autor ha utilizado las herramientas a su alcance y mi conclusión es que no lo puedo valorar como objetivo en ningún caso.
Gracias Polemista, por tu estupendo blog, yo lo seguiré difundiendo a pesar de que haya personas que ya no quieren volver a entrar, ellos se lo pierden.
SARA DÍEZ
Gracias Sara,
ResponderEliminarno puedo quejarme, El Polemista cumplirá su tercer año ahora y el éxito cualitativo y cuantitativo en lectores, su alta y diversa difusión junto con la celebración casi unánime de autores y editores lo avalan.
Después de leer todo el hilo de comentarios, no sé como se ha pasado en origen de una reseña de un libro a tener que terminar poco menos que ajusticiando al autor del blog. ¿Cómo era lo de matar al mensajero?
ResponderEliminarA todos aquellos que dicen "no volver" porque no les gusta la crítica al libro (aunque estoy seguro que serán los primeros en seguir revisando periódicamente si alguien les menciona), deberían pensar qué esperan de una actitud tan extrema. Imaginemos (que ya es echarle creatividad) que se produce el famoso referendum y el resultado no les gusta, ¿tampoco van "a volver" a sus casas porque no están de acuerdo?, o visto desde el otro lado, sí que les gusta el resultado, entonces ¿esperan que "se vayan" los que no estén conformes? ¿Y si no se produce la archimegaultraesperada consulta? ¿Se tienen que ir todos?
Disculpad la divagación, pero después de que el autor no entienda que alguien en Holanda pueda tener un libro editado en España, que sólo se puedan tener en consideración opiniones de residentes en Cataluña (y a favor de la independencia, claro) o que se sorprenda de que no se entienda el cometido del CATN (organismo transparente, funcional y primordial donde los haya), no queda mucho más por aportar.
Señor Ángel,
EliminarLa proyección del pensamiento propio, o del inconsciente más bien, suele perturbar la capacidad de comprensión del otro. No sé si tendrá razón cuando insinúa que en un muy supuesto referéndum los independentistas tendrían un mal perder -en el supuesto de perder, claro-. Sin embargo, dudo que así fuera, y lo dudo por la experiencia propia de mi trabajo en las organizaciones independentistas en que colaboro -por cierto, todas no gubernamentales y sin subvenciones públicas-, pero en todo caso hasta el presente los únicos que apuestan por dejar votar a la gente son los independentistas.
En cuanto a su comentario sobre el Sr. Bel y Holanda, a mí lo que me parece es que el Sr. Bel pretendía insinuar que la comentarista no se había leído su libro, sólo eso.
Eduard, efectivamente también opino que la proyección del pensamiento propio, o del inconsciente, suele perturbar la capacidad de compresión. Yo tampoco sé si tendré razón o no en cómo se comportarían los independentistas si perdieran un supuesto referendum, como no lo sé opino, pero no afirmo.
EliminarDejar votar a la gente suena muy "liberal", pero si yo quiero votar si Cataluña ha de ser independiente seguro que a ti no te parece bien si te dejo fuera... querrías participar, no? Siento Cataluña como parte de mi país y me gustaría tener derecho a decidir también.
Gracias Ángel,
ResponderEliminarsupongo que hablar de mí se debe a no poder hablar del libro o simplemente se avergüenzan de él. Lo que sí que es seguro es que este blog lleva más de un centenar de libros comentados, en un tono siempre respetuoso y riguroso, y que curiosamente sectores del catalanismo lo tenían en positivo, aquí encontraremos por ejemplo comentarios muy amistosos de un senador de ERC como Carles Bonet. Y es que sin duda, quienes han cambiado de posiciones han sido ellos (quienes lo han hecho). El Polemista mantiene la misma línea desde el primer día y no piensa cambiarla..
Señor Navarro,
ResponderEliminarObservo, desde la lectura de su post y la polémica desatada en los comentarios, que se confirma unos de los principios recurrentes en este tipo de artículos: el crítico tolera mal que le critiquen su crítica. Realmente, una vez la he leído, observo que peca de descalificaciones basadas purament en calificativos, sin haberse molestado en contrastar la batería de datos y estudios que maneja el autor. Más bien parece que la crítica adolece de lo que acusa al criticado: va predirigida en función del resultado deseado, que no puede ser otro que la desautorización de tot pensamiento nacionalista.
Justo ayer asistí a la presentación del libro por parte del autor. Él se define como no nacionalista, pero entiendo que esto no dice gran cosa: pocos españoles he conocido que se definan nacionalistas, aun los mas patrioteros. Sin embargo, sí quiero subrayar que el Sr. Bel insistió en los aspectos más prácticos del proceso independentista.
Y, acabo, sobre todo insistió en recomendar respeto y esfuerzo de comprensión hacia los puntos de vista del adversario. Algo de lo que no vamos sobrados, y menos en un país donde se suele confundir discusión con pelea. Como él contó, observadores de otras latitudes se escandalizan de que se califique tan alegremente a los catalanes de adoctrinados y manipulados. Eso va contra el respeto debido y los buenos modales (democráticos).
Sr Eduard,
ResponderEliminarLe agradezco su comentario, aunque lamento que no haya entendido ni la reseña, ni los comentarios, ni el blog en su conjunto, como tampoco entiende que la discrepancia y la libre manifestación sea la máxima expresión de los buenos modales democráticos.
Y justamente, habrá usted notado, que evito el debate sobre mi persona porque este es espacio de libros, o ello al menos intento, y quizá a poco que sea usted observador notará que en un centenar de entradas donde en muchas de ellas hay hasta tres y cuatro libros reseñados, de los centenar y medio, solo dos, el de José Ignacio Wert y este de Germà Bel contienen críticas no positivas; en efecto, ello se debe a que se tratan de libros escritos desde el arribismo, para dar satisfacción al poder. Así que señor Eduard, si repasa comentarios como los que aparecen en este blog del propio Germà Bel, verá comentarios suyos como:
Jorge,
Se agradece tu esfuerzo por seguir encontrando puntos de encuentro entre todos nosotros, en unos tiempos tan poco propicios para eso.
Abrazo,
Germà
No es el único, Germà Bel estaba muy complacido por la reseña a España capital París, se lo aseguro.
Así que ya ve, hace solo dos años, la misma posición que defiendo hoy era considerada "positivas" por las personas a las que usted lee con tan poco resultado crítico, no he sido yo quien ha cambiado.
Pero ya le digo, hable usted del libro y no de mí, que para eso está El Polemista, para aportar puntos de vista diferentes a lectores tan complacidos como usted, y a los que lo son menos, en ambos casos los números de lectores de este blog hablan por si mismos, así que ya supondrá que estoy complacido.
Y por último, sobre nacionalismos tiene en este blog numeroso material, le vendrá bien saber que El Polemista no confunde a catalanes con nacionalistas catalanes, esa, sería una demostración de nacionalismo en la que no he caído nunca, ni con los catalanes, ni con el resto de los españoles.
Sr.Eduard,
ResponderEliminarNo se cual es la clase de críticos a que Ud. se refiere cuando dice que toleran mal su propia crítica , pero como en todo oficio, es una cuestión de profesionalidad, la cual está de sobra demostrada en cuanto a este blog se refiere.
Ud. Se queja de descalificaciones pero en cada uno de los párrafos de su comentario las hay, dirigidas al blogista, o a los comentaristas cuya opinión es contraria a la suya o en general a los españoles que se sienten orgullosos se serlo, aunque vivan en otras latitudes (no se de dónde ha sacado Ud.la palabra " patriotero").Como quiere Ud. de esta forma, común a muchos nacionalistas separatistas, ganarse respeto y comprensión cuando dan muestra de lo contrario.
Ah, y le recomiendo que cuide su gramática en castellano
También en EL POLEMISTA:
ResponderEliminarPaciencia e Independencia de Francesc de Carreras, y, “avui paciencia, demà independencia”: http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/04/paciencia-e-independencia-de-francesc.html
Breve historia de los nacionalismos europeos de Javier López Facal, y, “los nacionalismos son como el olor corporal; uno no percibe el propio, sino solo el ajeno”:
http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/02/breve-historia-de-los-nacionalismos.html
Germá Bel, era uno de los muchos dirigentes catalanistas dizque "moderados" del Psc y Ciu, perfectamente encuadrados todos ellos en la genial definición "moderados en Madrid, nacionalistas sin contemplaciones en Barcelona, pero victimistas en todas partes". Lo que no le impidió ser nombrado asesor de diversos ministerios socialistas. En determinado momento (las malas lenguas dicen que después de que Zp rehusara nombrarle ministro), se olvido del primer termino y se centró exclusivamente en exacerbar los otros dos: nacionalismo y victimismo a mansalva. En esas estaba ya claramente cuando escribió su anterior libro, por más que Vd. aparentemente no lo viera así.
ResponderEliminarGracias por su comentario Vozcastellana,
Eliminarefectivamente cuando se publicó "España capital París" y conocí personalmente e intercambié opiniones con Germà Bel no tuve esa percepción, y hoy, estando convencido de la aportación que podía haber hecho a este país sigo lamentando una trayectoria que me resulta incomprensible.
También en EL POLEMISTA:
ResponderEliminar¿Cataluña en la encrucijada? No lo creo. Por Jorge Navarro Cañada.
http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/09/cataluna-en-la-encrucijada-no-lo-creo_1.html
También en El Polemista ante el 1-O
ResponderEliminarEspaña contra Cataluña: la falacia del nacionalismo catalán, de Jorge Navarro Cañada:
http://elpolemista.blogspot.com.es/2017/09/espana-contra-cataluna-la-falacia-del.html
En El Polemista:
ResponderEliminarEtnicismo y xenofobia; Quim Torra, un President racista en pleno siglo XXI y, los antecedentes en el nacionalismo catalán por Jorge Navarro Cañada.
http://elpolemista.blogspot.com.es/2018/05/etnicismo-y-xenofobia-quim-torra-un.html