No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

jueves, 10 de noviembre de 2011

Juan Pablo II y Benedicto XVI de Juan José Tamayo, y el rumbo de la Iglesia católica.

Durísima crítica de Juan José Tamayo al giro que ha supuesto para la Iglesia los dos últimos papados.
Este Juan Pablo II y Benedicto XVI, del neoconservadurismo al integrismo (Ed RBA) es una colección de 37 artículos que el autor ha publicado en diferentes medios de ideologías tan dispares como El País o El Correo, y que abarcan desde 1978 hasta nuestros días. A través de ellos y como si fueran un relato perfectamente ligado el teólogo palentino va desentrañando la evolución de la Iglesia en este periodo:
“El guión incluía la revisión del concilio Vaticano II y el cambio de rumbo de la Iglesia católica, el restablecimiento de la autoridad papal, devaluada en la etapa posconciliar, la afirmación del dogma católico, cuya interpretación única era cuestionada por los propios teólogos católicos, la nueva evangelización, la recristianización de Europa, la vuelta a la tradición, el freno a la reforma litúrgica, la confesionalidad de la política y la cultura, la defensa de la moral tradicional en toda su rigidez en materias que hasta entonces eran objeto de un amplio debate dentro y fuera del catolicismo, como la familia, el matrimonio, la sexualidad, el comienzo y el final de la vida, etc.” La cita es larga pero no puede ser más concreta y descriptiva.
Juan José Tamayo sostiene que esta concepción restauracionista de la Iglesia es común a los dos últimos papas y que es en ese contexto donde se explica como ambos han roto toda comunicación con la modernidad que llegó a la Iglesia con el concilio Vaticano II (1962-1965) y el papado de Juan XXIII. Así se entiende el fabuloso poder en la jerarquía eclesiástica que los nuevos movimientos religiosos de corte integrista (Opus Dei –incluida la que el autor considera escandalosa canonización de su fundador Escrivá de Balaguer-, Legionarios de Cristo…) han llegado a tener en detrimento de los sectores más progresistas y abiertos de la Iglesia. De esa forma se comprende como estos últimos han sido perseguidos reiteradamente, actividad que Ratzinger realizaba de manera implacable por encargo de Juan Pablo II en los más de 20 años que gobernó la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución encargada de vigilar la ortodoxia católica. También esta es la causa del “intercambio de favores” que se plasma en el proceso de beatificación del segundo.
Más dura si cabe es la critica de Tamayo contra la política que achaca a ambos pontífices con respecto al papel de la mujer dentro y fuera de la Iglesia, donde se le sigue negando los derechos morales. Respecto al asunto en el contexto de la visita de Benedicto XVI a España:
“El papa que viene ahora a España es el que humilla a las mujeres negándoles el acceso al sacerdocio y a otros ministerios eclesiales, calificando su ordenación sacerdotal de delito grave comparable a la pederastia y excomulgando tanto a las mujeres ordenadas como a los obispos  que les han impuesto las manos. ¡Una pena mayor que a los pederastas!”
En el mismo artículo sobre Ratzinger (El viaje de Benedicto XVI a España, acto de papolatría, El Periódico, 7 de noviembre de 2010) y respecto a los casos de pederastia:
“… guardó silencio cómplice sobre la pederastia durante 30 años, primero como arzobispo de Munich, permitiendo que siguieran  en el ejercicio pastoral sacerdotes que abusaron de niños, y luego como presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con la firma de un decreto que imponía secreto a las víctimas y a los verdugos en un acto de encubrimiento de los culpables y de impiedad para con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes vejados.”
Pero el libro no solo tiene el interés de conocer las opiniones de un teólogo e intelectual de la talla de Juan José Tamayo, además supone un interesante acercamiento a muchos de los procesos que dentro y en torno a la Iglesia se han producido en estas últimas décadas que el autor denomina como la segunda contrarreforma. Desde la teología de la liberación hasta el duelo Hans Küng y Ratzinger, pasando por las relaciones del catolicismo con otras iglesias cristianas u otras religiones.
Tamayo sostiene con claridad que los valores esenciales del cristianismo han sido traicionados y apela a la rebelión:
“¿Resultado del pontificado de Benedicto XVI? Un concilio Vaticano II secuestrado, una teología amordazada, una Iglesia amurallada que se protege de adversarios imaginarios, una viña devastada, como dijera él mismo, pero no por los jabalíes laicistas existentes, sino por no pocos creyentes y dirigentes eclesiásticos que han dilapidado el legado ético liberador de Jesús de Nazaret y lo han sustituido por la teología neoliberal de mercado. ¿Soluciones? Tienen que venir de una rebelión colectiva de los católicos.”

Es evidente que esta obra tiene mucho de “ajuste de cuentas”, pero también de erudición y sobre todo una claridad de planteamiento que tanto a los críticos de la actual jerarquía católica como a sus partidarios les interesará. Normalmente este tipo de afirmaciones son realizadas desde sectores ajenos a la Iglesia, de ahí que el análisis crítico desde el interior del catolicismo resulte de merecida lectura y atención.

Es evidente que asistimos a un auge del integrismo. La cruzada contra toda relatividad en todos los ámbitos económicos, políticos, religiosos, culturales…no solo no cesa si no que cada vez cobra más fuerza. Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI se han posicionado en ella y hacen frecuente proclamación al respecto, pero desde luego el mensaje basado en que la verdad es solo una y que es posible estar en posesión de ella frente a cualquier otra posición no ha sido adoptado solamente por líderes religiosos. Frente a ello queda apelar a los versos de Antonio Machado que Tamayo también cita:

Tu verdad no; la verdad,
 Y ven conmigo a buscarla






Temas relacionados en EL POLEMISTA (incluido ensayo de Juan José Tamayo, Las fuentes religiosas cristianas. La biblia y los padres de la Iglesia incluido en Raíces profundas:

Raíces profundas editada M.Jesús Fuente y R.Morán, La trampa del velo de Ángeles Ramírez, La lujuria en la iconografía románica de Jesús Herrero Marcos, y la historia de la violencia de género.


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