Sábado
de julio en pleno centro de Madrid, un grupo de “conspiranoicos” antivacunas que
niegan los efectos de la COVID-19 rodean e increpan a la periodista de divulgación
científica Rocío Vidal al grito de "Eres una agente del Nuevo Orden para
destruirnos". Y es que en España ya ha llegado este movimiento lamentable
que ya había tenido alguna expresión grotesca, por ejemplo, en boca del artista
Miguel Bosé (vean la reseña anterior de El Polemista https://elpolemista.blogspot.com/2020/06/el-antitodismo-la-diarrea-del-populismo.html ) y ahora ya tiene
también el libro llamado a ser el catecismo del movimiento. Y es que ya
sabemos, los teóricos de la conspiración parten de la premisa de que aquellos
que están en el poder son falsos, malévolos, conspiradores…por tanto cualquier
explicación oficial está en desventaja por falsa, cualquier explicación
alternativa será más creíble. Y tenemos multitud de teorías de la conspiración
a lo largo de la historia, sabemos incluso el mecanismo mental del individuo
que se entrega a ellas, normalmente compulsivo, autodidacta. Lo malo es el
peligro que suponen en muchas de sus causas, en este caso cuestionando la
ciencia.
La
verdad de la pandemia
(MR Ed.) parte de la idea que el miedo es el arma que utiliza quienes quieren
controlar el planeta, lo que la autora llama “la táctica de pandemia”, “por
eso, cuando en los medios empezaron a hablar de la COVID-19, supe que habían
vuelto a activar el plan” y ha escrito este libro para entender por qué y cómo unos
pocos han decidido declararnos la guerra y robarnos la libertad. Según esto, hay
una operación de guerra psicológica diseñada en los laboratorios sociales de la
élite para que “nos arrodillemos y nos convirtamos en esclavos de su nuevo
mundo feliz, que no es más que un Nuevo Orden Mundial deshumanizado y bárbaro”.
Inevitablemente aquí aparece Bill Gates o la OMS entre otros como no podía ser
de otra manera. Y va a seguir, Cristina Martín Jiménez advierte que el virus seguirá
entre nosotros mutando hasta la eternidad y los líderes globalistas aseguran
que vendrán más virus, una pandemia cada década atacando nuestra salud para
lograr a través de la economía y la política cambiar el modo de organización
social “Nuevas compras de deuda, nuevos préstamos y rescates se avalarán con
nuestro futuro y el de nuestros hijos, llevándonos a una esclavitud sin límites”.
Y estos sucesos geopolíticos no serán aislados, siguen fases temporales
definidas.
Las
fases serían:
1-Crear
la pandemia.
2-Atemorizar
a la población.
3-Forzar
el endeudamiento y el empobrecimiento de los países.
4-Apropiarse
de su soberanía y recursos.
Como
prueba irrefutable de todo ello la autora nos recuerda que Bill Gates predijo
el coronavirus hace diez años, y hace unos meses, en plena pandemia, anunció
que tuviésemos esperanza porque su fundación conseguiría la vacuna para todos. Tampoco
podía faltar la OMS que “desde los años setenta del siglo pasado, aconseja
vender la esperanza de un futuro mejor a través de las vacunas”. Y es que si la
incertidumbre es el arma de control, la vacuna tiene el objetivo “salvador”.
Y
cita a Diwight D. Eisenhower en la década de los cincuenta del siglo pasado: “Nuestro
objetivo no es conquistar o someter por la fuerza un territorio. Nuestro
objetivo es más útil, más penetrante, más completo. Estamos intentando, por
medios pacíficos, que el mundo crea la verdad. […] A los medios que vamos a
emplear para extender esta verdad se le suele llamar «guerra psicológica”. Y es
que la “globalización de las élites” viene de lejos y ha conseguido eliminar el
pensamiento crítico entre otros medios a través del control absoluto de la
información, y atención, la Cuarta Revolución Industrial por su desarrollo
tecnológico ha hecho que la humanidad sufra el mayor y más agresivo ataque de
la historia.
“El
virus existe, pero es la excusa para conducirnos a la aceptación de las reglas
de una nueva sociedad para cuya implantación llevan décadas trabajando. ¿Cuál
es mi principal objeción a ese nuevo gobierno mundial? Pues que abandona los
valores por el camino. Se focaliza en la producción, en el mercado y, en el
fondo, está manejado por la codicia y la psicopatía de la élite que trabaja
para implantarlo. Nos somete, en el sentido espiritual de la palabra, pues
considera al ser humano un simple productor y consumidor, un número, un
esclavo. Enredados en sus ambiciones y soberbias personales, las élites han
desatado sus pasiones más oscuras de los políticos y pseudointelectuales. Y han
despertado al dragón antiguo de siete cabezas, esparciendo la guerra, la
muerte, la desolación y el hambre por todo el planeta. Su guerra va en serio.
Se trata del futuro del ser humano.”
¡Pero
hay esperanzas! Ya no logran engañar a todos y desde las redes sociales se
desafía la condena de censura “de la misma forma que surgieron voces
discordantes en el pasado — Kennedy, Gandhi, Jesús, Juana de Arco— que
cambiaron el rumbo de la Historia, ahora, entre la erróneamente considerada
masa esclava, surgen voces que horadan la autoridad de los aspirantes a tiranos”.
La autora se sitúa entre los rebeldes con autoridad moral que no pertenece ni
tiene vinculación con partidos políticos, ONG, sindicatos, fundaciones u
organismos internacionales que puedan controlarlos en su causa contra el
totalitarismo global.
Cristina
Martín Jiménez en este La verdad de la pandemia plantea una visión
absolutamente conspiranoica del mundo que desgraciadamente tendrá quien se la
crea, en España en este sentido vamos por detrás pero es cuestión de tiempo. En
el caso de esta autora ya había “desmantelado” el plan del Club Bilderberg con
varias publicaciones, entre sus logros está que el Ministerio de Comunicación
de Venezuela quiso que escribiera la biografía de Hugo Chávez y estuvo con
Fidel Castro en la Feria del Libro de la Habana, durante un encuentro privado
con intelectuales seleccionados.
Como dijo el torero "Hay gente pa to". Esta gente solo convence a los chalados como ellos.
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