No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

viernes, 29 de junio de 2012

México en la encrucijada en Vanguardia Dossier (nº 44), y, ¿hacia delante o hacia atrás?

Un número más de Vanguardia Dossier en El Polemista, y ya son varios, pero es cierto que resulta difícil no darle el interés que tiene.
Esta vez es México el país que merece el estudio, y tiene su lógica cuando aquel país se enfrenta a un proceso electoral que sin duda marcará un antes y un después.
No comienza optimista Soledad Loaeza en el artículo que da nombre al monográfico, porque, dice, que los problemas acuciantes de México están pendientes desde las dos últimas décadas. Estos serían la debilidad de aparatos de seguridad pública, la mediocridad de las tasas de crecimiento económico, la pobreza en más de 50 millones de personas, las tasas de paro juvenil y la legislación laboral, el mal sistema educativo y la corrupción. Es por eso que los mexicanos necesitan reconstruir su Estado, aunque los viejos actores del régimen autoritario ejercen una férrea resistencia a ello, y pone como ejemplo los grandes sindicatos como el de trabajadores petroleros o el magisterial que han logrado defender sus privilegios sin modificar sus estructuras antidemocráticas tan tendentes a la corrupción. Peor aun, las reformas liberalizadoras han contribuido a generar su propia clase de empresarios, incluidos los inversionistas extranjeros que intervienen activamente en el proceso de decisiones en defensa de sus propios intereses.
La autora ve con preocupación la actual lucha electoral, ya que considera que “ha exacerbado las diferencias políticas de la sociedad y ha hecho que aumenten las dificultades para resolver, a través del acuerdo y la negociación, los múltiples problemas que aquejan a los mexicanos”. Y es que si las encuestas se confirman el Partido Revolucionario Institucional, el viejo y autoritario PRI, estaría a punto de volver al poder a causa del creciente descontento de la ciudadanía con los gobiernos del régimen democrático. Termina eso sí con una mínima esperanza: “La movilización estudiantil es la única luz que se ha encendido en el túnel”.
A cuenta de esta muy probable vuelta del PRI al poder Denise Dresser apunta en la misma dirección y compara al candidato priista, Enrique Peña Nieto con Putin, una especie de solución de estabilidad y control frente a las sensaciones de anarquía, debilidad e inseguridad que han ofrecido los anteriores gobiernos democráticos.
“El PRI y sus bases son, por definición, el “partido del no” porque constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir o remodelar el sistema que ellos mismos concibieron y del cual viven.” Y es que estos beneficiarios del statu quo tienen un pacto tácito para que nada cambie. Tampoco la opinión de Dresser es mucho mejor respecto al resto de candidatos.
El analista Sabino Bastidas Colinas sitúa entre 1977 y 1994 el asiento de las bases de una democracia plural en México que permitieran en aquel 1994 la celebración de las primeras elecciones abiertas y democráticas. Sin embargo: “las oligarquías económicas, el corporativismo y las tres burocracias partidistas concentran el poder político y son los verdaderos gestores de una democracia que no avanza y que los mexicanos la viven con un poco de acidez.”
Desde la Ciencia Política el análisis de Francisco Valdés Ugalde incide en la permanencia de estructuras del régimen autoritario anterior en el constitucional vigente con perversas consecuencias sobre la democracia electoral. “Mientras que el ciudadano se vuelve una figura actuante en el sistema electoral y de partidos, sus representantes electos, una vez que llegan al ejercicio de sus cargos quedan presos de un régimen construido para gobernar autoritariamente.”
La estructura política del Estado Mexicano es el objeto del artículo que firma José María Serna de la Garza. La crítica se basa en la centralización política que desde el siglo XIX ha ido en aumento hasta nuestros días dando como resultado un Estado formalmente federal pero realmente muy centralizado donde las instituciones federativas tienen muy poco margen de maniobra, un patrón que se repite entre estas y sus municipios.
La segunda parte de este numero 44 de Vanguardia Dossier está dedicado a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) que con sus más de 20 millones de habitantes acoge al 18% de la población del país.
Rolando Cordera Campos explica como la desigualdad marca la historia mexicana, y es que en aquel país el 10% de la población concentra el 41,3% de la renta nacional. El autor aboga por una reforma social del Estado como condición esencial para el desarrollo y la consolidación democrática.
Un especialista en interculturalidad y asuntos indígenas como Juan Pablo Vázquez Gutiérrez trata los dilemas del multiculturalismo, asunto inexcusable en este México en la encrucijada porque los cerca de 16 millones de indígenas integrados en 64 grupos étnicos son la mayor población amerindia de toda América Latina. Y comparados con el conjunto de la población del país, los indígenas no solo son los más pobres, también son los más discriminados. Del 11,2% de los mexicanos que se encuentran en situación de pobreza multidimensional extrema, el 75% son indígenas. Y el alto grado de conflictividad que presenta la problemática indígena quedó patente en 1994 con el levantamiento armado de Chiapas. Y es que como dice el autor: “en México sigue prevaleciendo una cultura discriminativa que no se reconoce a si misma como racista y etnocéntrica.”
La delincuencia es otro grave problema de la realidad mexicana. Lo trata Luis Astorga. Allí, el tráfico de drogas ilegales ha ido de la mano de la política desde los tiempos de la Revolución Mexicana y así continuó durante varias décadas en el Estado post-revolucionario. Los traficantes fueron de esta forma simultáneamente contenidos, extorsionados, controlados y protegidos por la seguridad del Estado, pero el desmantelamiento del aparato político-policiaco en los años 80 y el proceso de democratización y la reconfiguración del poder político junto con el crecimiento del mercado de drogas en todo el mundo provocó un cambio en la relación de subordinación y los traficantes empezaron a adquirir una mayor autonomía respecto al poder político. Así surgieron las posibilidades para el crecimiento del mercado interno y la consiguiente violencia entre las organizaciones criminales y de estas contra el Estado y la sociedad civil. Astorga concreta: “Los partidos políticos con posibilidades de poder tienen tres opciones frente a las poderosas mafias: hacer frente común para aplicar la ley, establecer relaciones estratégicas con los grupos criminales o simplemente no hacer nada.” El autor rechaza las dos últimas por suponer la consolidación de las relaciones autoritarias y la corrupción en detrimento de la población.
El crimen organizado, una amenaza descomunal, un Estado rebasado es el descriptivo título del análisis de Jorge Chabat. El análisis del proceso histórico que ha llevado a México a su situación actual tiene bastantes puntos de coincidencia con el anterior, aunque no tanto la conclusión. Partiendo de una realidad tan problemática como es la corrupción de un gran número de autoridades locales y de parte importante de la población a través de la combinación de amenazas y sobornos afirma que los instrumentos institucionales deficientes con los que se ha contado hasta ahora no funcionarán a corto plazo. “En el largo plazo, si las reformas institucionales en proceso funcionan, el crimen organizado podrá ser regresado a su etapa predatoria en un plazo de ocho o diez años. Mientras tanto, México y la comunidad internacional tendrán que acostumbrarse a convivir con esta amenaza a la seguridad.”
Más optimista es Manuel J. Molano a la hora de tratar la economía mexicana. Y es que a pesar de que la tasa de crecimiento promedio no ha sido superior al 3% en las tres últimas décadas, México presenta una perspectiva brillante comparable a sus competidores los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). En efecto, con una productividad mayor que la de los países emergentes (aunque no crece a la velocidad que lo hace en estos) México salió relativamente bien librado de la recesión 2009-2011 a pesar de su dependencia del mercado estadounidense. Pero no todo son luces:
“A corto plazo, los riesgos para la economía mexicana están en la resolución de la crisis de crecimiento y deuda pública por las que atraviesa Europa y que plantean posibles vías de contagio al otro lado del Atlántico.” La primera de ellas sería la posibilidad de los bancos españoles, BBVA y Santander que tienen operaciones relativamente sanas en el país tuvieran que “repatriar utilidades”. La segunda estaría en una hipotética venta de operaciones de los bancos europeos en México, con la lógica incertidumbre respecto al valor real de los mismos, y la tercera vía de contagio estaría en una posible “expansión del crédito” de los bancos europeos que operan en el país.
De cualquier forma, superando entre otros los problemas de regulación, la debilidad del gobierno a nivel local y su incapacidad para recaudar, el bajo nivel educativo de la mayor parte de la población económicamente activa… y una propuesta, la del autor tan neoliberal como discutible, “cambiar sustancialmente la tasa de crecimiento si el ímpetu del Estado le da aliento a los segmentos de la sociedad que no viven de las rentas y si la política pública hace que las rentas sigan reduciéndose hasta ser irrelevantes”, México, a juicio de Molano, podrá seguir creciendo.
Además de las habituales secciones de Vanguardia Dossier de historia, libros, viajes, cine… las relaciones internacionales del país son debidamente tratadas.
Jorge A. Schiavon analiza la “relación especial” que les une con Estados Unidos, y es que como dice su autor, la mayoría de los asuntos mexicanos están directa o indirectamente ligados a su vecino:
“La asimetría de poder ha marcado la agenda de las relaciones entre EEUU y México, que se ha visto obligado a contener la hegemonía del norte para poder maximizar su soberanía nacional.” Y es que las diferentes percepciones e intereses que se tienen sobre ciertos temas –migración, narcotráfico, soberanía y seguridad entre otros- hacen que sea la relación difícil. Y aunque la cooperación es inevitable, Schiavon aboga por regularla para asegurarse el beneficio para ambos países y el respeto a las leyes mexicanas. Se trata pues de maximizar los espacios de autonomía soberana y contener la hegemonía norteamericana.
El papel de México en América Latina lo trata Leonardo Curzio para concluir que deben asumir la pérdida de peso en la región a causa de la combinación de aciertos externos e inmovilismo nacional, y aunque posee una balanza comercial de primer orden está concentrada en Estados Unidos.
Por último, María del Consuelo Dávila Pérez hace recuento histórico de las relaciones entre mexicanos y españoles desde la independencia de los primeros en 1821 aunque no reconocida por los segundos hasta 1836. Tras el repaso a grandes trazos de lo que ha sido la relación hasta nuestros días la autora cierra con una sentencia que comparto en el deseo aunque no soy tan optimista dada la situación por la que me temo varias multinacionales españolas van a padecer en el continente americano:
“Se trata de dos naciones hermanadas por la fuerza de sus lazos históricos y unidas culturalmente, que poseen un espacio sólido en común que permitirá la continuidad de sus relaciones bilaterales a largo plazo.”

En fin, este último número de Vanguardia Dossier es un medio excelente para acercarse a la realidad de un país tan fascinante como México, máxime cuando en los próximos días va a afrontar un reto político de la trascendencia como es devolver el poder a un partido que nunca lo obtuvo democráticamente y que aun arrastra numerosas rémoras del pasado.
Por otra parte es difícil prever el futuro de un país tan dependiente del exterior en lo que a la economía concierne, pero lo que es seguro es que la cuestión es apasionante y no conviene perder detalle de lo que ocurre en tan entrañable país.




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 La próxima década de George Friedman y el futuro inmediato del mundo.

El declive de Occidente en Vanguardia Dossier (nº42), y el ¿nuevo? orden internacional.

El estado del mundo 2012 (Anuario Akal), y como entender el mundo actual.




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