No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

lunes, 16 de abril de 2012

Peridis, los mejores dibujos publicados en El País 2004-2011, y una historia gráfica de la Era Zapatero.

Después de la triste noticia de la muerte de Antonio Mingote para todos los amantes del humor gráfico, la aparición de esta recopilación de viñetas de Peridis (Ed. Turpial) es una gran noticia. Y lo será también para quien quiera disfrutar de una historia “a diario” de un periodo de nuestra reciente historia donde además de percibir el momento histórico podrá deleitarse con la sensibilidad, la ironía y el humor de uno de nuestros mejores viñetistas.
Ya la portada es elocuente e irónica: Un arrogante Mariano Rajoy, puro en boca,  exclama desde su trono al desplazar a un Zapatero saliente: ¡Dios mío! ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Pero vayamos por partes, porque el prólogo de José Luis Rodríguez Zapatero tiene más sustancia de la que normalmente suelen contener este tipo de textos. Se llama Psicoanálisis:
“Si tengo que, y puedo, pensar en mi mismo como paciente, este libro da buena cuenta de que he sido dibujado con alas, pero también con alas atadas; vestido de mariscal, pero también desnudo, hasta sentir frío; alto y fuerte, pero también con evidentes signos de postración… He tocado el cielo y he sido asaeteado por mil flechas.(…) Después de unos cuantos años de amanecer casi a diario dentro de sus cuadros, me ha llegado el momento de salir de ellos, de apearme del diván imaginario de Peridis. Que me perdone José María, pero esta ausencia, este no salir, es uno de los testimonios más elocuentes que recibo cada mañana en esta nueva fase de vida en la que me encuentro.”
Un segundo texto introductorio, esta vez de Antonio Bonet –Director de la Real Academia de Bellas Artes-, cumplirá con la parte técnica. Desde el inicio de la caricatura moderna a manos de Bernini en la Italia del siglo XVI, pasando por los inicios del género como crítica ideológica en la Inglaterra del XVII, su auge en la Francia del XIX con genios como Honoré Daumier o ya en el siglo XX en la Alemania de Grosz hasta la caricatura política posterior a la II Guerra Mundial donde dejará de ser “un arma ideológica de combate para convertirse en un medio más de información de la vida social y parlamentaria en las distintas potencias occidentales.”
En España la caricatura política en el siglo XIX seguirá las pautas europeas y ya en el primer tercio del XX encontrará en el vanguardista Bagaría el mejor testimonio de la España de Alfonso XIII. Y será tras el apagón del franquismo y la fundación del diario El País donde emergerá Peridis, seudónimo de José María Pérez.
Pues bien, después de la valiosa información el lector tiene por delante más de ochocientas viñetas divididas por años precedidas de fecha y noticia que las motivaba, todo un viaje por las entrañas psicológicas del periodo en lo que se trata de un documento único para analizar estos años ahora que la Historia todavía está demasiado reciente como para permitir observarla con la necesaria perspectiva.
La primera de las viñetas abre el año 2004: Un solemne Juan Carlos I recibe a Zapatero y a sus ministros, muchos de ellos caracterizados con algún rasgo de su “cartera”, y mientras el Rey pronuncia el obligado “¿juráis o prometéis?” de la cabeza del Presidente aparece un único pensamiento: “Vamos a sacar las tropas de Irak inmediatamente.” En este periodo podremos disfrutar a través de los dibujos de las intrigas de Aznar con respecto al atentado del 11M y la Teoría de Conspiración o en la política exterior, de los primeros cambios de importancia en política nacional e internacional, al debate territorial, a las veleidades de Ibarretxe entre otras.
Las escenas se suceden y abarcan todos los ámbitos, algunas muy elocuentes de lo vivido. Un Mariano Rajoy indignado ante la retirada de la estatua ecuestre de Franco en Madrid exclama: “Están removiendo los cimientos de la historia”. Todo un anuncio de lo que será la oposición Popular a las políticas de memoria histórica.
Las tensiones sobre el Estatuto catalán tendrán algunas viñetas muy destacadas, como el diálogo entre Rajoy y Zapatero, ambos desnudos, pero el primero apoyado otra vez sobre un intrigante Aznar que maneja los hilos del entonces opositor.
Año 2007, un Presidente en alto observa a una Lehendakari Ibarretxe con la ikurriña y al otro lado a un Rajoy con la bandera nacional al grito de “España se rompe”: “Estoy perdido, no sé si poner la zancadilla a Ibarretxe o quitar la bandera a Mariano”, dice el presidente. Y es que eran los tiempos de gresca y desacuerdo a causa de la política antiterrorista. En otro dibujo Rajoy bandera en mano acaba por estampársela a Zapatero en la cabeza al grito de “Mariano y cierra España”.
George Bush se agarra aterrorizado a la punta del Empire State mientras este se derrumba. Pedro Solbes le pregunta al presidente: “¡Mira que si se derrumba el capitalismo y nos vemos obligados a gestonar el socialismo!” “¡No fastidies!” Le responde. Es el comienzo de la crisis, y el comienzo de la segunda legislatura zapaterista, estamos en 2008. Otra vez Solbes le advierte: “Creo que nos acercamos al ojo del huracán”. “No exageres Pedro: ¡Simples turbulencias!” Esta viñeta vista hoy estremece. Peridis cronista en estado puro.
Un Rubalcaba uniformado de Guardia Civil le anuncia a su jefe que han descabezado a la serpiente. El segundo le contesta: “Ya solo queda descabezar los huevos de la serpiente.”
José María Aznar sigue apareciendo en el relato, probablemente es el personaje más criticado por Peridis. Muy impactante la viñeta titulada “mea culpa”, donde Bush discute con Aznar caracterizado como su perro con caseta incluida por las responsabilidades del desastre de Irak cuando este ya era una evidencia. El can se justifica: “Yo solo soy un hooligan y suponía que ganarías la guerra sin bajarte del autobús y que habría grandes beneficios.”
2009: Rato y Rajoy amenazan al Juez Garzón tras lanzarle la acusación de prevaricador: “Espera a que el caso pase al Supremo”, le dice el líder Popular. Y es que la Crisis y la trama Gürtel ocupan su lógico espacio.
“La consagración de la primavera” es la viñeta en la que Elena Salgado como un hada le anuncia a Zapatero: “¡Es maravilloso! Veo brotes verdes por todas partes.” Pocos dibujos después Camps y Costa se anuncian sus propios brotes verdes cuando un eufórico Rajoy celebra: “¡Aleluya compañeros! El Juez Garzón imputado de prevaricación.”
“No sé si saldremos de esta, pero me lo estoy pasando pipa”, le comenta el actual Presidente a un Zapatero al que además le niega el salvavidas mientras este se ahoga reclamando pactos. Es 2010, el año en el que Obama y Zapatero se arrodillan para rezar en el desayuno oración en Washington. Escondido, un resentido Aznar le espeta al español: “No te pusiste de pie en el desfile… ahora te toca estar de rodillas.”
Otra vez Mariano Rajoy salta de alegría. Los sindicatos acaban de convocar la Huelga General al anterior Gobierno. Tumbado, feliz y sonriente con su puro exclama: ¡No la apoyamos! Lo dicho, este libro es una verdadera hemeroteca de lo vivido.
Artur Mas llega al poder en Cataluña. Uniformado como jugador del FC Barcelona saca pecho: “Hemos aplastado al P.S.C… y triturado al Real Madrid. ¿Se puede pedir más?” Estaba a punto de comenzar el último año del viaje por la España del anterior Ejecutivo y el naufragio de este. Un día antes de las elecciones que harían de Rajoy Presidente, este, brazos en alto está a punto de entrar en la meta por delante de Rubalcaba que le advierte. ¡Cuidado con la prima, Marianooo!. Al otro lado le espera “la prima de riesgo” con un enorme garrote.
Pero si una genialidad de Peridis puede sintetizar el pasado 2011 es “El entierro del Conde de Rodiezmo”. Todo un homenaje al Greco donde un Zapatero en una urna electoral es contemplado por los suyos mientras que en el cielo revolotean los nuevos ministros en torno a un Dios Rajoy escoltado por un Aznar representando a San Pedro llaves del cielo en mano. Más arriba el Rey y a los lados los diez mandamientos de Mariano Rajoy: “Amar el poder sobre todas las cosas, el cargo imprime carácter, acabar con la herencia de Aznar, hazte el loco y el cambio poco a poco, no te muevas, no contestar al reportero, deja que la crisis abrase a Zapatero, mira para otra parte si tienes corrupción, no asustar al votante enemigo y no enseñar la patita por debajo de la puerta.” La victoria electoral y el gobierno del Partido Popular estaba a punto de llegar.

En fin, este libro es todo un testimonio del valor del humor gráfico y la caricatura política para captar y mostrar la fotografía psicológica de cada momento, y visto a posteriori resulta de un interés extraordinario, tanto como resumen histórico como ejercicio de diversión, y siempre desde el valor artístico de un dibujante tan sencillo y accesible como genial capaz de poner la sonrisa en la boca de sus lectores diarios también “a toro pasado”. Una de las grandezas del arte del humor gráfico es que no tiene que ser correcto ni ocultar las inclinaciones de su autor.
Y una cosa más de gran importancia en este tipo de libro: la edición de Turpial es excelente, Peridis ha tenido más suerte que algunos de sus compañeros de profesión que tienen que sufrir la devaluación de su obra por la mala práctica editorial.


1 comentario:

  1. Está claro que se valorarán más con el tiempo, si en apenas una perspectiva de 4-5 años ya es evidente su clarividencia (y la de muchos otros) démosles 10 años más...

    Debería darse mucho más notoriedad a los humoristas gráficos, para mí son un arte en algunos casos, y es un auténtico placer disfrutarlos a diario.

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