No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

viernes, 26 de abril de 2024

Superhéroe herido por el clan ultra o una visión infantil de la política, por Jorge Navarro Cañada.

Es viernes, el plazo que se ha dado Pedro Sánchez para reflexionar tras la publicación de su carta declarando su cansancio y sus dudas para la continuidad en la presidencia del gobierno se agota el lunes; todo ello motivado por que un juez del grado menor de la judicatura ha aceptado a trámite -a pesar de su nulo recorrido- una querella del pseudo sindicato ultra Manos Limpias jaleado por el Partido Popular-Vox en un ejemplo inaudito de degradación de una Derecha española cada vez más alejada de cualquier cordura democrática. Y así se ha abierto una crisis de primerísimo nivel donde está en juega nada más y nada menos la legislatura y la mayoría parlamentaria que había nombrado -obviamente a candidatura suya- presidente del gobierno a Pedro Sánchez. Y es necesario incidir, una iniciativa descabellada de una conjunción de personajes menores formada por un juez probablemente prevaricador con “apalizadores” de ultra Derecha y políticos de cuestionable ética de una Oposición desbocada podrían ser capaces de subvertir la democracia española haciendo caer al gobierno de España. Esto, además de calificar a los autores de esta iniciativa, estaría también calificando la responsabilidad y la solvencia del presidente del gobierno que estaría haciendo dejación de sus obligaciones entre las que está la salvedad y el cumplimiento de las funciones de la Presidencia del Gobierno.

Ya en El Polemista el treinta de enero hice mención a la posibilidad de marcha a Europa de Pedro Sánchez, la repetí poco después; entonces no era más que una posibilidad remota en pleno fragor de la batalla por la Amnistía, podría tener justificación -más o menos fundada- en el devenir político y en la gravedad del posible fracaso de la iniciativa política más importante del gobierno socialista, desde luego nada que ver con el ataque personal en la figura de su esposa que iba a sufrir el presidente del gobierno; pero otra vez insistir, ataque personal, que no político, realizado por una banda de conspiradores armados con recortes de periódico y un juez menor con expectativas de futuro, probablemente mal calculadas.

Pedro Sánchez no es la primera vez que abusa de la épica; su personaje político está construido desde esta, sobre la permanente apuesta imprevisible y audaz que tras un máximo riesgo sale bien. ¿Estamos otra vez ante otra de estas iniciativas?

¿Y ahora qué? Si el líder socialista se va el lunes habrá dejado al país en un limbo (ya lo está estos días de impasse) que implica la quiebra de un proyecto político de la mayoría parlamentaria de España y el gravísimo precedente de caída de gobierno por la vía del bulo y la manipulación de la realidad.

También supondría un posible cambio político español de gravísimas consecuencias como sería dejar en manos del proyecto de extrema Derecha que hoy suponen el batiburrillo PP-Vox-Manos Limpias (caricaturizando el cúmulo de grupúsculos que forman el cóctel ultra) con un proyecto de España de altísimo riesgo para la convivencia y la estabilidad del país. ¡Y sin credibilidad ni garantía para los actores políticos (incluido instituciones supranacionales como la UE) necesarios a nivel nacional e internacional!

Más aun, Pedro Sánchez incurriría en la irresponsabilidad -probablemente ya lo está haciendo- de faltar a sus obligaciones y compromisos a nivel nacional e internacional poniendo en duda las necesarias certezas que obliga su cargo, repito una vez más, todo ello por una trama menor propia de pandilleros de la política. En este caso no deja de ser asombrosa la participación del Partido Popular en la trama dándole pábulo y apoyo.

Ha pasado el momento inicial de cómo hemos llegado a esto; el lunes podríamos estar a puertas de la paralización de la vida política de España en forma de puesta en duda de leyes fundamentales como la de Amnistía en pleno proceso electoral catalán -que incluso podría abrir una periodo de incertidumbre con repetición electoral incluida-, de unas elecciones Europeas de gran importancia al que se sumaría un proceso electoral a corto plazo en el Estado y una inevitable involución democrática con la posible llegada al gobierno de partidos y políticos que sin pudor exigen recortes en libertades democráticas fundamentales.

¿Y si Pedro Sánchez decide seguir?

El escenario de la continuidad del presidente del gobierno una vez más deja nuestro futuro político en manos de su intuición y confianza en sí mismo más propia de un irresponsable convencido de su genialidad política que la de un dirigente responsable que cumple con sus obligaciones institucionales. Sería un mal menor, pero tanto la institucionalidad como la credibilidad y previsibilidad necesaria de esta quedarían en entredicho, y ello implica consecuencias internaciones de gran calado además del desprestigio de la democracia española; ojo a esto último, la reacción de los medios y dirigentes internacionales son de incredulidad y especialmente en el caso de un cambio de gobierno el país ha quedado en entredicho. No es una cuestión menor, Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular encabezarían un gobierno con las peores expectativas, esta cuestión no es baladí, la imagen de estos ya queda muy maltrecha incluso a futuro, también la figura del líder del PP y lo que ahora significa tendrá que ser revisada pase lo que pase. ¿Después de los disparates que están aseverando desde la Oposición en la que garantizan la falsedad de la intención de Pedro Sánchez dónde quedan si este finalmente se va?

En fin, otro debate, y ese para los próximos días es cómo se sale de esto; ¿sería suficiente con una Moción de Confianza parlamentaria previa a una victoria de Salvador Illa en Cataluña y una minusvaloración del resultado de las elecciones Europeas?, ¿una convocatoria electoral de alto voltaje en los próximos meses?, ¿un arrogante “aquí no ha pasado nada de Pedro Sánchez y más de lo mismo?

¿Y sin el presidente confirma su huida y el cambio de gobierno en España viene de la mano del bulo y la ignominia incompatible con la democracia misma?

La respuesta en los próximos días.

En El Polemista se han tratado abundantemente estos temas, siempre con una visión muy crítica hacia un Pedro Sánchez al que no cuestiono tanto su bagaje gubernamental que es objetivamente positivo en cuanto a los datos se refiere pero que tiene una valoración de sí misma a veces irrespirable para su cargo y un sentido infantil de la política que gira en torno a ella. Lo tienen, incluida su obra memorística -y anticipo de la posibilidad de su salida inesperada del poder cuando “nadie” se atrevía a plantearlo- en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

 

Carta a la ciudadanía de Pedro Sánchez en la que anuncia una reflexión hasta el próximo lunes 29 para decidir si sigue al frente del Ejecutivo, tras la apertura de diligencias de un juzgado de Madrid tras las denuncias de Manos Limpias contra su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias.



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