Continúa bloqueada la situación política en Cataluña cuando
aparece este libro que sospecho tendrá mayor desarrollo a medida que sobre él
su autor aporte más datos. Y lo hará, porque se trata de un político que ha
errado todos sus cálculos, para empezar no sabiendo cuando irse o hacerlo tarde,
veremos cómo le sale esta publicación que certifica y consolida su papel de
apestado en el nacionalismo catalán.
De antemano pido disculpas por el exceso de cita en esta
reseña, pero la naturaleza del libro hace recomendable que sea el autor quien
cuente las cosas.
Pone como ejemplo Santi Vila, -exconsejero de la
Generalitat y ex Alcalde de Figueras entre otros cargos en una intensa carrera
política- de la infantilización y cierto tufo antisistema en el Procés la frase
de Lluís Llach que por otra parte no puede sorprender a nadie conociendo al
personaje: Si viviera en Valladolid votaría a Podemos. “Lo más chocante es que
todas estas voces revolucionarias consideran del todo compatible su retórica
antisistema con formar parte de él, disfrutando sin rubor de sus prebendas,
coches oficiales y salarios.”
De héroes o
traidores. El dilema de Cataluña o los diez errores del procés o D'herois i traïdors (Ed. Península), puede
no ser un ajuste de cuentas pero si hay para todos.
Y sin embargo este pasaje del libro es especialmente
esclarecedor de las intenciones reales y la palpable falsedad y deshonestidad
de Carles Puigdemont en su exilio palaciego:
“Puigdemont solicitó a los presentes su opinión franca y
sincera, dejando clara su preferencia por la convocatoria electoral: “No me veo
siendo un presidente virtual, de un país virtual, en una sociedad anímica e
institucionalmente devastada”. […] “Me niego a ir por el mundo repartiendo
tarjetas de una república inexistente”, remató. Estaba claro que el análisis de
Puigdemont era lúcido y, lo más importante, parecía determinado a actuar de
forma consecuente.”
Y autocrítica:
“Lo que sí queda para mi tormento y remordimiento como
demócrata, como la página más negra de mi currículum como ciudadano y como
servidor público, es haber presenciado la sesión plenaria del 7 de septiembre
de 2017 en el Parlament de Cataluña, la que aprobó la disparatada ley de
desconexión, y no haber dimitido al instante. […] No me queda la menor duda de
que tampoco Carles Puigdemont se sintió orgulloso en aquellas horas tristes. De
hecho, me consta que intentó evitarla. Su incapacidad de frenar aquel pleno y
aquella votación tan hiriente seguramente era el preludio trágico de nuevas y
más graves impotencias por su parte.”
Santi Vila, hoy en libertad provisional tras pagar su
fianza de 50.000€ para salir de prisión, se siente orgulloso del 1 de octubre
aunque fue quien más trabajó para lograr que el 27-O no se proclamase la DUI y
se convocaran elecciones, por eso hoy, tras su dimisión y denuncia de los
hechos por ejemplo en este libro, es el verdadero “maldito” del nacionalismo
catalán.
Vila apunta a Marta Rovira (ERC), Lluís Corominas
(PDECat), Jordi Turull (PDECat), Josep Rull (PDECat)… como culpables del constante
cambio de opinión de Puigdemont y si a Rovira la
define como “mujer intensa, irascible y fanatizada” también tiene para Oriol
Junqueras, no olvidemos ahora en prisión:
“Extraño caso es, en cambio, el del doctor Oriol
Junqueras, casi tanto como el del doctor londinense de Robert Stevenson. […]
Ese hombre, llegada la hora grave, llegado el momento de arrimar el hombro y
ayudar al president a persuadir a los suyos sobre la necesidad de convocar
elecciones y no proseguir el camino unilateral, pudiera fallarle de un modo tan
estrepitoso. Días y días de conversaciones con él mantienen aún hoy en mí la
duda de quién es realmente Oriol Junqueras y cuál es su proyecto personal y político
para Cataluña”.
Y es que “Hay tres actores que resultaron fatales aquel
día: primero, Junqueras,
que quiso acusarnos de traidores para sacar rédito electoral en una estrategia
que luego se le volvió en contra; segundo, Enric Millo [delegado del Gobierno
en Cataluña], un personaje siniestro, que no hacía más que mandar mensajes a
Puigdemont para decirle unas cosas que luego no cumplía, y en tercer lugar, y
en posición destacada, Santi Vila. Lo filtraba todo para arrogarse el rol de
componedor… Aquello fue la perdición para nosotros”.
A la ANC y a Òmnium los define como “la antipolítica”.
Y lo enmarca en un contexto: “El proceso confirma que se
ha dinamitado definitivamente la asociación de los valores de pragmatismo y
moderación a CiU o el PDECat,
y las del radicalismo a ERC. Todo está mezclado. Y a veces, un mismo político
tiene momentos extremistas y al mismo tiempo tiene momentos de confusión.”
El que fuera alcalde de Figueras apunta de manera más
concreta a los que considera que son los errores que se han cometido, en el
marcador del gobierno español y de Rajoy incide en cuestiones que van desde lo
cultural a la catalanofobia como valor seguro y su réditos, pone énfasis contra la sentencia del Tribunal
Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía como la “persecución” judicial
del 9-N y el propio carácter de la política española.
Subraya en los errores de soberanismo cómo se ha
prescindido de los profesionales de la política y se ha abusado de personajes
ajenos a ella más dados a la ocurrencia y la antipolítica, también a la
radicalización y al fanatismo que han permitido una deriva hacia la izquierda
populista. También no haber sabido entender los resultados electorales de
septiembre de 2015 y desde luego el “número” montado estas últimas navidades
que han acabado con su carrera política, al menos de momento, y mucho más
grave, con el esperpento del palacio “de la república” en Waterloo.
“Poco a poco, quizá sin apenas darnos cuenta, los
políticos convencionales perdimos el control de la agenda política y, por miedo
a disgustar a nuestro electorado, nos fuimos desfigurando.”
Horas antes de escribir esta reseña escuchaba al propio
Santi Vila en la presentación de este libro en Madrid, dejaba algunas perlas
que comparto, por ejemplo la idea de un origen común como populista del Procés
y fenómenos como Donald Trump o el surgimiento del movimiento 15-M en
España, también que “las redes sociales han jugado un papel determinante en
este proceso para mal”, no tanto la queja contra Rajoy de inmovilismo en el
sentido de que da por hecho que desde el gobierno español se debía haber “dado
algo” como si la legalidad por sí misma no fuera suficiente.
Ayer también Vila llamaba a la recuperación del centrismo
porque según él es falso que haya dos millones de independentistas y “centenares de miles de
ciudadanos que no tienen voz política que les represente”.
Ojalá
si trabaja en esa dirección lo consiga.
La
edición de península excelente por adaptarse a la perfección al tipo de libro
que no deja de ser un documento esencial para comprender cómo se han vivido
episodios clave de este Procés que ha desolado Cataluña.
En
El Polemista podrán encontrar decenas de reseñas dedicadas a Cataluña, al
nacionalismo catalán y al nacionalismo en general desde su inicio:
ÍNDICE
COMPLETO DE EL POLEMISTA HASTA 2018: http://elpolemista.blogspot.com.es/2017/12/indice-de-el-polemista-hasta-2018.html
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