La crisis generada por el ataque terrorista de Hamás y la desproporcionada respuesta de Israel no debía alargarse tanto a ojos de la Comunidad Internacional en su conjunto y mucho menos extenderse, no solo militarmente, también en forma de crisis humanitaria más allá de Palestina y sus países fronterizos; y es que intervenir contra los hutíes de Yemen tendrá la misma consecuencia que tuvieron los ataques de Arabia Saudí a este grupo: provocar una crisis humanitaria en Yemen con miles de muertes civiles y caer en la cuenta de la dificultad para acabar con un grupo que aúna elementos tribales, religiosos… que está completamente asimilado al territorio y que es de imposible erradicación sin un altísimo coste ni certezas de ello; sirva como ejemplo que los drones con los que operan no requieren medios para el transporte ni formación para su uso, oscilan entre los mil y dos mil dólares mientras que los misiles con los que se responde no bajan de los diez millones de $; sin contar traslado y condiciones para su utilización.
Pero
hay más; en la Unión Europea hay intereses compartidos con Irán y no tienen
claro que sea más inteligente extender un conflicto para hacerlo interminable
que llegar a un acuerdo con los ayatolás y tenerlo controlado. En esa posición
están también en Oriente Medio (salvo Israel) y Golfo Pérsico (con sus matices),
como en Rusia o en todo el Extremo Oriente donde la ruta de transporte en una
absoluta prioridad, especialmente para China.
En
Europa Italia, Francia y España serían a priori los menos partidarios de
participar militarmente en una operación de EEUU y Reino Unido, no así de una
patrocinada por la Unión Europea (no deja de ser el paso por el Mar Rojo el 12% del comercio mundial
total, incluido el 30% del tráfico de contenedores). En el caso
español a los motivos operativos se le suman los del propio gobierno, buena
parte de los socios de este (Sumar), como los parlamentarios no aprueban la
participación militar y llevarla al Congreso sería un nuevo engorro para el
Gobierno, además obviamente del desgaste que puede suponer una operación que
podría no ser bien entendida por una parte de la opinión pública. Y que tiene
claro está sus costes e incertidumbres.
Pero
hay otra cuestión a tomar en cuenta sumado a que Europa ya está envuelta en sus
conflictos con Rusia y el apoyo a Ucrania (aporte y dotación a esta es superior
por ejemplo a la de EEUU): este tipo de operación de control territorial EEUU
va a dejar de hacerlo, su autosuficiencia le coloca en un lugar diferente, y se
abre una nueva etapa en la que hay que sentar las bases de qué, cómo y cuánto
para su realización, la idea de un criterio “independiente” de la UE no sería
descabellada, y en junio se celebran unas Elecciones Europeas decisivas.
Añadamos
las circunstancias propias de cada Estado, algunos de ellos intentan resituarse
en el mundo; es el caso alemán, su apuesta por la dependencia de Rusia y China
ha sido desastrosa, necesita recolocarse y aunque hoy mantiene un apoyo
incondicional a Israel y lo que ello conlleva, podría plantearse más adelante
cambios (se exagera el peso de un supuesto “remordimiento” histórico y asistirá
a cambio de gobierno en breve donde actores ahora impensables como la extrema
Derecha está por ver qué lugar van a ocupar).
En
El Polemista traté el tema Hutíe y su contexto y futuro inmediato, comprender
que este es un conflicto propio del final de la Globalización más allá de la
guerra de Israel es necesario para entenderlo: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/huties-amenaza-hoy-anticipo-de-la.html
INDICE
COMPLETO DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html
FOTO: “la coalición israelí de protección de buques no nos intimida" EFE - OSAMAH YAHYA.
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