Se acercan las elecciones gallegas y lo que tenía que ser un seguro éxito del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo por ser elecciones en clave nacional y no autonómica se han convertido ya en un debate sobre la gestión de la Xunta de Galicia es diferentes áreas, especialmente en cuanto a la gestión de la crisis de los pellets de plástico ya convertida en un triste recuerdo de la del Prestige. Se trató en El Polemista cuando empezaba: https://elpolemista.blogspot.com/2024/01/galicia-2024-el-vertido-de-pellets.html
Y
es que una vez que se daba por hecho que un candidato de muy bajo perfil
como Alfonso Rueda debía dejar gran parte del protagonismo a Feijóo para que la
Amnistía y Puigdemont fueran el centro de la Campaña Electoral, los asuntos
gallegos se ponen en primer plano desbaratando la hoja de Ruta del Partido
Popular que se arriesga a sus dos preocupaciones principales: una alta
participación, y un resultado aceptable de Sumar (ahora poco probable, solo
un 40% de los gallegos sabe si quiera quién es su candidata, Marta Lois). De
ahí que será decisivo el protagonismo mediático que Yolanda Díaz tenga de aquí
a la cita electoral, aunque un fracaso podría ser definitivo para el futuro de
Sumar. ¿Y esta clave? Básicamente porque los escaños están repartidos en la
Izquierda en lo que a PSG y BNG se refiere, pero no en los de Yolanda Díaz que estaría
muy cerca de obtenerlos en A Coruña y Pontevedra o de quedarse sin
representación. Y la cuestión es que entrando, como parece probable, Democracia
Orensana en el Parlamento gallego, y manteniendo o acercándose Vox su porcentaje
en A Coruña de las últimas elecciones Generales (4,7%) podríamos estar
hablando del retroceso del Partido Popular por debajo de los 38 escaños que dan
la mayoría absoluta. ¿Y el factor Vox? Pues podría ser tan esencial como
advierte el líder del PP: “Puede conllevar la bajada de tres escaños, y, por
tanto, poner al PP en una situación complicada (…) Cualquier voto a favor de
Vox es un voto para que gobierne el independentismo en Galicia”.
Por
el contrario dice Abascal que plantea abiertamente que el mismo resultado negativo
se le daba en otras elecciones autonómicas y obtuvo buenos resultados: “Vox
tiene, no solo el derecho, sino el deber de presentarse en Galicia,
porque lo que Vox defiende solo lo defiende Vox (…) Ahora
en Galicia vuelve a suceder lo mismo y en vez de hacer políticas contrarias a
la izquierda y al separatismo, están preocupados por Vox”
Obviamente
hacer tantas cábalas a semanas del 18 de febrero es más que arriesgado, pero no
deja de ser real y de entrar en las posibilidades de un encuentro electoral
que ya ha empezado mal para un Alberto Núñez Feijóo que ha decidido ser el
protagonista del mismo y que podría ser decisivo para su carrera política
en un 2024 que se abre con Galicia, pero que un par de meses después tendrá
para él un probable fracaso en País Vasco dejándole así ante la necesidad de una
victoria clara el 9 de junio en las que serán trascendentes no solo a nivel
nacional Elecciones al Parlamento Europeo. Y por si fuera poco la proclamación
del president catalán Pere Aragonès como candidato de ERC abren claramente las
puertas a un adelanto electoral para este mismo año en Cataluña de muy probable
fracaso para el Partido Popular.
¿Se
ha equivocado el Partido Popular de mano de su líder al convertir unas
elecciones gallegas que siempre se han celebrado en clave regional en un plebiscito
nacional de su líder?, ¿aceptarán los gallegos que sus preocupaciones pases a un
segundo plano y habrá una alta participación?
Encontrarán
numerosas reseñas y artículos de temas relacionados en El Polemista: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html
Foto EFE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario