Un breve apunte de trazo muy grueso a modo de escenario imaginario en la idea del régimen ruso; solo pretender ser un brochazo simple más que matizable, es un plano superficial.
Hace dos años el criminal Vladimir Putin decidía
cerrar la cuestión rusa en Ucrania: creación de un espacio ruso anexionado de hecho
o de facto con garantía de recursos naturales (especialmente agua y cereal) y
un Estado ucranio vasallo a él. Para ello una invasión rápida con la imposición
de un gobierno títere en Kiev dejaba como sucediera con Crimea años atrás sin capacidad
de reacción a Occidente cerrando episodio a la espera de repetir la operación
en Moldavia. A medio plazo y con Rusia asentada en esos territorios las
minorías rusas en los Bálticos vendrían a continuación, siempre
iniciando actuaciones militares con el ejército “liberado” de la anterior y con
Europa sin otra opción que la negociación. La incapacidad de material
militar Occidental en lo cuantitativo no le permitiría actuar y para entonces
con los nuevos territorios y así multiplicada la capacidad productiva de Rusia
podría presentarse en Europa como una potencia en condiciones de tratar a la OTAN
en clave de asumir su poder cuando menos equiparable.
La búsqueda de intereses comunes en el sur del país con
rivales como Irán o Turquía y el apoyo esencial de China en su expansión
militar, financiera y comercial, y el Sur Global conformaría una
alternativa completa a Occidente.
Vladimir Putin sigue contando con ventajas añadidas: los
Occidentales cuentan con mejor material y tecnología pero mucha menos
producción. La Democracia -en su visión del mundo-como sistema es fácilmente
influenciable para debilitarla “infiltrándose” en ella (control de los medios,
organizaciones y populismos afines, chantajes narco y migratorios en
connivencia con el control indirecto de otros Estados en África, Asia o América)
y el innegociable bienestar de sus poblaciones hacen impopulares y por tanto
democráticamente inviables los esfuerzos y el desvío de recursos a Defensa.
Menos aún los humanos, las sociedades del bienestar no aceptarán movilizaciones
masivas sin convulsiones políticas graves. A su vez esta crisis democrática
y demográfica hará su trabajo mientras en Rusia se realizan fuertes
programas y planificación al respecto movilizando a la población en esa
dirección, un régimen totalitario puede garantizarlo.
Económicamente China resulta un aliado atractivo y
estratégico que acabará siendo adictivo (también en materias primas, la
transición económica verde acrecienta la dependencia) y fuertemente implementado
a nivel mundial. Todo ello agravado y multiplicado por la retirada de EEUU
en su papel de poder hegemónico mundial y entregado a políticas
proteccionistas. Ello acelerado y multiplicado en el caso de éxito de fenómenos
como el Trumpismo.
Lo asombroso es que hay problemas en las democracias occidentales
para calibrar la amenaza y dentro de nuestras propias sociedades elementos
afines a ellas siguen creciendo sin freno. Peor aun en la Unión Europea en la
que estamos a punto de asistir a un riesgo de bloqueo por medio de partidos y
medios controlados y financiados por la Rusia de Putin.
Esta cuestión y relacionadas, también la de Ucrania a nivel profesional, podrán encontrarlas en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html
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