No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

miércoles, 21 de febrero de 2024

Feijóo baila muñeira, Pedro Sánchez piensa en la sardana, por Jorge Navarro Cañada.

Cuando comenzó la legislatura, los equipos de estrategia de los partidos políticos calculan, al menos en la primera etapa, cómo transcurrirá. La victoria gallega se daba por segura en el PP antes de su convocatoria electoral, como la derrota vasca (con gobierno vasco del PNV con los socialistas). Se abría la posibilidad a algún adelanto electoral, o bien por conveniencia como Castilla y León, o por “incompatibilidad” con Vox en algunas de las Comunidades donde gobiernan juntos. Así contaban con la victoria en las elecciones Europeas de junio como ciclo “victorioso” para Feijóo antes de comenzar un periodo más difícil con el momento más duro en la victoria socialista en Cataluña y su previsible gobierno catalán.

Después de los cálculos iniciales un tsunami como la Amnistía -al que probablemente le queda mucho pase lo que pase de una forma u otra- ha ido cambiando planes, incluido separar gallegas de vascas -podrían lamentarlo, ya veremos- hasta incluso poder dar al traste con la legislatura mucho antes de lo previsto, pero de una forma u otra obligar a improvisar antes de tiempo.

Y aquí entra la conveniencia o no de “bailar muñeiras” y exhibir un triunfalismo exacerbado siempre de alto riesgo en política como bien sabe Feijóo tras la euforia que provocaron los éxitos en Municipales y Autonómicas y el golpe que supone la posterior decepción en Generales y el tener que asumir que la victoria electoral tendría que ir acompañada de otros factores que no dependían del Partido Popular como era la neutralización de Vox y la desmovilización el electorado progresista. Para los de Abascal la orden mediática para eliminarlos ya está dada desde Génova.

¿Y en realidad que ha cambiado? Pues en realidad nada en cuanto respecta al Partido Popular, sigue estando a expensas de los acontecimientos salvo que ha vuelto a cometer el error de generar euforia y certezas en el éxito en su electorado y militancia que podrían convertirse en decepción si Pedro Sánchez sobrevive a hasta el otoño con la Amnistía encarrilada -con la estrategia del PP rota al respecto aunque aceptándola incluso celebrándola en privado- los PGE aprobados a puertas de una victoria brillante en Cataluña. Todo ello en un Pedro Sánchez “bailando sardanas” sabedor que la duración de su mandato dependería de él.

¿Y en estos contextos qué hacen terceros como Isabel Díaz Ayuso, Moreno Bonilla o Santiago Abascal? En principio Voz está en su fase final, pero ¿y si la Amnistía termina pasando factura a Feijóo si nuevas revelaciones vuelven a evidenciar su falsedad e indisimulado engaño al forzar una polarización y crispación extrema al respecto? ¿Y si unas elecciones como las vascas no pasaran tan desapercibidas como estaba previsto por coincidir con nuevas informaciones y secretos sobre la gestión que realizó el partido Popular respecto a la fallida Investidura de su líder?

La realidad es que a día de hoy solo tenemos una certeza: el tiempo inmediato termina el 7 de marzo cuando Puigdemont mueva definitivamente la ficha que resulte el principio del final de la Amnistía; el salto al vacío de Feijóo confesando sus devaneos negociadores con Junts -que ahora dan por amortizados- le convierte en un rehén del de Waterloo como de momento lo es también Pedro Sánchez. Si finalmente hubiera un NO a la Amnistía por Junts se precipitaría todo, en caso de votar SÍ los posibles cambios sucederían después de las Europeas de junio.

¿Se plantea Feijóo romper la baraja con una Moción de Censura en otoño? ¿Esta se hace con candidato independiente previo elecciones para que Pablo Iglesias se pueda “vengar” votándola y satisfacer su frustrada adicción al protagonismo?

¿Se adelantaría antes Sánchez convocando Generales para hacerlas coincidir con Europeas? (puede hacerlo a partir del 29 de Mayo). Y desde la Generalitat, ¿se puede mover ficha haciendo lo propio electoralmente con un adelanto?

Suma un escenario que como advertí en El Polemista no está cerrado: ¿Un futuro próximo inesperado para Pedro Sánchez?

Estas son solo algunas situaciones que se pueden dar, pero queda claro que estamos ante una realidad que escapa a los movimientos previstos y previsibles de sus actores; en solo unos días el escenario político se ha reseteado por completo y conviene mantener la calma, mejor dejar los bailes para más adelante.

ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Foto: Alberto Núñez Feijóo en su euforia bailando una muñeira.



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