No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

domingo, 17 de noviembre de 2024

¿Amenaza fascista o exageración?, por Jorge Navarro Cañada.

Delimitar un término tan líquido como fascismo y mucho menos situarlo en pleno siglo XXI es difícil, pero si podemos simplificarlo para un artículo breve como movimiento de masas de corte autoritario reaccionario respecto al liberalismo, con vocación totalitaria de hiperliderazgo, partido único, control de la información incluido el mundo sociocultural y vocación de eliminación de toda oposición, nacionalista y xenófobo con tintes racistas, corporativista y proteccionista en el plano económico… 

Si buscamos su contexto en el siglo XX reconocido unánimemente podemos hacerlo en el plano de la crisis de las democracias liberales sustituidas por “democracias de masas”, emergencia de nacionalismos y populismos apoyados por información de titulares y simplificación fundamentalmente a través de prensa, una crisis del capitalismo global en favor de políticas proteccionistas con fuertes inversiones en intereses nacionales… 

No olvidemos -porque hoy es esencial- que los grupos fascistas del siglo pasado no se presentaron ante la sociedad como elementos incompatibles con la democracia, de hecho se sirvieron de ella asegurando que eran sus garantes y que la idea militarizada, represiva y carcelaria de sus poderes vendrá a posteriori y como fórmula para asentarse primero y expandirse después.

Pues bien, sustituyamos parte de los espacios geográficos, las tecnologías, las técnicas de información y manipulación, los actores, los “enemigos” hoy mucho más difusos, aunque siguen siendo utilizados conceptos como “comunista” de forma casi cómica otros más definidos como los inmigrantes o el Islam de momento son los principales, y un elemento fundamental, la mutación de las políticas de la extrema Derecha hasta ahora marginales a políticas de Estado. 

En El Polemista como definición y síntesis de Jorge Navarro Cañada se ha tratado a los grupos y partidos ultras como “anti globalistas, anti multiculturalistas, euroescépticos (en su caso), con marcado nacionalismo nativista, posición contraria a todo progresismo en las batallas culturales, anti tecnicismo-intelectualismo, defensa ultraconservadora contraria a la migración y al cambio climático o el feminismo, xenofobia y racismo, unida a una actitud vociferante, provocadora y de ruido mediático, a veces violenta. Desde un punto de vista laboral (el trabajador juega un papel determinante), podemos definirlos como antisindicalistas y negacionistas de la división social de clase, paternalista-xenófobos, nacionalistas, proteccionistas, ultraliberales (antes neoliberales aunque en este punto puede haber divergencias entre países, sucede lo mismo con sus partidos políticos), y defensores del machismo-patriarcal.” (Casi todos estos aspectos tratados de forma particularizada en este blog).

En este contexto creo que la llegada de Donald Trump al poder, que bien podría responder al concepto de hiperliderazgo, de facto partido único con el control de todos los resortes del Estado y la eliminación de la división e poderes en EEUU, con poderes empresariales claramente posicionados en intereses nacionales norteamericanos y la respectiva disolución de elementos del Estado en ellos, el caso de Elon Musk es extremo siendo capaz de transformar una parte de la actividad humana en un “algoritmo” (no sé Orwell como habría definido lo que está sucediendo), con todos los elementos de proteccionismo, xenofobia, racismo…

Otra consecuencia del cambio político en Norteamérica se asemeja enormemente y de forma inquietante al contexto antes del siglo del siglo XX va a incluir el giro -en algunos casos de un radicalidad extraordinaria- de los partidos de la Derecha liberal a posiciones concordante con la extrema Derecha, un ejemplo claro de ello es la ruptura de los “cordones sanitarios” (negación de pactos con grupos ultras que pudieran dotarles de poder en las instituciones) en diferentes países europeos, incluso en algunos que no tenían esa amenaza, bien por su pasado histórico o por la existencia de partidos conservadores capaz de aglutinar todas las sensibilidades de Derecha, ambos casos se dan en España.

El caso español tiene un gran interés para la observación del fenómeno, asiste a una inusitada radicalización del Partido Popular, el auge de partidos políticos de extrema Derecha antes residuales, incluso en nacionalismos periféricos como el catalán, una presencia en el plano general de la información de programas televisivos para la difusión del bulo y la estafa informativa de mano de personajes que responden a la perfección al modelo anti tecnicista contra el periodismo profesional y cualificado para la información. Por cierto, varios de esos movimientos intentando recuperar batallas socioculturales como la panhispanidad o el iberismo con otros pastiches históricos, aparcada desde el franquismo que a su vez heredó de la dictadura primorriverista.

Así que creo que sí, podemos desempolvar el término fascista y superar el mal uso que se ha hecho de él como generalización de diversos comportamientos para darle un significado concreto muy próximo al que tuvo en el siglo XX. Si quieren neofascismo, ya estarían superados algunos que en torno a Donald Trump de usaron antes de su primer mandato para él como cuasifascismo o protofascismo. Nunca sin pasar por alto que su presencia todavía no mitiga la fortaleza que se le supone a la democracia liberal para combatirlo.

El Polemista ha tratado en profundidad todos estos movimientos y su evolución en los últimos años, en este blog pueden encontrar numerosos artículos sobre el tema, bien firmados por su autor o en reseñas de numerosos libros según han hecho aparición, al hilo por poner un ejemplo muy a cuenta y recientísimo, lleva días a la venta, Geohispanidad de Pedro Baños por referirnos al bulo como autor y colaborador esencial de Iker Jiménez, uno de los personajes señalados estos días al respecto, y el pastiche histórico. 

No obstante son abundantes, pueden verlos en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html


Imagen parodia de Donald Trump en 2016.




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