No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

martes, 26 de noviembre de 2024

Ayuso como fenómeno de fans, por Jorge Navarro Cañada; y, Me gusta la fruta, de Cristian Campos, un ejercicio de fascinación.

Cuando el fenómeno Ayuso se pueda ver con perspectiva probablemente se concluya que era una consecuencia de su tiempo, un fenómeno del populismo reaccionario que se reivindica en los que niega y que podría perfectamente sintetizarse en su “Me gusta la fruta” (llamar hijo de puta al presidente del gobierno); y es un personaje que no pasará a la historia por ninguna aportación ideológica o filosófica, intelectualmente es un producto político vacío, una consecuencia de una enorme “armada” mediática como corresponde a quien gobierna una Comunidad Autónoma que equivale a una ciudad-Estado y dedica a su persona todos los resortes del poder, incluida la autoproclamación de Oposición al gobierno del país.

Isabel Díaz Ayuso llega al poder por designación personal por encima de cualquier mérito de Pablo Casado, un dirigente menor que primó en los puestos que pudo su relación personal; en el caso de Madrid no había más que recurrir a sus compañeros de Nuevas Generaciones de Partido Popular y la línea del legado de Esperanza Aguirre . Eso le costaría el puesto, presidir la CAM es mucho más que dirigir el Partido Popular y la presidenta madrileña es implacable: beneficia en todos los niveles a su entorno, también los personales y familiares, e intenta la destrucción que quien pueda estorbarle. Y volvemos a su tropa mediática a la que hace adicta a sus subvenciones y prebendas, incluso a la movilización de los recursos jurídicos del propio Estado español que salen su defensa, hasta en la de su novio implicado en presuntos delitos fiscales que compartiría con ella, otra vez presuntamente, un magnífico caso de corrupción. Recordemos que la cabeza de Pablo Casado rodó en nombre del hermano de la presidenta, su mentor y diseñador político, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), ya ha anunciado que cualquiera que se oponga a su protegida ira pa’lante refiriéndose a ello, la muerte política.

Pero Isabel Díaz Ayuso tras varios años de gobierno debería tener un balance de gestión. No necesariamente, su posición ultraliberal se basa en un concepto de la libertad que neutraliza al Estado, lo que en una Comunidad Autónoma con un dinamismo que permite su autorregulación le ha bastado con fomentar el dumping fiscal, la atracción de capitales y la reducción de gasto para resultar exitosa para quienes comparten sus premisas ideológicas que insisto, se basan más en lo que niega, fundamentalmente la “ideología” Woke y la intervención del Estado, que en lo que afirma que no pasa de un concepto vago de la libertad como genérico. De hecho su posición en cuanto a la restauración, la libertad de horarios, terrazas… con la caña como símbolo es lo que siempre quiere destacar.

Sin duda el punto dramático de su mandato ha estado en la crisis del COVID -19. Todavía se sigue pidiendo justicia para el drama de los 7291 ancianos muertos sin recibir asistencia hospitalaria que un momento único e inolvidable de la acción de gobierno Ayuso finiquitó con “se iban a morir igual”. Es un tema que todavía podría no haber acabado, manifestaciones reclamando justicia al respecto siguen produciéndose.

La cuestión de la gestión de recursos públicos en sencilla: lo Público es una intromisión del Estado en el libre mercado y no debe ser sufragado. Llega incluso a criticar a la universidad Complutense de dar “títulos como churros”. Sorprende dada la naturaleza de los de la propia Ayuso o los de su mentor Pablo Casado.

Su futuro es objeto de debate; hasta no hace tanto es probable que no tuviera planes más allá de Madrid como ciudad-Estado de proyección mundial y eso sí, el pleno control del Partido Popular. Sin embargo la victoria de Donal Trump y la sucesión de hechos que le van a seguir como la tendencia a la acumulación de poder en hiperliderazgos favorecen a personajes como Isabel Díaz Ayuso que por esa vía podría superar el lastre que hasta ahora podía suponer el venir de la presidencia madrileña. Curiosamente podría no serlo en su partido, ya lo probó Esperanza Aguirre en su día.

En El Polemista se trató la figura de la presidenta de Madrid en Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa de Alicia Gutiérrez, y, la Donald Trump española. http://elpolemista.blogspot.com/2023/04/porque-me-da-la-gana-ayuso-la-nueva.html

Estos días aparece el libro que está llamado a ser su exaltación máxima en estos días: Me gusta la fruta de Cristian Campos (Ed. Deusto), un alucinante ejercicio de exaltación y admiración con sobrenombre: “La historia de cómo Isabel Díaz Ayuso se erigió en bastión del antisanchismo y cambio a la derecha española para siempre”. No puede ser más acertado, toda una síntesis del personaje.

No se trata de una biografía, no podría serlo en Ayuso dadas las conclusiones, es un ejercicio de reivindicación por la vía del odio a Pedro Sánchez y exaltación de la protagonista. Incluso llegando a definirla en estos términos colectivos de mano, a modo de conclusión, de la spin doctor y presidenta de OK Diario, Pilar Rodríguez Losantos: “Ayuso tiene algo que todo el mundo, simpatizantes y detractores, reconocen. Que es una tía con huevos. Eso es lo que dice todo mundo: que es una tía valiente. No dicen que sea una tía culta, como Cayetana. Lo que dicen es que tiene huevos. Y luego eso tiene la parte peyorativa de que también te dicen que es una loca si no son afines a ella. Pero, al final, el elemento objetivo es el mismo. El de sus huevos. Y eso es lo que reclama la gente que está harta del Gobierno. Esa gente ve inacción en la oposición y pide a alguien con narices. Y luego le da igual lo que opine ese alguien de todo lo demás.”

Cristian Campos comienza fuerte, atribuyendo la modernidad a los tres políticos que han sabido leer el nuevo paradigma de los tiempos, Isabel Díaz Ayuso, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, los demás siguen el siglo XX (como si los hiperliderazgos y el populismo en el caso de Ayuso o Iglesias, como el oportunismo en el de Sánchez, fueran una novedad del siglo XXI). Y ojo como reparte los papeles: “El antagonismo de Ayuso y Sánchez es uno de los grandes relatos de la España moderna. Por no decir el mayor de todos. El que cierra la primera Transición y abre la puerta a la segunda (…) El rechazo de Ayuso por la autoridad, especialmente si ésta es socialista, no es fruto de una reflexión intelectual, sino cien por cien instintivo.” En realidad la explicación que “Me gusta la fruta” hace de Isabel Díaz Ayuso gira en torno a una vaguedad como proclamarla musa de la lucha contra el autoritarismo y la defensa de la libertad. “Porque no huele a caspa. No huele a rancio. No huele a derechona de mesa camilla y misa diaria”. A estas alturas ya se habrá dado cuenta el lector de la naturaleza del libro y su finalidad, no es una biografía como sostiene su autor, tampoco es un trabajo periodístico o de investigación.

La mención personal es simple, una persona que a diferencia de Sánchez siempre ha vivido de alquiler, y que ha pagado un coste inmenso y ha bloqueado algunos de sus proyectos personales más deseados, principalmente el de tener hijos.

El autor hace una defensa de Madrid como megalópolis de diez millones de habitantes como ciudad Estado, la gran ciudad global del sur de Europa, frente a una España anclada en el pasado sin futuro. En su análisis niega debates sobre su carácter de dumping fiscal -olvida el efecto capitalidad imprescindible en él- y concluye con un asombroso “Lo que sí existe es el dumping electoral, que consiste en la compra de las elecciones con el dinero de los ciudadanos.” También hace defensa de su gestión del COVID-19 y proclama “reina de los bares” como dice, obra maestra de la mercadotécnica política. Igualmente define las luchas internas del PP de forma sorprendente en un periodista para definir el fracaso de Pablo Casado como hacer caso a las columnas de opinión de los diarios cuando “ya no las leen ni los propios periodistas”. 

Tampoco Alberto Núñez Feijóo sale bien parado, como no podía ser de otro modo, su resultado electoral lo resume: “Feijóo, en resumen, se dedica a esperar la noche de las elecciones y deja claro que tiene menos ganas de ser presidente que Pedro Sánchez.”

A estas alturas ya se habrán dado cuenta resulta más un encargo que un libro de su autor.

Me gusta la fruta de Cristian Campos será un manual para el Ayusismo. La edición, incluida su cubierta, hacen gala de ello.

ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html



viernes, 22 de noviembre de 2024

¿Donald Trump generará alianzas o rivalidades?, Lula y Xi Jinping podrían ser un ejemplo a nivel latinoamericano. ¿Algo más que aranceles? Por Jorge Navarro Cañada.

 Geopolíticamente la relación China-Brasil es de una extraordinaria importancia; Xi Jinping al estancamiento del crecimiento chino se empeña en su visión de economía de Expansión descartando a la de Consumo, la que fue la respuesta japonesa a un proceso comparable. China es el primer socio comercial de Brasil clave en sus exportaciones, mientras que Brasil es el noveno de China y determinante en materias primas. Ambos tienen una política coincidente en lo Global (BRICS), lo han definido diplomáticamente, “Comunidad de un futuro compartido Brasil-China para un mundo más justo y más sostenible", pero conflictiva en la relación directa, Lula no acepta participar en el primer proyecto y base del modelo de Xi Jinping, “Franja y Ruta”, (la “Nueva Ruta de la Seda”). Brasil quiere mayor integración financiera participando en las cadenas de producción. En esto de los titulares ambos países tienen el suyo, “Futuro Compartido” el de China, (incluye el de “economía verde, determinante la “lógica de lo eléctrico”), Brasil “sabor brasileño”. Tiene su interés como tendencia a la simplificación que ya es norma en toda comunicación política, comercial, económica… a todos los niveles.

A nadie se le escapa que EEUU mira de reojo la actividad china en su “patio trasero” y que probablemente Donald Trump va a dedicarle tiempo aunque a esta hora es una incógnita. La lógica geopolítica indicaría que la política de “divide y vencerás” generando incompatibilidades entre competidores es la más lógica, pero la tentación de recurrir a la fuerza con aliados como Milei o Bolsonaro podría imponerse en el concepto geoestratégico del que será próximo y por segunda vez presidente norteamericano.

ÍNDICE COMPLETO DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

La prensa china le ha dado gran importancia a este encuentro sabedores de su importancia, la viñeta de Global Times (medio del PCCh) lo ilustra bien. 






domingo, 17 de noviembre de 2024

¿Amenaza fascista o exageración?, por Jorge Navarro Cañada.

Delimitar un término tan líquido como fascismo y mucho menos situarlo en pleno siglo XXI es difícil, pero si podemos simplificarlo para un artículo breve como movimiento de masas de corte autoritario reaccionario respecto al liberalismo, con vocación totalitaria de hiperliderazgo, partido único, control de la información incluido el mundo sociocultural y vocación de eliminación de toda oposición, nacionalista y xenófobo con tintes racistas, corporativista y proteccionista en el plano económico… 

Si buscamos su contexto en el siglo XX reconocido unánimemente podemos hacerlo en el plano de la crisis de las democracias liberales sustituidas por “democracias de masas”, emergencia de nacionalismos y populismos apoyados por información de titulares y simplificación fundamentalmente a través de prensa, una crisis del capitalismo global en favor de políticas proteccionistas con fuertes inversiones en intereses nacionales… 

No olvidemos -porque hoy es esencial- que los grupos fascistas del siglo pasado no se presentaron ante la sociedad como elementos incompatibles con la democracia, de hecho se sirvieron de ella asegurando que eran sus garantes y que la idea militarizada, represiva y carcelaria de sus poderes vendrá a posteriori y como fórmula para asentarse primero y expandirse después.

Pues bien, sustituyamos parte de los espacios geográficos, las tecnologías, las técnicas de información y manipulación, los actores, los “enemigos” hoy mucho más difusos, aunque siguen siendo utilizados conceptos como “comunista” de forma casi cómica otros más definidos como los inmigrantes o el Islam de momento son los principales, y un elemento fundamental, la mutación de las políticas de la extrema Derecha hasta ahora marginales a políticas de Estado. 

En El Polemista como definición y síntesis de Jorge Navarro Cañada se ha tratado a los grupos y partidos ultras como “anti globalistas, anti multiculturalistas, euroescépticos (en su caso), con marcado nacionalismo nativista, posición contraria a todo progresismo en las batallas culturales, anti tecnicismo-intelectualismo, defensa ultraconservadora contraria a la migración y al cambio climático o el feminismo, xenofobia y racismo, unida a una actitud vociferante, provocadora y de ruido mediático, a veces violenta. Desde un punto de vista laboral (el trabajador juega un papel determinante), podemos definirlos como antisindicalistas y negacionistas de la división social de clase, paternalista-xenófobos, nacionalistas, proteccionistas, ultraliberales (antes neoliberales aunque en este punto puede haber divergencias entre países, sucede lo mismo con sus partidos políticos), y defensores del machismo-patriarcal.” (Casi todos estos aspectos tratados de forma particularizada en este blog).

En este contexto creo que la llegada de Donald Trump al poder, que bien podría responder al concepto de hiperliderazgo, de facto partido único con el control de todos los resortes del Estado y la eliminación de la división e poderes en EEUU, con poderes empresariales claramente posicionados en intereses nacionales norteamericanos y la respectiva disolución de elementos del Estado en ellos, el caso de Elon Musk es extremo siendo capaz de transformar una parte de la actividad humana en un “algoritmo” (no sé Orwell como habría definido lo que está sucediendo), con todos los elementos de proteccionismo, xenofobia, racismo…

Otra consecuencia del cambio político en Norteamérica se asemeja enormemente y de forma inquietante al contexto antes del siglo del siglo XX va a incluir el giro -en algunos casos de un radicalidad extraordinaria- de los partidos de la Derecha liberal a posiciones concordante con la extrema Derecha, un ejemplo claro de ello es la ruptura de los “cordones sanitarios” (negación de pactos con grupos ultras que pudieran dotarles de poder en las instituciones) en diferentes países europeos, incluso en algunos que no tenían esa amenaza, bien por su pasado histórico o por la existencia de partidos conservadores capaz de aglutinar todas las sensibilidades de Derecha, ambos casos se dan en España.

El caso español tiene un gran interés para la observación del fenómeno, asiste a una inusitada radicalización del Partido Popular, el auge de partidos políticos de extrema Derecha antes residuales, incluso en nacionalismos periféricos como el catalán, una presencia en el plano general de la información de programas televisivos para la difusión del bulo y la estafa informativa de mano de personajes que responden a la perfección al modelo anti tecnicista contra el periodismo profesional y cualificado para la información. Por cierto, varios de esos movimientos intentando recuperar batallas socioculturales como la panhispanidad o el iberismo con otros pastiches históricos, aparcada desde el franquismo que a su vez heredó de la dictadura primorriverista.

Así que creo que sí, podemos desempolvar el término fascista y superar el mal uso que se ha hecho de él como generalización de diversos comportamientos para darle un significado concreto muy próximo al que tuvo en el siglo XX. Si quieren neofascismo, ya estarían superados algunos que en torno a Donald Trump de usaron antes de su primer mandato para él como cuasifascismo o protofascismo. Nunca sin pasar por alto que su presencia todavía no mitiga la fortaleza que se le supone a la democracia liberal para combatirlo.

El Polemista ha tratado en profundidad todos estos movimientos y su evolución en los últimos años, en este blog pueden encontrar numerosos artículos sobre el tema, bien firmados por su autor o en reseñas de numerosos libros según han hecho aparición, al hilo por poner un ejemplo muy a cuenta y recientísimo, lleva días a la venta, Geohispanidad de Pedro Baños por referirnos al bulo como autor y colaborador esencial de Iker Jiménez, uno de los personajes señalados estos días al respecto, y el pastiche histórico. 

No obstante son abundantes, pueden verlos en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html


Imagen parodia de Donald Trump en 2016.




miércoles, 6 de noviembre de 2024

Pinceladas de emergencia, consecuencias inmediatas de la vuelta de Donald Trump, por Jorge Navarro Cañada.

La victoria del candidato Republicano Donald Trump supone un cambio de paradigma político, económico, científico, cultural, social… en todo el mundo, algunas cuestiones de primer orden, las ideológicas y políticas a nivel de la Derecha a nivel global y norteamericano tienen análisis propio en la entrada en El Polemista anterior a esta, realizada inmediatamente antes: https://elpolemista.blogspot.com/2024/11/cede-el-dique-democratico-la-inundacion.html

Unas pinceladas rápidas y desordenadas ante el nuevo tiempo:

Trump, Netanyahu y Putin preferirán este momento de duda para precipitar sus “soluciones”, en el caso del presidente norteamericano entrante (por segunda vez) por no afrontarla como suya y comenzar su mandato de forma tan abrupta, los de Vladimir Putin y Netanyahu por tener a todo el mundo Occidental en un momento de confusión sin capacidad de reacción siendo una ventaja a la hora de actuar con mayor libertad. Rusia, forzando una situación que facilite una firma de paz muy ventajosa una vez tomara posesión Trump y pudiera coprotagonizarla, Netanyahu optando por una crisis total con Irán dado el momento inevitablemente de indecisión y duda internacional.
Incluso China podría tener la tentación taiwanesa, al menos de una provocación de alto riesgo, un paso más de lo que ha hecho hasta la fecha, también con voluntad de poner en obligación de definirse a la administración Trump.

EEUU rompe, modifica o de facto disuelve la OTAN: Europa asiste con un Reino Unido es horas bajas, una Francia y Alemania en tiempo muerto e incertidumbre, los aliados de Putin encabezados por Viktor Orban y con apoyo expreso de Trump envalentonados; a corto plazo imposible plantear una política Exterior mínimamente coherente por parte de Europa, menos aun de Defensa. Crisis de altísimo riesgo inminente e inevitable si ante Rusia se plantean posiciones de emergencia por países como Polonia, los Bálticos...
Auge de nacionalismos y pulsiones emocionales de la identidad que harán despertar conflictos larvados, persecución de minorías y fragmentación en ficciones nacionales posteriores a la II Guerra Mundial o al mundo postcolonial.
Aumento de la producción y distribución armamentística con previsible descontrol de grandes arsenales.

Proteccionismo USA que viene como promesa electoral fundamental: no es realizable al nivel que ha prometido Trump por generar una crisis de inflación por la caída y crisis de consumo inasumible para EEUU, pero sí habrá un movimiento “defensivo” europeo y sobre todo chino que alterará los mercados internacionales de manera esencial ya en 2025, coincidiendo con previsibles crisis bélicas y políticas que provoquen un mapa desconocido e imprevisible hoy; sin duda 2024-2025 serán años a remarcar en el devenir del siglo XXI.

Cambio climático y ciencia: caída notable de inversión, abandono de EEUU de instituciones y acuerdos internacionales en cooperación e investigación, vuelta al lugar secundario en las propuestas políticas, abandonos, retrasos, paralizaciones, incompatibilidades… de políticas globales, especialmente la Agenda 2030. 
Deterioro medio ambiental irreversible, explotación incontrolada de recursos, expansión geográfica y de espacios ilimitada germen de próximos conflictos.
Asistiremos al éxtasis de negacionismos múltiples y de creencias “alternativas” a la ciencia, vuelta a creencias pretecnológicas, consecuencias graves en materia sanitaria por consolidación de antivacunas, contrarios a regulaciones e intervención pública en higiene y ordenación cívica, retroceso de la Sanidad en las prioridades públicas, pérdida de prestigio y desmotivación científica…
Consolidación del tribalismo, potenciación del individuo desinformado fuera del grupo y ensimismado, aumento de la fragmentación social.

Cultura: declive de los modelos de modernidad y de la sociedad urbana, fin del auge queer, woke… vuelta al retraimiento en modelos de relación social, sexual, estéticos… alternativos, exaltación del modelo masculino heterosexual, claro retroceso en derechos y posición de la mujer, giro muy conservador que tendrá plasmación en los modelos artísticos, musicales, cinematográficos, televisivos, moda… aunque no vinculados con el lujo de clase, cierta vuelta a modelos rústicos y tradicionales, vuelta atrás previa a la globalización.

Comunicación: consolidación de la desconsideración del otro, exaltación de la contundencia y el insulto, modelo autoritario y despótico, manipulación en la información, legitimad de la mentira y el bulo como arma con un fin superior, declive del periodismo profesional en favor del comunicador espectacular y ofensivo, distorsión permanente de la realidad.

En fin, como indicaba son solo unas reflexiones inmediatas de primera lectura, sin duda inicio de una realidad cambiante que permitirá numerosas interpretaciones.

ÍNDICE COMPLETO DE El POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Imagen : Donald Trump y Steve Bannon, referente absoluto en la comunicación trumpista imitado y modelo en todo Occidente. 
New York Times.




Cede el dique democrático; la inundación Iliberal llega al núcleo, y se extenderá, por Jorge Navarro Cañada.

Victoria sin paliativos de Donald Trump en Estados Unidos, control absoluto del Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Finalmente se consuma la liquidación definitiva del Partido Republicano y con él la idea de una Derecha liberal, conservadora y capaz de la transversalidad en los márgenes democráticos; llega un nuevo orden que supera el sistema democrático liberal sin ningún reparo con los límites de la división de poderes, las libertades colectivas emanadas del Derecho, el criterio científico y los valores republicanos de la ciudadanía. Y su victoria en EEUU anuncia el alcance ilimitado de la inundación reaccionaria en todo Occidente además del profundo cambio en la multilateralidad internacional en el plano político, económico, social y científico.

La nueva Derecha que obtiene además de la victoria en el referente occidental absoluto, los EEUU, adquiere su legitimidad moral y normativa en el resto del mundo democrático. Ello tiene repercusión directa y total en la regulación de aranceles a nivel planetario, la desaparición de Norteamérica como garante del orden global en favor de la regionalización e imposición de la fuerza y la competición ilimitada como regulación internacional.

Desdeño del cambio climático, negación del Estado de bienestar, exaltación de la libertad individual frente a cualquier límite normativo, desregulación fiscal para la riqueza, tribalismo como clasificación de la población superando el concepto de ciudadanía, evolución hacía un partido único de facto por control de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, hiperliderazgo autoritario, desestabilización y deslegitimidad de toda oposición, control absoluto de los medios de comunicación y opinión pública, creación de un nuevo modelo de ideal patriótico basado en la masculinidad heterosexual (rechazo de toda forma feminista e ideologías y posturas queer, woke…), productividad material, natalidad, ideales de fuerza, el desprecio por la intelectualidad y el tecnicismo científico… 

La nueva Derecha que se ha impuesto en EEUU y que ahora alcanza en Europa carta de gobernabilidad es anti globalista, anti multiculturales, euroescéptica, de marcado nacionalismo nativista, contraria a todo progresismo en las batallas culturales, anti tecnicismo-intelectualismo, se posiciona antimigración desde posturas xenófobas y racistas, vociferante, provocadora y de ruido mediático, a veces violenta. Desde un punto de vista laboral (el trabajador juega un papel determinante), podemos definirlos como antisindicalistas y negacionistas de la división social de clase, paternalista-xenófobos, nacionalistas, proteccionistas…

CONTINUACIÓN: 

Pinceladas de emergencia, consecuencias inmediatas de la vuelta de Donald Trump, por Jorge Navarro Cañada.

https://elpolemista.blogspot.com/2024/11/pinceladas-de-emergencia-consecuencias.html