No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

miércoles, 2 de abril de 2025

Donald Trump, fracasa en su primera etapa, un balance desastroso, por Jorge Navarro Cañada.

La revolución Reaccionaria es consecuencia de la creencia del fracaso del sistema en lo económico: percepción de las clases medias y bajas de pérdida de oportunidades y futuro. Y en la convivencia y los elementos culturales de esta: sensación de imposición de la ideología Woke e intolerancia a los elementos “ajenos” a la identidad como religión, diferencia, aporofobia… que en los inmigrantes tiene su máxima representación y su facilidad para convertirse en chivo expiatorio.

Esta categoría es válida para todo Occidente, pero en EEUU tiene la particularidad de su éxito para acaparar los resortes del poder incluida la creencia y voluntad de acabar con la División de Poderes propia de la democracia liberal. Para ello Donald Trump ha contado con el apoyo de las clases populares, especialmente no urbanas, y la tolerancia sin convicción de las élites financieras ante la promesa de una beneficiosa tecnocracia de alta rentabilidad para el gran capital. 

En sólo tres meses Trump ha perdido el favor de los mercados financieros apuntando sin complejos a una recesión y tras su “Liberation Day” se dispone a sufrir el rechazo de las clases medias por una previsible e inmediata pérdida de calidad de vida en forma de subida de precios y disponibilidad de producto como consecuencia de la guerra comercial y los aranceles.

Hasta la fecha la fórmula de información de la alt-right, tech-right… ideada entre otros por Steve Bannon consistente en un bombardeo de noticias incesante -unas superponiéndose a otras- que mantengan la atención permanente en el emisor (en este caso Donald Trump y su gobierno) podría ya estar perdiendo eficacia por no reflejar resultado ninguno más que el desastre económico, escándalos como el Signalgate del consejero de Seguridad Nacional Mike Waltz, o el éxtasis de Vladimir Putin como ganador junto con Netanyahu de la política Exterior norteamericana, puro humo en otras “prioridades” (como la paz en Ucrania, Groenlandia…) y reduciendo los “éxitos” a la persecución de inmigrantes, “disidentes” y de momento el delirio máximo en la figura de Elon Musk (este último se volverá en contra en breve y habrá que darlo por amortizado y olvidarlo lo más rápido posible). La reducción del Estado y su falta de respuesta ante cualquier imprevisto puede desatar alguna tormenta inesperada.

Todo esto es reversible, obviamente, pero la propia impaciencia de Donald Trump y la ineptitud manifiesta de los equipos de los que se ha dotado en la gestión del poder podrían llevarle a hacer apuestas de alto riego, incluidas militares, que pongan en peligro el proyecto trumpista obligándole a fórmulas de poder más convencionales o directamente a su salida del mismo. También claro está a ganar tiempo, pero en contra de lo que oímos de forma repetida estos días, creo que el sistema norteamericano tiene sus propios resortes que le han hecho sobrevivir a amenazas mucho más serias que Donald Trump y el entramado antidemocrático e Iliberal que conlleva.

Pueden encontrar numerosas reseñas de libros y artículos de Jorge Navarro Cañada en el ÍNDICE DE EL POLEMISTA: http://elpolemista.blogspot.com/2023/12/indice-completo-de-el-polemista.html

Ilustración de MJ.Hiblen  https://www.threads.net/@mjhiblenart




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