Germà Bel comienza advirtiendo que para comprender lo que ocurre en Cataluña no se debe acudir a los graves problemas económicos que sacuden a los países del Sur de Europa, la respuesta a todo está en el sentimiento nacional catalán. El autor no considera la movilización generalizada por parte de la Generalitat de la población en manifestaciones masivas o encadenados humanos (de los que Bel es organizador), el empleo que entidades deportivas y sociales, la invasión absoluta del espacio público con simbología y banderas, la creación de una división radical entre Cataluña y España considerada esta segunda como un ente despersonalizado que oprime, expolia y tiraniza a la primera, y la imposición de la Independencia en una causa totalista que engloba toda la vida social en Cataluña como nacionalismo; muy al contrario, son quienes aceptan el marco legal como bueno los nacionalistas:
“…la influencia del factor identitario en la oposición a la independencia es relativamente más importante que en el caso del apoyo a la misma. Solo desde una posición consustancial al nacionalismo banal puede explicarse el auge del independentismo como una deriva nacionalista, cual epidemia que asola Cataluña.”
(Por cierto, el uso que el autor hace del concepto “nacionalismo banal” de Michael Billig provocará sonrojo en más de un lector).
A través de la explicación de actitudes intergrupales, estereotipos, creencias compartidas y su adaptación a la conclusión de que la opresiva España necesitaba crear una imagen negativa de los catalanes para justificar su expolio, ya que “Barcelona y Cataluña operaban como una ciudad-Estado independiente antes de la guerra de Sucesión.” ¡Hasta el mismísimo Quevedo para agradar a Felipe IV insultaba gravemente a los catalanes!.
De diferentes estudios de valoración territorial se pueden sacar conclusiones como esta: “Además de ser vistos como diferentes, los catalanes –como grupo social- generan un rechazo intenso y unánime en todas las regiones españoles. Son rechazados como compañeros de trabajo por la gran mayoría de no catalanes que se pronuncian al respecto. Además, y en general, se les asocia con las características de tacaños, egoístas, insolidarios, cerrados, ambiciosos, materialistas y antipáticos (…) Esto define una relación emocional y anímicamente tóxica, aunque también instrumentalmente útil. Es decir, se trata de una asociación de conveniencia meramente material.” Y es que Germà Bel lo tiene claro, los catalanes no son entendidos por el resto de los españoles y han fracasado en su intento se serlo, así que “la salida se convierte en una reacción de último recurso.”
Tiene razón el autor cuando sostiene que los problemas lingüísticos en la educación catalana están acotados y delimitados, ciertamente el proceso de inmersión lingüística tiene sobrados motivos de éxito, pero el lector leerá asombrado contradicciones solo explicables desde un victimismo obsesivo como la denuncia que hace de la obligatoriedad del castellano desde el siglo XVIII hasta nuestra vigente Constitución, justo el marco legal que ha dado al catalán y a Cataluña sus indiscutibles cotas más altas de autogobierno de su historia.
Anatomía de un desencuentro es un libro pretencioso, tratándose de un manifiesto puramente político se camufla en una apariencia científica, abrumadora en datos previamente escogidos para la ocasión y gráficos que incluyen entrecomillados como “ganancias (+) y pérdidas (-) en porcentaje del PIB con un sistema que respete reglas básicas de equidad” ,así que llegados al asunto de las transferencias fiscales mis pacientes lectores ya habrán llegado a la conclusión que Germà Bel por fin nos da las cifras “reales”, que por supuesto no coinciden ni remotamente con las oficiales que sistemáticamente manipula y falsea el estado español, y aunque no le gustan expresiones del tipo “España nos roba”, la conclusión respecto al sufrimiento fiscal de catalanes, baleares y valencianos era previsible. No obstante, este capítulo es de un notable interés, más allá del sesgo con el que está escrito puede aportar datos e interpretaciones interesantes, nada que ver con la falta de pericia del autor con la sociología o la historia.
El próximo enero este blog cumplirá su tercer año. Fue el excelente España, capital París de Germà Bel el libro que lo inauguraba (http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/01/espana-capital-paris-de-germa-bel-y-el.html) sin duda un referente bibliográfico de primer orden sobre la génesis de nuestro sistema de comunicaciones y transporte, así que el capítulo de Anatomia d’un desengany dedicado al asunto merece mayor atención, su autor es una indiscutible autoridad en el tema; y sin embargo la decepción será mayúscula para quien crea que va a ver actualizado España, capital París, lo cual no es de extrañar porque en este sentido negar la evidencia de inversión en Cataluña solo puede llevar a victimizarse por la ausencia del imprescindible Corredor Mediterráneo (aunque lo hace por más cosas no crean), lo que deja en evidencia gran parte de su alegato independentista, pero en esto también tiene mucho más sentido la Independencia “que mantener esta capacidad situada en unas instituciones y grupos para los que los catalanes son los otros, y también lo son sus infraestructuras.”
Y sentencia:
“Ser catalán de la Cataluña que es y español de la España que es, resulta agotador, demasiado agotador. Y, además, es imposible.”
La edición se adapta a la perfección a la pretensión del libro, incluye algunos anexos en forma de artículos del autor, desde luego no muy numerosos, la producción de Germà Bel en prensa es intensa pero de tal ambigüedad que le ha permitido pasar de socialista a nacionalista, o de keynesiano a neoliberal sin apenas notarse. La bibliografía, notas y el índice onomástico hacen gala a la colección Imago mundi a la que pertenece.
No parece que la última aventura soberanista del
nacionalismo catalán tenga ya mucho más recorrido pasado el par de años que han
transcurrido desde que Artur Mas (que gobernaba con el apoyo del Partido
Popular) pidiera en la Moncloa el “pacto fiscal” antes de fragmentar y movilizar
masivamente a la sociedad catalana por la secesión de España. A partir de ahí
la historia es conocida por todos y la trayectoria de cada cual ha dejado
patentes muchas cosas. La crisis económica ha puesto en cuestión los modelos
democráticos creando ficciones políticas donde el rechazo a la Democracia como
sistema de normas codificadas que otorgan legitimidades (como la de la
Generalitat, President, Parlament entre otras) ha dado paso a la exaltación de
sentimientos que sustituyen a la norma. Lo hemos visto en diversos movimientos
de distinto color, pero en el caso catalán ha tenido la excepcionalidad de
estar dirigido desde el primer momento por élites con finalidades políticas.
Eso explica la virulencia del brote pero estoy seguro que también la velocidad
con el que se extinguirá, y es en ese contexto, donde Anatomía de un desencuentro quedará como el canto del cisne del
espacio donde libros como este o el pomposo Consell Assessor per a la
Transició Nacional al que Germà
Bel pertenece muy a pesar de la editorial Planeta -que anuncia su salida de Cataluña en
caso de su independencia -han sido posible.
SOBRE CATALUÑA EN EL POLEMISTA:
Micronacionalismos,
de varios autores, y, siete causas que subyacen: Valle de Arán, el Bierzo,
Olivenza, La Moraleja, Cartagena, Petilla de Aragón y la Isla de los Faisanes.
Dioses útiles, naciones
y nacionalismos de José Álvarez Junco, Breve historia del mundo de Juan Pablo
Fusi, y, necesitados de análisis racional.
¿Cataluña en la
encrucijada? No lo creo. Por Jorge Navarro Cañada
La gran vergüenza
(La gran vergonya), ascenso y caída del mito Jordi Pujol de Lluis Bassets,
Espías de Franco, Josep Pla y Francesc Cambó de Josep Guixà, y, presente y
pasado de un proyecto extractivo.
1714 Cataluña en la España del siglo XVIII de
VVAA, y, la Diada de la frustración.
Paciencia e
Independencia de Francesc de Carreras, y, “avui paciencia, demà independencia”.
Anatomía de un
desencuentro o Anatomia d’un desengany de Germà Bel, y los números de Artur
Mas.
Burgesos
imperfectes de Jordi Gràcia, y, la defensa de la disidencia intelectual.
El nacionalismo ¡vaya timo! de Roberto Augusto,
y la trampa nacionalista.
Cataluña ante
España de Albert Balcells, y la necesidad de diálogo entre Cataluña y el resto
de España.
La Catalunya
Soviètica de Ramon Breu y la fascinación revolucionaria de 1917.
Residuals o
independents? de Jordi Pujol, y la desafección calculada.
Noves glòries a
Espanya de Vicent Flor, y, ¿es anticatalana la identidad valenciana?
La mort de Bèlgica
de Marc Gafarot, y en busca de Cataluñistán
Catalunya, España. Encuentros y desencuentros
de José Enrique Ruiz-Domènec, y la desafección creciente.
La España de los
otros españoles de Carles Bonet y el encaje de Cataluña en España.
España, capital
París de Germá Bel y el debate autonómico
http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/01/espana-capital-paris-de-germa-bel-y-el.html